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Por Nachyelli Buitrón
Número 32
Introducción
Al hablar de la vida, nos referimos no sólo a lo que ella
nos aporta y que consideramos el más preciado regalo del
ser humano, sino a lo que nosotros podemos hacer por ella para trascender
en este mundo lleno de personas, de cosas, problemas y demás.
A
lo largo de este ensayo, pretendo que el lector haga una introspección
sobre mi propia concepción de la enseñanza, sobre
la gran tarea a la que me he propuesto dedicar toda mi vida, pues
es ahí donde creo que está uno de los grandes premios
que nos otorga la vida y que demanda que nuestras relaciones con
nuestros padres, con nuestros familiares, amigos y alumnos, sean
lo suficientemente flexibles ante la volubilidad a la que estamos
expuestos. Y es ahí, donde hago mi principal enfoque de enseñar
"comunicación" y que recae primero en el conocimiento
de nosotros mismos con nuestras virtudes y defectos, para que podamos
estar dispuestos a conocer a los demás y a reconocer que
son diferentes a uno, que piensan y actúan diferente. En
esa medida, podré lograr que el curso que imparto actualmente
no se quede sólo en información y en un cúmulo
de conceptos que deben aprender mis alumnos, sino en la viva experiencia
que cada uno haga y sepa relacionar con cada una de las cuestiones
que abarca su vida en un ambiente de diálogo constante consigo
mismos y dar las bases para que el diálogo sea conmigo también.
Eso forma parte de mi tarea como profesora.
Desarollo
Cuando empecé a impartir clases, fue aterrador pensarme expuesta
a la crítica y evaluación de mis alumnos, pues no
me sentía segura de mí misma. Tal vez ahora ya he
madurado este aspecto y siento que mis alumnos van a ser reflejo
de lo que yo les pueda enseñar con mis actitudes y con aquellas
que quiero que desarrollen no sólo para mi materia, sino
para todos las materias a las que se enfrenten. Mucha de esta inseguridad
recae en la poca capacitación de métodos de aprendizaje
que puedo desarrollar con mis alumnos y que poco a poco con la práctica
lo he hecho. Asimismo, considero que también este miedo se
relacionó con lo que Elliot (1991) citado por Casarini (1999;
pp. 23) establece: "
si el conocimiento generado adopta
la forma de generalizaciones sobre las prácticas de los profesores,
pueden reforzarse las sensaciones de amenaza
La generalización
constituye la negación de la experiencia cotidiana de los
prácticos" y en sí, al no conocer bien la edad
y conocimiento previo al que me iba a enfrentar, fue fácil
dejarme llevar por lo que todo mundo me decía sobre los adolescentes
de la Preparatoria. Me decían que eran terribles, que no
dejaban dar clase, que son personas muy conflictivas, etcétera,
pero ahora los considero a ellos parte de mi vida y de mi motivación
para vivir, pues siento que ellos me necesitan, necesitan el diálogo
comunicativo que establezco con ellos, la motivación que
les despierte y que sea ante todo una guía y facilitadora
de su conocimiento, mas no su amenazadora maestra que a todo les
dice que están mal y los castiga.
En
esas mismas generalizaciones en las que caí como profesor
novato, no le concedí la importancia que ahora le imprimo
a que ahora la escuela no sólo funciona como el espacio donde
se les transmite únicamente información, sino que
es el espacio de intercambio continuo y de diálogo con las
demás personas, que les ayuda a desarrollar y fortalecer
sus habilidades, actitudes y valores. Es ahí donde encuentro
que la enseñanza de la comunicación embona y engloba
diferentes procesos sociales con los demás y por ende es
trascendental para el desarrollo de los pueblos. Asimismo, no podemos
negar que nuestra cultura necesita de la existencia de medios masivos
de comunicación que le permitan establecer contacto con las
demás culturas pero, al estar expuesta a diferentes medios
de comunicación y al inminente proceso globalizador, está
dejando a un lado su propia creatividad y su capacidad de tomar
la iniciativa, pues ha sido más cómodo esperar el
cambio a ir por él. En este aspecto, quisiera enfocar mi
enseñanza de la Comunicación, en que sea una alternativa
que permita a mis alumnos ser más creativos y desarrollar
en ellos la capacidad de reflexión y conscientización
sobre lo que son y lo que les rodea y de esa manera, poder ser libres.
No obstante, no se puede incluir todo lo que quisiera enseñar
a mis alumnos en lo que nos establece el curriculum formal, entendido
este como: "
el listado de contenidos, objetivos y actividades
que se desarrollan en la institución escolar a un nivel determinado.
