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Hacia una nueva comunicación
RAZÓN Y PALABRA, Número 3, Año 1,
mayo-julio 1996
El modelo de desarrollo neoliberal aplicado en México desde 1982
a la fecha ha llegado a su agotamiento extremo con la aplicación
del "Programa de Choque Económico", sin alcanzar hasta
el momento ninguna señal de reactivación material y de beneficios
sociales mínimos para los grandes núcleos humanos del país.
La situación ha llegado a tal nivel que el Fondo Monetario Internacional
ha calificado a la problemática mexicana como la primera gran crisis
de la globalización y del siglo XXI que ha ocasionado un "horrendo
costo humano" para nuestra sociedad (1).
Como producto de este colapso de desarrollo, se ha generado en nuestro
país un profundo proceso de descomposición económico,
político, y social de nuestra comunidad nacional, como lo demuestra
la bárbara devaluación del peso, la drástica caída
del Producto Interno Bruto (PIB), la irrefrenable devastación ecológica,
la gran fuga de capitales, la notable disminución de producción
de alimentos, el acentuado desempleo, el sustancial avance del narcotráfico,
el agudo estancamiento de la planta productiva, la gigantesca insolvencia
de deudores, la incontenible corrupción gubernamental y privada,
la desmedida inseguridad social, la virtual quiebra bancaria, etc. que
han producido drásticas consecuencias de retroceso para nuestras
vidas.
De esta forma, 1995 y 1996 han aparecido como el fruto de la experimentación
intensiva del capitalismo salvaje en todo su esplendor en México
y que dio como resultado un año perdido y regresivo para el desarrollo
global de nuestra sociedad. En este sentido, observamos que los tecnócratas
neoliberales gobernantes, egresados de las principales escuelas del extranjero,
realizaron en un año el fabuloso milagro de transformar al país
de una sociedad con grandes capacidades para incorporarse al mundo desarrollado,
en una nación profundamente miserable y con el mayor grado de dependencia
histórica que se ha tenido del exterior.
Así, la tecnocracia inició su hazaña con los "Errores
de 19 de diciembre de 1994" y continuó con los errores
de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, etc... hasta los errores
actuales. De esta manera, la sociedad mexicana se hunde en la crisis más
profunda desde la depresión de 1929, que nos llevará más
de una década salir de esta herencia recibida.
La realidad nacional fue tan desastrosa que el mismo presidente Ernesto
Zedillo Ponce de León la calificó como el peor año
de toda la historia moderna de México (2).
El actual sistema económico-político mexicano debe sentirse
"orgulloso" y "satisfecho" de haber alcanzado su moderno
milagro neoliberal, pues en un año, según las cifras oficiales,
conquistó las siguientes metas:
1.- La economía quedó a al deriva y el Producto Interno
Bruto (PIB) retrocedió 7 %, cuando a principios de 1995 se decía
que sería del orden de 2.5 puntos y que para el último trimestre
se empezaría a notar una sólida recuperación (3).
2.- El valor del peso se depreció en 1995 en más del 141
%, y la incapacidad de Banco de México para defenderlo fue tal que
hasta hizo necesario el surgimiento insólito del ante proyecto privado
de los principales grandes empresarios mexicanos que exportan (Cemex, Alfa,
Desc, Vitro, Peñoles, Grupo Carso, Kimberly Clark y Grupo México)
de formar un Fondo de Contingencia que osciló entre 2,500 y 3,000
millones de dólares para enfrentar los embates especulativos contra
el peso al fijar un "piso de paridad" y rescatar el valor de
nuestra moneda del nivel extremo de subvaluación en la que se colocó
(4).
3.- La inflación superó el 52 % cuando se había
proyectado el año pasado que sería del 15 %. (5).
4.- Quebraron mas de 15,000 grandes instalaciones fabriles y cerraron
502, 000 micro y pequeñas empresas debido a las altas tasas de intereses
que superaron el 80 % y al riesgo constante de mayor devaluación
del peso frente al dólar (6).
