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Por Javier Esteinou.
Número 34
A lo largo de la historia moderna de México, el Poder
Legislativo ha sido uno de los puntales centrales para la construcción
de una nación más madura y consolidada. Surgió
en nuestro país con una triple función: En primer
término, producir un equilibrio que permitiera balancear
y enriquecer la acción de los otros poderes que constituyen
la República: El Ejecutivo y el Judicial. En segundo término,
contar con una instancia especializada en la elaboración
de las normas que crean el Estado de Derecho en México. Y
en tercer término, aportar un espacio de representación
democrática y plural de la mayoría nacional en la
toma de decisiones legislativas.
Sin embargo, no obstante el lugar tan trascendental que ha ocupado
el Poder Legislativo en la construcción del equilibrio del
México contemporáneo, su imagen y proyección
a la comunidad nacional quedó descuidada y abandonada históricamente
durante 7 décadas a los criterios del manejo mercantil y
político de los medios comerciales. De esta forma, con la
anuencia del Estado mexicano, desde la década de 1920, vía
la radio, y desde los años de 1950, vía la televisión,
la imagen pública del Congreso de la Unión fue construida
desde las políticas privadas de los medios comerciales, y
por lo tanto, desde la tiranía del raiting manejada
por la lógica del mercado; y no de otras dinámicas
de articulación Estado-sociedad. Debido a ello, en muchos
momentos la imagen del Poder Legislativo fue elaborada y transmitida
con simples criterios de obtención de auditorios cautivos
y no desde las bases para la construcción de una ciudadanía
mejor informada para decidir sobre los asuntos y procesos públicos
de la agenda nacional.
Así, la imagen colectiva del congreso quedó secuestrada
durante muchos años por la dinámica lucrativa y los
intereses particulares de los medios comerciales. En este contexto,
el Congreso se convirtió en un espectáculo más
del imaginario mediático que vendieron los medios durante
varias décadas según las exigencias del raiting.
De esta forma, el Poder Legislativo quedó como rehén
de los medios privados que en muchos momentos, sólo lo presentaron,
por un lado, como parte de sus géneros espectaculares
al ridiculizarlo como un espacio de conflictos, ineficiencias, pleitos,
insultos, irracionalidades, chantajes, golpes e irresponsabilidades
legislativas. Por otro, al difundir lo anecdótico, lo minúsculo,
lo secundario, lo irrelevante y lo insustancial de la imagen del
Congreso y marginar el conocimiento de la gran función pública
y vertebral del mismo para mantener el equilibrio político
nacional. Con ello, históricamente la presencia pública
del Poder Legislativo en el marco cultural de nuestro país,
se redujo a una versión reducida, alterada, escandalosa,
amarillista y debilitada del mismo.
Así, lentamente se construyó en la opinión publica
nacional un estereotipo colectivo donde ser legislador (diputado
o senador) oscila desde ser irresponsables, vivales, no
trabajan, son prepotentes, se duermen en las sesiones, crean obstáculos
para el avance del país, se orinan en las calles, son caprichosos,
golpean a los policías, no cumplen con sus responsabilidades,
son abusivos, son grillos; hasta ser corruptos, se emborrachan,
violan las leyes, solo luchan por sus intereses personales, se roban
el presupuesto, son montoneros, perjudican a la iniciativa privada,
se pelean en el Congreso, abusan del pueblo, no tienen proyecto
de país, etc. Es decir, el Congreso es un nido de delincuentes
que arrastran al país al desastre.
Con la aplicación de esta dinámica informativa y cultural
se privatizó lo público y lo privado se volvió
público: El Congreso se silenció y se convirtió
en una caja negra donde finalmente la población
no supo a fondo que sucedía en éste, salvo la imagen
cercenada que ocasionalmente difundieron los medios privados. Así,
se contribuyó a banalizar lo público y a vaciarlo
de sentido, al extremo de elevar con los Talk shows o Big
Brother y sus derivados informativos, el voyerismo o el morbo
por lo ultra intimo como política y modelo publico de comunicación
nacional. De esta forma, “como en un acto de magia, durante
varias décadas, los medios comerciales le ocultaron su país
a los mexicanos y les mostraron otra nación que no correspondió
a la realidad nacional” 1. La mercadotecnia informativa se apoderó de la política
y el país entró en su extravío histórico
posmoderno, cuyas consecuencias político-sociales todavía
no calculamos, ni valoramos, especialmente en el terreno cultural,
psíquico y espiritual de la población.
