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Por Susana Arroyo
Número 34
Tras el recuento léxico-semántico
de la totalidad del poema Primero Sueño que efectué
en trabajos anteriores (El Primero Sueño de Sor Juana:
estudio semántico y retórico, UNAM/ITESM-CEM,
1993; Aplicación de la Lingüística Computacional
al Primero Sueño de Sor Juana, ITESM-CEM, 1994), así
como diversos planteamientos que he realizado en distintos foros
en torno del majestuoso poema de nuestra monja virreinal, me permito
presentar en este homenaje a Sor Juana, una aproximación
a la numerología en el poema Primero Sueño y su relación
con la totalidad del universo significativo dentro de la espléndida
silva de 975 versos.
El poema Primero Sueño fue escrito por Sor Juana Inés
de la Cruz, según palabras de su confesor, el Padre Calleja
y de acuerdo con la primera publicación del mismo -1692,
en Sevilla-, hacia la madurez y plenitud de la existencia de la
jerónima. Es sabido por todos los amantes de Sor Juana que
éste fue su poema preferido, el más rico y ambicioso,
a él han dedicado muchas horas de estudio tanto contemporáneos
de la monja como hombres y mujeres en todo el mundo a lo largo de
tres y medio siglos.
De los 5,008 términos -palabras-
que comprende el poema, existen 1,508 vocablos, es decir, entradas
léxicas; de esta manera se puede observar la riqueza léxica
del poema, además de su riqueza en todos los niveles de la
lengua. Sintácticamente, en el poema se construyen imágenes
mediante el empleo del hipérbaton que superan las expectativas
del lector. Ésa es una de las razones por las cuales el poema
es de una belleza inusitada.
Los campos semánticos
La organización de elementos que comparten algunas características
o rasgos de significado común, es la base de la teoría
del campo semántico. Cada uno de los campos semánticos
representa una parte importante de la concepción del mundo
que se "narra". Cabe resaltar que los campos semánticos
que se han agrupado pertenecen a las diferentes zonas de significación
que comprenden la naturaleza significativa del poema, es decir,
se basan en sus significados esenciales proporcionados por los diferentes
significantes que la autora ha propuesto en distintos momentos de
la obra. De ahí que exista un campo de la religiosidad, otro
de la mitología, otro de la naturaleza, otro de la navegación,
de los animales, del arte, del orden, del movimiento, y otros más
en oposición, por ejemplo de la luz y la obscuridad, o de
la vida y la muerte. De los 55 campos semánticos del poema,
son 34 los vocablos que se encuentran comprendidos en el llamado
campo: 'dimensión'.
En el trabajo antes mencionado -sobre
la semántica y la retórica del poema-, se descubre
el campo semántico del 'movimiento', el cual es el más
numeroso tanto por los términos que tienen que ver con el
movimiento, (verbos, sustantivos o adjetivos), como por la idea
de movimiento que permea el poema, ya que desde el acto mismo de
soñar, de pensar, de descubrir, de conocer, etc., se encuentra
implícito el rasgo mencionado.
El manejo de la numerología
en la época barroca es singular. Los números y su
alusión o recreación se encuentran contenidos en un
lenguaje críptico, emblemático, el cual me propongo
discutir en esta comunicación.
En este campo referido -el de la
'dimensión'- se puede observar la importancia de los números,
los cuantificadores, los términos que aluden a un proceso
que se realiza por medio de la adición de cantidades o, en
otros casos, el contexto permite reconocer la existencia de una
propuesta significativa en este tenor.
El campo de la 'dimensión'
contiene los siguientes vocablos: aparatoso, cantidad, cinco, contar,
craso, cuantidad, cuatro, dimensión, dos, madeja, medir,
mensura, mil, multiplicado, multiplicar, número, numeroso,
peso, poco, presupuesto, primero, proporción, proporcionado,
quilo, segundo, tamaño, tanto, tres, triplicado, último,
uno, varios, vasto, vez.