El 90 % de los negocios restantes que han sobrevivido se encuentran en
graves problemas financieros que los coloca el situación de virtual
quiebra y moratoria económica frente a trabajadores, bancos y fisco,
pues su deuda creció 381 % (7).
La planta productiva nacional que ha sobrevivido trabaja al 40 % de su
capacidad como consecuencia de la falta de liquidez monetaria y del elevado
costo del dinero (8). La planta fabril
en estos momentos no sólo enfrenta falta de mercado, liquidez desplome
de ventas y deudas estratosféricas con la banca comercial, sino
ahora también encara desabasto de materias primas debido al encarecimiento
brutal de las divisas (9). Es por esto,
que de un total de 500 mil unidades de transporte de carga en el país
tan sólo están funcionando el 40 % por la baja demanda del
servicio quedando inactivas 300 mil unidades (10).
5.- El salario mínimo perdió 21 % en 1995 con lo que la
pérdida del poder adquisitivo en los últimos 18 años
suma mas del 200 %, colocándose como uno de los más bajos
del mundo. Por ejemplo, mientras en Estados Unidos un trabajador recibe
en promedio 72 dólares por un día de labor, en México
solamente recibe dos dólares. La mano de obra mexicana recibe 160
% menos que en Argentina, 115 % menos que en Colombia, % 100 % menos que
en Brasil y 28 % menos que en la India (11).
6.- La crisis modificó la distribución del ingreso de
tal forma que creció la proporción de trabajadores con menores
ingresos y bajó la participación de empleados con mayores
niveles salariales. Por ejemplo, el porcentaje de la población ocupada
con ingresos menores a un salario mínimo pasó de 7.3 % en
diciembre de 1994, a 11. 5 % en agosto de 1995. En ese mismo periodo los
trabajadores ocupados que ganan de uno hasta dos salarios mínimos,
aumentó de 33.1 % a 34.4 %. Por el contrario, la presencia de quienes
ganan mas de dos y hasta cinco salarios mínimos bajó de 31.1
% a 32.8 %. (12). Es decir, a raíz
de la crisis que enfrenta el país son mas los trabajadores que ganan
menos y menos los que ganan más.
7.- El nivel de productividad del agro bajó 13.3 % y se dejaron
de cultivar 700,000 hectáreas de granos básicos, provocando
la importación de más de 5.5 millones de toneladas de maíz,
con lo que 90 millones de habitantes dependemos cada vez mas de la importación
de alimentos (13). Simplemente, alrededor
del 20 % de la superficie agrícola del ciclo primavera-verano del
país quedó sin cultivarse por la incosteabilidad y la falta
de apoyo financiero a este sector y el 85 % de la población campesina
quedó marginada de los beneficios del proyecto "modernizador"
(14).
8.- El sector bancario enfrentó su peor crisis desde los años
30s. y para salir de este desastre financiero recibió apoyos oficiales
del Estado por más de 83,900 millones de nuevos pesos y 4,000 millones
de dólares vía el Fondo Bancario de Protección al
Ahorro ( FOBAPROA), que equivalen al 5.1 % del Producto Interno Bruto estimado
para 1995 (15). Sin embargo, no obstante
este apoyo monumental para la recuperación de la banca, durante
1995, sus utilidades bajaron 42.76 % (16).
Esto significa que todavía para sobrevivir el sistema bancario requiere
de apoyos adicionales de 45 mil millones de nuevos pesos (ligeramente superiores
al 2 % del PIB de 1995) (17), pues
las carteras vencidas han seguido creciendo notablemente. Por ejemplo,
como resultado de la aplicación de las elevadas tasas de interés
la cartera vencida del sistema bancario mexicano con los 31 gobiernos estatales
y los 2,411 municipios del país creció 856 % en los primeros
8 meses de la administración del Presidente Ernesto Zedillo, colocando
a la mayoría de los municipios en virtual quiebra financiera, pese
a los esquemas de reestructuración de adeudos impulsados por la
banca estatal y privada (18). La cartera
vencida de créditos generales crecieron 200 %, (19),
la cartera vencida del agro creció 144 % en términos nominales
(20), la cartera vencida de los créditos
corporativos creció 70 % (21),
y el otorgamiento del crédito se desplomó 62 % en todo el
país (22).