Mediante esta estrategia de subordinación mediática
de la imagen del Congreso a los criterios de los medios comerciales,
durante varias décadas se debilitó sustancialmente
en la vida cotidiana, la fuerza de contrapeso y vigilancia del Poder
Legislativo frente al Poder Ejecutivo y otros poderes centrales
del viejo sistema. Con ello, se contribuyó de forma meridiana
a construir durante 7 décadas la estructura autoritaria,
elitista, prepotente, unipartidista, discrecional, caciquil, manipuladora,
etc. del viejo régimen político en la nación
y a descalificar las semillas del nuevo despertar nacional: Vulnerar
al Congreso con la deformación de si imagen, significó
erosionar el proceso democrático, de renovación y
de avance de la sociedad mexicana hacia nuevas etapas de civilizatorias,
que son las únicas que le permiten sobrevivir con mayores
equilibrios.
Sin embargo, el debilitamiento del Congreso por el secuestro de su
imagen por la dinámica de la comunicación comercial,
no es realidad del pasado, sino que el ejercicio de su descalificación
cotidiana sigue plenamente vigente en la actualidad. Ejemplo de
ello, es la permanente presión y criticas devastadoras que
experimentó ante la opinión pública el Poder
Legislativo durante el mes de agosto y septiembre del 2001 por no
apresurar el logro del acuerdo político entre los diversos
partidos; y las descalificaciones y condenas que vivió de
octubre a diciembre del mismo año por el retraso en la aprobación
del Presupuesto del 2002 y la Reforma Fiscal.
Con campañas mediáticas se buscó “desprestigiar
al Congreso y a su potencial transformador, porque entre otras cosas
se vio que el Legislativo puede afectar los intereses del puñado
de factores reales de poder en México, y por ejemplo, reacomodar
la estructura del sistema fiscal imponiendo mayores cargas a las
clases poderosas” 2. Con estas “campañas televisiva
de desprestigio, la incipiente división de poderes en México
recibió un tratamiento alevoso en su corta vida” 3.
La devastación de la imagen del Congreso llegó a tal
extremo que en el período de transición política
a la democracia 2000 y 2001, cuando más se requirió
credibilidad colectiva en las instituciones nacionales para el cambio
histórico, las encuestas de opinión reflejaron que
el 54 % de la población no confiaba en el Congreso y sólo
el 40 % si mantenía cierta credibilidad sobre el mismo 4 (Cuadro No. 1). La polaridad negativa de esta realidad provocó
en diciembre del año 2000, que el 16 % de la población
de plano no confiara nada en la Cámara de Diputados y el
17 % en la Cámara de Senadores; para el año 2001,
el 17 % no confió nada en la Cámara de Diputados y
el 16 % en la Cámara de Senadores (Cuadro No. 2). Sólo
en el año 2000 el 4 % de la muestra total tuvo mucha confianza
en la Cámara de Diputados y 5 % en la Cámara de Senadores;
en el 2001 la confianza sólo aumentó a 6 % en la Cámara
de Diputados y se mantuvo en 5 % para la Cámara de Senadores
(Cuadro No. 3).
CUADRO No. 1.
¿EN QUE INSTITUCION CONFIAMOS?
(Diciembre 2000-Diciembre 2001)
RUBRO
|
NADA DE
CONFIANZA/
DESCONFIANZA
|
MUCHO/ALGO
DE CONFIANZA
|
Noticieros
de Radio
|
19 %
|
77%
|
El Ejército
|
18 %
|
76 %
|
Instituto Federal
Electoral
|
21%
|
74%
|
Noticieros
de Televisión
|
25%
|
73%
|
Comisión
de Derechos Humanos
|
23%
|
70%
|
Periódicos
|
27%
|
70%
|
Bancos Nacionales
|
25%
|
59%
|
Organizaciones
Campesinas
|
28%
|
60%
|
Bolsa de Valores
|
31%
|
46%
|
Organizaciones
de Empresarios
|
43%
|
42%
|
Suprema Corte
de Justicia
|
48%
|
44%
|
Cámara
de Senadores
|
50%
|
43%
|
Cámara
de Diputados
|
54%
|
40%
|
Partidos Políticos
|
58%
|
38%
|
Fuente:
Opinómetro. ¿ En Quién Confiamos ?,
Periódico Milenio, Año 2, Número 706,
México, D.F. 6 de Diciembre del 2001, pagina 1.