Pero tomando el término en una acepción científica
se suele querer significar un marco de discusión para fundamentar
y dar justificación a lo que se enseña y al cómo
se hace" (Casarini: 1999; pp. 31), sino que se necesita del
curriculum oculto y al que Casarini (op.cit., pp.28) establece:
"su propósito (del curriculum oculto) es propagar los
mitos sociales y las creencias que distinguen a una sociedad de
otra y que la mantienen unida" y Guzmán (1978; pp. 128)
citado por Casarini (1999; pp. 28) "enfatiza el elemento de
arbitrario cultural como 'columna' del curriculum oculto" que
sirve para mantener y reproducir la ideología dominante por
medio del sistema de enseñanza".
Por
ende, no sólo se necesita que los profesores tengan los conocimientos
que les permitan impartir su cátedra, sino la sensibilidad
para poder transmitir y hacer partícipes de su cultura a
los alumnos. La teoría curricular tiene ese propósito
principal donde se establece que: "La teoría del curriculum
se ocupa de justificar la enseñanza intencional y por ello
planificada de alguna manera, lo que se refiere plantearse qué
contenidos se van a enseñar, por qué seleccionar esos
contenidos y no otros, con qué criterios se seleccionan,
al servicio de qué objetivos, con qué orden se enseña,
por medio de qué actividades, de qué agentes puede
uno servirse, con qué normas se regulará el proceso,
y cómo se comprobará que las decisiones tomadas son
adecuadas o no
La teoría del curriculum es una teoría
práctica o aplicada que pretende dirigir la acción
coherentemente con unos planteamientos teóricos previos"
(Casarini: 1999; pp. 33)
Con
ello, podemos establecer que para enseñar Comunicación
Verbal, necesitamos entender que se sustenta en toda una investigación
sobre el por qué, para qué y cómo enseñarlo
y mucho de ello, nos lo da nuestra propia sensibilidad para entender
a nuestro público principal: los jóvenes.
Pero
¿Cómo poder enseñarles o motivarlos a conocer
todo lo que engloba la comunicación? Casarini (1999; pp.85)
menciona que "Vigotsky tenía su concepción del
aprendizaje como un proceso que siempre incluye relaciones entre
individuos
de ahí la importancia de la dimensión
sociohistórica
La interacción del sujeto con
el mundo se establece por la mediación que realizan otros
sujetos. Del mismo modo que el desarrollo no es un proceso espontáneo
de maduración, el aprendizaje, no es sólo fruto de
una interacción entre el individuo y el medio; la relación
que se da en el aprendizaje es esencial para la definición
de ese proceso, que nunca tiene lugar en el individuo aislado"
, y es ahí donde no se puede pretender que nuestros alumnos
sólo aprendan a través de lo que nosotros les transmitamos,
sino de aquello que vivan, compartan, experimenten y sueñen
con los demás seres que les rodean y eso ¿a qué
le llamamos? A la comunicación. Por ende, enseñar
comunicación demanda establecer un diálogo sano y
fructífero entre los profesores, entre los alumnos y entre
ellos, para que puedan VIVIR la comunicación. González
Rey (1999; pp. 2) establece que "La base de la educación
es precisamente la comunicación. A través de la comunicación
se brinda la enseñanza y, a su vez, se ejerce una influencia
educativa sobre el escolar en un medio participativo
La educación
es un proceso orientado al desarrollo pleno de la persona, que estimula
la expresión auténtica, franca e interesada del escolar
dentro del cual este simultáneamente construye conocimientos
y se desarrolla en planos diversos como persona".
En
nuestro Modelo Educativo llamado Rediseño, se establece
claramente la nueva relación que se desea establecer en beneficio
de un proceso de enseñanza-aprendizaje fructífero
y donde Casarini (1999; pp.86) sustenta:
El
concepto de Vigotsky del proceso de enseñanza-aprendizaje
incluye dos aspectos: por un lado, la idea de un proceso que no
se refiere necesariamente a las situaciones en las que hay un
educador físicamente presente
y la presencia del
otro puede manifestarse por medio de los objetos, de la organización
del ambiente, de los significados que impregnan los elementos
del mundo cultural que rodea al individuo.
Este
nuevo modelo nos permite crear consciencia y responsabilidad en
nuestros alumnos de su propio aprendizaje y por ende, de aquellas
relaciones de intercambio que establezcan entre ellos y entre el
mundo circundante, aunque debemos considerar que las limitaciones
tecnológicas existentes desgastan a veces esta relación.