9.- El desempleo abierto se duplicó alcanzado a más de
2,425,000 personas de la población económicamente activa,
provocando en los primeros 6 meses de gobierno la pérdida de los
empleos generados en los últimos 7 años (La desocupación
rural es de 5.5 % y la urbana de 7.5 %). Es por ello que el sector informal
de la economía ha crecido 300 % en los últimos 6 años
dejando en el subempleo a más de 9 millones de personas (23).
10.- Por la falta de oportunidades de trabajo y los salarios miserables,
la migración de los trabajadores mexicanos a los EUA fue tan acentuada
que en promedio 1,300 personas cruzaron diariamente la frontera americana
para buscar trabajo como ilegales (24)
. Dicho fenómeno fue tan grande que en el primer año de funcionamiento
del Operativo Guardián del Servicio de Inmigración y Naturalización
del gobierno de los Estados Unidos fueron deportados 33,600 mexicanos.
A esto hay que agregarle que por la intensificación de la crisis
nacional en los últimos meses el flujo de braceros a Estados Unidos
aumentó 25 % con respecto a 1994 (25).
11.- En los últimos 6 años se debieron de formar 6,600,000
de empleos y sólo se crearon 1,225,000 plazas (26).
12.- La caída en el consumo de productos alimenticios básicos
fue entre el 10 % y el 15 % en promedio debido a que el salario no alcanzó
para adquirirlos, simplemente, por ejemplo, el consumo de leche cayó
20 % en toda la República por falta de poder adquisitivo de los
consumidores (27).
13.- El estado generalizado de marginación y desnutrición
de la mayoría de los mexicanos ha llegado a tal grado que "el
30 % de la población mexicana ya carece de la enzimas necesarias
para digerir las proteínas animales" (28).
14.- La ganadería se encuentra en tal crisis aguda por el alza
de insumos de importación y la inestabilidad del peso frente al
dólar que simplemente en los últimos 7 meses la porcicultura
descendió 30 % dejando de producir 258 mil toneladas de carne de
puerco con un valor de 309.6 millones de dólares (29).
15.- El déficit de vivienda en el país es 5.5 millones
de casas Habitaciones (30).
16.- La delincuencia aumentó 33.8 % más (31).
17.- La severa recesión, la falta de liquidez y la baja demanda
han provocado una caída del 25 % en el consumo del sector comercial
y de un 94.9 % en las ventas de los micros y pequeños establecimientos
(32). La venta de vehículos
pesados tuvo un saldo desfavorable de 85.23 % hasta octubre de 1995 (33).
En resumen, podemos decir que el saldo de la aplicación de la
política neoliberal en 1995 logró el dificilísimo
objetivo de transformar al país en una nación de depauperados,
pues el 65 % de la población esta dentro de los umbrales de la miseria
y se agregaron 6 millones mas de mexicanos a la pobreza (34).
Finalmente, en 1996 el panorama parece que no mejorará sustancialmente
para la gran población nacional, pues el presupuesto para el desarrollo
social previsto por el gobierno federal para 1996 sólo aumentó
2,5 % real con respecto al autorizado el año pasado. En este sentido,
de acuerdo con las cifras oficiales los 202 mil 710 millones de nuevos pesos
que se utilizarán para combatir la pobreza y el rezago social significa
un retroceso de 14 años, cuando la población total del país
llegaba a casi 70 millones de personas, es decir, cerca de 21 millones de personas
menos (35).