Muestra:
1,030 entrevistados, mayores de 18 años con credencial de
elector ,
seleccionados de 166 localidades por estrato proporcional según
el tamaño de su población.
CUADRO No. 2
POBLACION QUE TIENE MUCHA DESCONFIANZA EN ...
(Diciembre 2000-Diciembre 2001)
RUBRO
|
DESCONFIANZA
2000
|
DESCONFIANZA
2001
|
Policía
|
23%
|
28%
|
Ministerio Público
|
16%
|
20%
|
Partidos Políticos
|
18%
|
20%
|
Procuraduría
|
18%
|
20%
|
Sindicatos
|
15%
|
19%
|
Cámara de Diputados
|
16%
|
17%
|
Suprema Corte
|
16%
|
17%
|
Cámara de Senadores
|
17%
|
16%
|
Organizaciones Empresariales
|
12%
|
15%
|
Bolsa de Valores
|
9%
|
11%
|
Banco de México
|
8%
|
10%
|
Bancos Nacionales
|
9%
|
10%
|
Periódicos
|
7%
|
9%
|
Noticieros de Televisión
|
7%
|
9%
|
Comisión de Derechos Humanos
|
8%
|
9%
|
Tribunal Federal Electoral
|
9%
|
8%
|
Ejército
|
6%
|
7%
|
Instituto Federal Electoral
|
7%
|
7%
|
Noticiarios de Radio
|
6%
|
6%
|
Fuente:
Opinómetro. ¿ En Quién Confiamos ?,
Periódico Milenio, Año 2, Número 706,
México, D.F. 6 de Diciembre del 2001, pagina 12 y 13.
Muestra:
1,030 entrevistados, mayores de 18 años con credencial de
elector,
seleccionados de 166 localidades por estrato proporcional según
el tamaño de su población.
CUADRO No. 3
POBLACION QUE TIENE MUCHA CONFIANZA EN ...
(Diciembre 2000-Diciembre 2001)
RUBRO
|
MUCHA
CONFIANZA
2000
|
MUCHA
CONFIANZA
2001
|
Ejército
|
26%
|
33%
|
Comisión
de Derechos Humanos
|
21%
|
25%
|
Instituto Federal
Electoral
|
23%
|
25%
|
Noticieros
de Radio
|
17%
|
21%
|
Tribunal Federal
Electoral
|
19%
|
21%
|
Noticieros
de Televisión
|
15%
|
19%
|
Periódicos
|
13%
|
19%
|
Banco de México
|
11%
|
15%
|
Bancos Nacionales
|
9%
|
13%
|
Bolsa de Valores
|
8%
|
10%
|
Procuraduría
|
8%
|
9%
|
Organizaciones
Empresariales
|
9%
|
9%
|
Suprema Corte
de Justicia
|
6%
|
8%
|
Ministerio
Público
|
10%
|
8%
|
Sindicatos
|
9%
|
7%
|
Cámara
de Diputados
|
4%
|
6%
|
Policía
|
7%
|
5%
|
Cámara
de Senadores
|
5%
|
5%
|
Partidos Políticos
|
4%
|
4%
|
Fuente:
Opinómetro. ¿ En Quién Confiamos ?,
Periódico Milenio, Año 2, Número 706,
México, D.F. 6 de Diciembre del 2001, pagina 12 y 13.
Muestra:
1,030 entrevistados, mayores de 18 años con credencial de
elector,
seleccionados de 166 localidades por estrato proporcional según
el tamaño de su población.
Esta realidad demostró que los medios comerciales lograron
crear exitosamente una profunda crisis de credibilidad y de legitimación
en las instituciones fundamentales de la transición política
a la democracia, como son el Congreso de la Unión, el Instituto
Federal Electoral (IFE), las Organizaciones no Gubernamentales (ONGs),
y otras más.