Hablamos de aquellas circunstancias en las que el alumno al querer
tener acceso a la plataforma tecnológica donde se encuentra
su materia, le es impedido el mismo por cuestiones de saturación
en el "servidor" de la institución, hecho que a
veces "rompe" con ese clima de confianza y de diálogo
con el profesor, al no permitir éste impuntualidad en la
entrega de tareas. Es necesario considerar este aspecto en nuestra
estrategia de aprendizaje sobre la comunicación, ya que un
profesor debe ser flexible ante aquellos problemas a los que se
enfrentan los alumnos y no romper con ese diálogo. González
Rey (1999; pp. 3) hace referencia a lo que los alumnos reciben a
partir de la actitud del maestro y por ende establece que "La
recepción inicial deberá transcurrir en forma de diálogo,
en un ambiente emocional sano, participativo, disciplinado",
y no por ello, significa que sea considerado "barco".
Si
bien el maestro es quien sabe el cómo, "el alumno debe
estar en condiciones de aclarar por sí mismo, los conceptos,
de reconstruir su estructura y aplicarla, es decir, de poder relacionarlos
con asuntos concretos y situaciones dadas, y de reconocer su estructura
o producirla de nuevo" (Casarini; 1999: pp. 88). A eso le llamamos
la capacidad de reflexión, la cual González Rey (1999;
pp. 2) sustenta cuando escribe: "El desarrollo de la capacidad
reflexiva y del intelecto del escolar están estrechamente
relacionados con su implicación en la motivación del
conocimiento. Ninguna información es desarrolladora si no
implica de forma diferenciada al escolar en el proceso de su construcción".
Lo
que deseamos enseñar y que aprendan nuestros estudiantes
y nosotros mismos al hablar de comunicación, no lo podemos
hacer ya desde un estilo de aprendizaje conductista donde se emita
una "acción" y por ende se espere una "reacción",
pues debemos considerar a nuestros alumnos como seres en continuo
desarrollo, donde la motivación toma un papel muy importante
y yo diría trascendental para provocar en ellos un aprendizaje
significativo que se base en lo que Vigotsky establece en su teoría
sociohistórica. Es así como podemos lograr lo que
Gonzalez Rey (1999: pp. 6) sustenta: "La comunicación
desarrolladora es precisamente aquella en que los sujetos implicados
promueven motivos específicos hacia el proceso interactivo,
lo que implica la capacidad de entrar en un contacto personalizado
de profundo valor motivacional, y a través de esta motivación
compartida, expresar los intereses personales que se integrarán
en el vínculo interactivo [
] los valores sociales son
interrogados, cuestionados y hasta refutados por el individuo concreto,
quien debe tener un espacio para ello dentro del proceso educativo,
donde esta expresión debe encontrar un marco de referencia
común en las relaciones con los otros y en las actividades
asumidas por el sujeto. Sólo dentro de este marco será
posible la construcción individual, real y auténtica
de los valores sociales" (pp. 8).
Mucho
hemos hablado del papel de la escuela y del maestro en la construcción
del conocimiento a partir de la comunicación desarrolladora,
pero ¿Dónde se encuentra la familia? Si consideramos
a la familia como el centro socializador de todo ser humano, podemos
entender que es ahí donde debemos considerar algunas acciones
que ayuden a los padres involucrarse en esta acción desarrolladora,
pues poco impacto podemos tener si sólo nos dedicamos a nuestros
alumnos como seres en un espacio específico, ya que ellos
interactúan también con otros espacios y donde el
hogar es fundamental. González Rey (1999) lo enfatiza al
decir "La comunicación con los padres, es un elemento
esencial para un aprendizaje realmente interactivo y un importante
factor dinamizador del desarrollo integral de los escolares. La
escuela trasciende sus límites cuando es capaz de entrar
en las casas con la cooperación y el compromiso de los padres"
(pp. 24) y continúa
"La comunicación implica
el reto de la diferenciación, de la individualización,
de crear espacios diferenciados con los alumnos actuando flexiblemente
en la expresión de nuestra propia representación"
(pp. 26)
Por
su parte, una vez que hemos creado el ambiente propicio y visualizado
nuestra concepción de lo que queremos enseñar, debemos
considerar el aspecto de la evaluación y este aspecto es
muy delicado pues no podemos pretender lo que nos dice González
Rey (1999) "
Al no estar las tareas sujetas a una evaluación
inmediata, disminuirá la tensión asociada a la nota.
La no utilización de notas en cada trabajo, prueba, seminario,
pregunta, o ante cualquier otra forma concreta de evaluación,
permitirá también una mayor reflexión en el
desempeño de la tarea, así como una acertada orientación
en la realización de la tarea en sí misma, más
que en el resultado" (pp. 21), pues necesitamos primero crear
una consciencia en ellos de su aprendizaje y de su desempeño
individual y por ende, ayudarlos a madurar, para que conciban las
tareas de aprendizaje como un espacio creativo de desarrollo personal
y de equipo. Aquí se necesita más tiempo y la conjunción
de este estilo de aprendizaje entre los demás maestros que
imparten las otras materias de su programa de estudios y ahí,
considero que sería más viable la propuesta de González
Rey.