En síntesis, podemos decir que la estrategia neoliberal no resolvió
los problemas económicos de México, pero sí debilitó
más a la nación: Diezmó el patrimonio nacional de
empresas públicas; desmanteló las políticas de fomento
industrial y agrícola; arruinó el sistema financiero; deterioró
la infraestructura; hundió a la agricultura y a numerosas ramas
de la industria en la peor crisis de su historia; prácticamente
no generó empleos remunerados; degradó salvajemente los salarios;
despojó a los trabajadores asalariados de 296,000 millones de dólares,
al reducir su participación en el PIB del 37.1 % en 1970-1981 al
26.8 % en los últimos años, etc. En pocas palabras, aumentó
la pobreza y el sufrimiento humano (36).
Sin embargo, al examinar colectivamente el origen de la tremenda crisis
nacional que hemos vivido en el país, se han privilegiado, casi
con exclusividad, las explicaciones de carácter económico
y político que han producido este fenómeno; y se ha olvidado
que detrás de dichos factores infraestructurales existe una drástica
crisis de cultura y de valores nacionales que es la que, en última
instancia, ha provocado el colapso de nuestra sociedad. En este sentido,
podemos afirmar que por debajo de la crisis de desarrollo material que
está experimentando nuestro país, existe una severa bancarrota
ético-moral que está produciendo el proceso de decadencia
de nuestra República como pocas veces se ha presentado en toda la
historia de México (37).
Es por ello, que al olvidar o renunciar a que la ética y moral
fueran el alma de nuestra política y dirección nacional,
permitimos que el proyecto salvaje de la acumulación de capital
a escala mundial, promovido por la ideología de la modernidad neoliberal,
actuara como las fuerzas que rigieran la dinámica cotidiana de nuestra
sociedad. Por ejemplo, el Lic. Juan Sánchez Navarro, el principal
ideólogo del sector privado y fundador del Consejo Coordinador Empresarial
(CCE), señaló que "en la privatización bancaria
se cometió el gran error de privilegiar el aspecto económico
sobre el aspecto moral, lo que ocasionó tres clase de banqueros:
los de viejo cuño; los bolseros, dueños de casas de bolsas
que "legítimamente" se dedican a especular; y un grupo
pequeño de pillos que han sido un dolor de cabeza para la sociedad
y la clase empresarial" (38).
Con ello, hemos creado un proceso colectivo de descomposición
de los valores y códigos sociales elementales que hacen posible
la convivencia comunitaria y hemos generado una sociedad profundamente
enferma que, cada vez más, pierde su capacidad de auto dirección
equilibrada.
De esta forma, al incorporarse México aceleradamente al proceso
de modernización internacional, se ha construido en el país
un nuevo sistema de "valores" que han producido una cultura de
la deshumanización y no del avance de la persona. Así, constatamos
que un conjunto de antivalores como el individualismo, el culto al Ego,
la ganancia monetaria a corto plazo a costa de lo que sea, la avaricia,
el consumismo ilimitado, la codicia sin freno, el placer irrestricto, la
obsesión por la acumulación, etc.; ahora son presentados
por nuestro decadente sistema cultural; especialmente difundido por los
medios de información electrónicos, como los nuevos "valores"
modernos que hay que perseguir para tener éxito y aceptación
social (39).
El gobierno creciente de este complejo sistema de antivalores nacionales
ha creado una reforzamiento de la cultura de la acumulación materialista
que está exterminando todas las relaciones de armonía y de
formas de vida en nuestro territorio y en el Planeta. Así, cada
vez más, disfrazada de moderna y avanzada, se refuerza en nuestra
sociedad la presencia de la "Cultura de la Muerte" que
mina todas las relaciones básicas de convivencia del hombre con
su entorno (40).
La presencia de esta devastación nacional que vive la sociedad
mexicana al final del siglo XX, refleja que no asistimos a una simple reajuste
cíclico o coyuntural mas de las estructuras económicas y
políticas de nuestra sociedad; sino que ahora estamos ante una profunda
crisis de civilización, que tiene su origen en el deterioro de su
fundamento ético-moral. Es por ello, que aunque la crisis de valores
es muy antigua en nuestro país, para superar este colapso civilizatorio
además de realizar proyectos de reordenamiento económico,
tecnológico, jurídico, laborales, políticos, electorales,
etc.; ahora se requiere, por encima de todo, ejecutar una Reforma Ético-Moral
que rescate los principales valores que nos permitan vivir armónicamente
en comunidad (41).