Dicha situación de deterioro institucional llegó al
tal extremo que en febrero del 2002 que la Cámara de Diputados
tuvo que invertir de 7 millones de pesos y aprovechar parte de los
tiempos oficiales del Estado en los medios de información
para iniciar una campaña publicitara de dignificación
y reivindicación de la imagen del Poder Legislativo, denominada
“Los Diputados Son tu Voz” 5.
Con ello, se constató que el modelo dominante de comunicación
de mercado que se desarrolló en nuestro país durante
más de 70 años, conducido por la mano invisible
de libre competencia informativa; construyó un régimen
de difusión orientado al consumo de bienes, servicios y espectáculos,
y no a la creación de ciudadanía, participación
colectiva e incremento de la conciencia social para sobrevivir.
La dinámica de la libre competencia informativa demostró,
una vez más, que no tiene ética, ni conciencia social
y que está dispuesta a pasar sobre cualquier principio con
tal de obtener raiting para vender más y acumular en mega
escalas en la nueva geografía de la globalización.
No obstante el reinado tradicional de este panorama de manipulación
informativa por los medios comerciales, es necesario reconocer que
en una sociedad democrática es indispensable la existencia
de medios de información independientes, veraces, vigilantes
y críticos para balancear y contrapesar con ética,
verdad y sentido rectificador los excesos, errores, autoritarismos
o desviaciones del poder del Estado y de otras instancias de los
poderes públicos. Pero esta garantía de moderación
de los poderes que deben ejercer los medios, no significa en ningún
momento que estos descalifiquen, anulen o reduzcan a otras instancias
sociales como el Poder Legislativo para obtener mayor raiting o
presionar políticamente según sus intereses de grupo.
Su función debe ser, ante todo, la promoción de la
verdad, la defensa del bien común y la preservación
del interés colectivo para fortalecer la democracia y propiciar
la construcción de la ciudadanía.
Por ello, los medios deben ser supervisados y normados por el interés
colectivo. No pueden convertirse en otro suprapoder colocado por
encima de la sociedad y de sus mecanismos reguladores: El poder
sin control se convierte en poder absoluto y el poder absoluto,
se corrompe absolutamente.
Con ello, el modelo de difusión de mercado demostró
históricamente, una vez más, que no producirá
un nuevo proyecto de comunicación social, sino sólo
propuestas de información que sirvan para fortalecer el proyecto
de la acumulación a escala nacional y supranacional. De aquí,
la importancia central de revalorar la función rectora del
Estado-Nación y de la sociedad civil para que desde estas
instancias emerjan otros proyectos de comunicación para el
reordenamiento, el reequilibrio y la sobrevivencia nacional.
De aquí, la necesidad estratégica de que el Estado Mexicano
impulse al Canal de Televisión del Congreso dentro del espectro
audiovisual nacional para difundir íntegramente todas las
actividades legislativas y parlamentarias que permitan construir
otra imagen del Poder legislativo en la sociedad mexicana. De lo
contrario, el principal poder de representación plural de
la sociedad mexicana seguirá siendo minado por el modelo
de comunicación-mercado, y con ello, el proceso de transición
pacífica a la democracia en México.
Notas:
1 Javier Corral Jurado, Redimensionar al Congreso,
Revista Siempre, México, D.F., 6 de febrero del 2002, pagina
14.
2 Javier Corral Jurado, Redimensionar
al Congreso, Revista Siempre, México, D.F., 6 de febrero
del 2002, pagina 14.
3 Virgilio Dante Caballero
Pedraza, Reunión de Planeación, Canal de
Televisión del Congreso de la Unión, Palacio Legislativo
de San Lázaro, México, D.F., 25 de junio del 2001.
4 Opinómetro. ¿ En Quién Confiamos ?,
Periódico Milenio, Año 2, Número 706, México,
D.F., 6 de Diciembre del 2001, pagina 12 y 13.
5 Marketing contra Marketing:
Los Diputados Son tu Voz …, Revista Proceso No 1319,
México, D.F., 10 de febrero del 2002, pagina 26 y 27; Busca
Cámara de Diputados Mejorar su Imagen, Reforma, 15 de
febrero del 2002 y Piden al “Negro” Cambiar Imagen
del los Diputados, Reforma, 16 de febrero del 2002, pagina
1 Secc. E.
Dr.
Javier Esteinou Madrid
Investigador Titular del Departamento de Educación
y Comunicación de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Xochimilco, México, D.F., México. |