Propuesta
(ver anexo 1)
Si deseamos enseñar una comunicación que sea desarrolladora,
considero que podemos hacer lo siguiente:
- Que
la institución educativa genere en todos sus profesores,
empleados y alumnos la necesidad e importancia de la comunicación
como base de toda relación humana fructífera.
- Hacer
énfasis en la preparación y capacitación
de los profesores para utilizar métodos de enseñanza
tales como el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje
basado en proyectos, que provoquen en el alumno la reflexión.
- Fomentar
la comunicación respetuosa y el diálogo constante
entre profesor y alumno, que permita relaciones flexibles ante
los problemas a los que se pueden enfrentar ambos, ya sea en el
mismo salón de clase o bien afuera del mismo.
- Hacer
partícipes a los padres de los alumnos en la formación
de sus hijos, pues uno de los aspectos que consideramos al identificar
nuestros públicos, detectamos que en la etapa de la "adolescencia"
que es entre los 15 y 17 años, los alumnos tienen una gran
"sed" de independencia que los padres en su afán
por respetarla, se desligan de todas aquellas actividades que
involucran el apoyo de ellos en su formación integral.
- Mayor
comunicación e interdisciplinariedad entre los mismos profesores,
que busquen alternativas conjuntas a problemas conjuntos, que
fomenten la interacción y resolución de los problemas
que aquejan a la población a la que nos enfrentamos. Sin
embargo, cabe destacar que es imprescindible buscar los medios
y lugares adecuados para realizar estas reuniones a fin de que
no sean vistas como "simples juntas" sino como el compartir
experiencias que ayuden a tomar mejores decisiones de la institución
y de los maestros, para fomentar una "integración"
que debe empezar por el "ser" mismo y de ahí,
llevarlo al "deber ser" necesario para formar personas
más íntegras.
- Fomentar
en el curriculum formal una evolución de los alumnos a
partir de la práctica en instituciones gubernamentales
y no gubernamentales, privadas y del sector público, para
que ellos se "empapen" de aquello que están aprendiendo
y que a veces lo perciben como "fuera de la realidad".
Es importante fomentarles esta interacción con la realidad
misma a los alumnos, no sin antes fomentarla en los profesores,
que son aquellos que "transmiten" y fomentan una mayor
reflexión en los estudiantes para que su conocimiento sea
más amplio, duradero y aplicable a cualquier circunstancia.
- Fomentar
en los alumnos aquello que ellos mismos perciben del nuevo modelo
educativo, el rediseño, y que establece el autoaprendizaje
con un enfoque que más que fomentar la independencia y
el egoísmo del conocimiento, fomente el trabajo colaborativo,
que sólo se podrá llevar a cabo mediante el ejemplo
que los interlocutores del proceso enseñanza-aprendizaje
manifiesten y que impacta directamente en el curriculum real y
oculto.
Conclusión
Nuevas posibilidades y alternativas se nos presentan al ser docentes
y enseñar a "aprender" y a desenvolverse en diferentes
espacios y medios a nuestros estudiantes, que requieren ser personas
más creativas y conscientes de su entorno. Sin embargo, necesitamos
de la capacitación adecuada y de una mejor intercomunicación
entre los profesores para hacer un frente común que impacte
en nuestro gran reto: formar mejores personas que sepan adaptarse
adecuadamente a los diferentes contextos a los que se enfrentan
cotidianamente.
Referencias
bibliográficas :
CASARINI
Ratto, Martha. (1999). Teoría y Diseño Curricular.
Acercamiento al curriculum. México Trillas. (pp. 23
- 34).
CONTRERAS, José (1990). "La enseñanza como comunicación".
Enseñanza, curriculum y profesorado. Madrid, Akal.
(pp. 51-78).
GARCÍA Muriel, Loreto (1996). "Fundamentos. Concepción
del Hombre". La Comunicación, una experiencia de
Vida. Manual de Trabajo en grupos. México, Plaza y Valdés.
(pp. 7-22).
GONZÁLEZ Rey, Fernando (1999). "La comunicación
educativa: su importancia en el desarrollo integral de la personalidad".
Comunicación, personalidad y desarrollo. La Habana,
Pueblo y Educación. (pp. 1-27).
Mtra.
Nachyelli Buitrón Morales
Profesora de planta del Departamento
de Letras de la División de Profesional y Graduados, impartiendo
la materia de Comunicación Ora del Tecnológico
de Moterrey Campus Estado de México. |