Reforma ético-moral que cree las bases de conciencia mínimas
para que todos los ciudadanos puedan desarrollarse material, cultural y
espiritualmente, y permitan que los hombres convivan equilibradamente con
las otras formas de vida biológicas, animales y vegetales que nos
rodean.
No podemos olvidar que la superación de la crisis de civilización
que nos enmarca, requiere la producción de un nuevo eje cultural,
y éste en nuestro país, creemos que deberá girar alrededor
de la renovación de los medios de comunicación nacionales,
especialmente de la televisión, que son las instituciones culturales
que más rápidamente difunden, promueven, cambian o deforman
los valores sociales.
En este sentido, podemos decir que "la situación alarmante
de pobreza y desempleo que vive México pone en evidencia que el
modelo economicista de desarrollo social no es la opción para un
verdadero progreso humano del país"(42).
Es por todo ello, que para recobrar la paz y la armonía social crecientemente
perdida que nos coloca al borde del delicadísimo desbordamiento
social; ahora resulta indispensable la búsqueda de otro modelo de
crecimiento nacional que supere las finalidades "economicistas"
que privilegian como valores supremos la acumulación de capital
a costa de lo que sea, para rescatar el valor de las personas y la vida
como centro moral del desarrollo colectivo de nuestra nación.
Sintetizando, podemos decir que de no realizarse una severa reforma
moral y cultural en nuestro país, especialmente a través
de los medios de comunicación, se volverá a vivir la profunda
contradicción existente entre la cultura nacional y el proyecto
de desarrollo global que se ha arrastrado en las últimas décadas.
Cada uno se disparará por senderos distintos, la cabeza social avanzará
por un lado y el cuerpo por otro aumentando rápidamente, con ello,
la descomposición de nuestra comunidad nacional.
NOTAS.
Dicha situación ha sido tan grave que simplemente de 1991 a mayo
de 1995 quebraron en el país más de 11,427 micro y pequeñas
industrias a consecuencia de la apertura comercial y la crisis generada
por la política neoliberal. Quebraron 11,427 fábricas en
México los últimos 4 años: UANL, Excélsior,
29 de septiembre de 1995. La caída del 50 % de la demanda de prendas
de vestir provocó la quiebra de por lo menos 400 empresas y 10,000
desocupados en 1995. Cayeron 50 % las ventas de la industria del vestido:
La CNIV, Excélsior, 5 de noviembre de 1995. En los primeros
10 meses han cerrado sus puertas por lo menos 4,000 farmacias independientes
en todo el país como consecuencia de la actual crisis económica.
Cierran sus puertas 4,000 farmacias del país en el año: CANACO,
El Universal, 15 de noviembre de 1995. En el sector restaurantero
han quebrado 7,000 empresas y han quedado desempleados más de 70,000
personas. Van 70 mil desempleados en el ramo restaurantero del país,
Excélsior, 4 de octubre de 1995.
Regreso
Simplemente en el Estado de Jalisco de enero a la fecha se han perdido
48,993 puestos de trabajo registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS). Sin freno el desempleo en Jalisco; 48,993 puestos perdidos,
Excélsior, 15 de noviembre de 1995.
Regreso
Dicha situación no sólo ha afectado a la economía
nacional, sino también a la economía norteamericana donde
la crisis mexicana ha ocasionado la caída de más del 70 %
de las ventas de los comercios estadounidenses de la zona fronteriza, donde
en 1994 los mexicanos gastaron alrededor de 2.9 billones de dólares.
Baja 70 % la venta en tiendas estadounidenses de la frontera, Excélsior,
7 de noviembre de 1995.
Regreso