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SILENCIO ENTRE DOS AMANTES
Por Gabriela Leveroni
¿Es este silencio una despedida latente y larga? ¿Es acaso un espacio necesario para la reflexión?
¿Es alimento para el alma o acaso la penitencia de una acción?.
¡El silencio es tantas cosas!
El silencio encierra todo. Es la única nota que no se escucha y sin embargo existe en su ausencia… que sin él no hay armonía ni pausa en una melodía
Presente a cada minuto del día aunque se esconda entre frases y discursos. Siempre se regresa al silencio aunque sea por unos segundos porque sin silencio no hay música, ni diálogo, ni pensamientos...
No es algo tangible pero se puede tocar con la mente.
No habla y expresa hasta el sentimiento más escondido.
El silencio puede ser la riqueza para quien busca dentro de sí o puede ser el sonido más aturdidor para el alma atormentada.
El silencio habla
El silencio grita
El silencio puede decir palabras de amor
Y el silencio aleja con intención
El silencio es la oportunidad para aclarar la mente
Pero el silencio nunca es permanente, es solamente un ingrediente.
Nadie vive en el silencio total, nadie puede hacerlo su excusa.
El silencio es la pausa entre los pensamientos.
Quien guarda silencio ante la injusticia se vuelve cómplice
Y quien no utiliza el silencio con prudencia hiere con palabras que no debieron ser dichas
El silencio se usa en su justa medida, tan malo es obviarlo como extender su tiempo de permanencia.
El silencio es un péndulo que corre a la velocidad de la armonía que le imprimamos.
Un péndulo que marca paciencia
Un péndulo que expone al olvido
Un péndulo que hiere a quien no le comprende
Un péndulo que puede reunir el tiempo para llegar al momento justo de reunirnos de nuevo.
Gabriela Leveroni
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