Algunos de los términos contenidos
en el campo mencionado son, en apariencia, distantes de la dimensión,
sin embargo, forman parte de este pequeño repertorio de acuerdo
con los usos de la época o las condiciones en la que se manejaron,
así se observa el ejemplo de 'craso' cuyo significado tiene
que ver con 'grueso'; el poema señala:
faroles sacros de perenne llama,
que extingue, si no infama,
en licor claro la materia crasa
consumiendo, que el árbol de Minerva
de su fruto, de prensas agravado,
Otro ejemplo sería 'madeja'
que, desde luego, tiene que ver con cantidad. En el poema se lee.
mientras nuestro Hemisferio la
dorada
ilustraba del Sol madeja hermosa,
que con luz judiciosa
de orden distributivo, repartiendo
a las cosas visibles sus colores
Para evitar la redundancia y la
información tal vez innecesaria en este foro, agruparé
los términos en esferas semánticas, es decir, en pequeñas
zonas de significación.
La distribución de los
vocablos
Los vocablos que componen el campo de la 'dimensión' se encuentran
distribuidos a lo largo del poema con diferentes frecuencias: 13
vocablos aparecen una vez cada uno, 8 vocablos aparecen 2 veces;
2, se encuentran 3 veces, 2, se encuentran 4 veces; 3 de ellos aparecen
5 veces; uno, 6 veces; 2, se encuentran 7 veces; 1 vocablo se encuentra
11 veces y un vocablo, 12 veces. La relación que existe entre
el vocablo que se encuentra mayor cantidad de ocasiones -que es
la palabra 'vez'- tienen una proporción, en relación
con la que se encuentra más veces en el poema -que es la
preposición 'de' con 215 frecuencias-, de .055%, es decir,
aparentemente no se maneja en una alta frecuencia. Sin embargo,
considerando que la palabra más empleada por Sor Juana es
una palabra sinsemántica, esto es, sin contenido nocional,
y siguiendo de cerca el recuento lexicométrico del poema
en el cual las palabras con sentido nocional en número de
frecuencias son 'bien' (14); 'mal' (13), y si agrupamos las ocurrencias
de 'vez' (6) y 'veces' (6), formando así la siguiente palabra
autosemántica, con sentido nocional, en el tercer lugar en
importancia de acuerdo con la cantidad de apariciones en el texto,
es decir, 12. La siguiente palabra de mayor frecuencia en el poema
es viento (11), luego se encuentran 6 términos con 10 frecuencias;
posteriormente hay 6 con 9 frecuencias, después 8 con 8 y
la frecuencia 7 es representada por 10 elementos léxicos,
dos tienen que ver con el campo de la dimensión, se trata
de los números 'dos' y 'tres'; por lo tanto, podríamos
atevernos a decir que el campo 'dimensión' es de una gran
trascendencia en el texto pues en él se encuentra contenido
el vocablo -insisto, de contenido nocional- cuyo número de
apariciones es del 85% al de mayor incidencia y tras las frecuencias
10, 9 y 8, se encuentran dos vocablos cuya frecuencia es, en relación
con la totalidad del poema, de .13, sumadas las frecuencias de los
dos vocablos relacionados con la 'dimensión', existe una
relación de .26, es decir, la cuarta parte de la totalidad
léxica del poema se encuentra contenida en vocablos cuyo
sentido nocional remite a la numerología.
Dentro del campo de la 'dimensión'
se encuentran los términos 'tanto' con 11 ocurrencias, seguido
de 'dos' con 7 ocurrencias y 'tres', con 7. Al efectuar un análisis
semántico, Greimas (Semántica estructural,
1966) propone dos procedimientos: el de eliminación y el
de extracción. Para presentar este trabajo he elegido el
segundo procedimiento, es decir, el de extracción, por así
requerirlo la interpretación que me propongo. Ya anteriormente
(op. cit.) he desarrollado el método de eliminación
en la presentación de la totalidad de los campos semánticos
del poema de manera enumerativa, trabajo que funciona a guisa de
índex de esta comunicación; se mostró la agrupación
excluida por no pertenecer semánticamente a ningún
campo significativo del Primero Sueño.
He llevado a cabo la labor de exclusión,
de acuerdo con la teoría planteada por A. J. Greimas (ibíd.),
en relación con la presentación de familias y esferas
semánticas dentro del campo en estudio. Esta consideración
se debe a la necesidad de plantear una hipótesis que permita
esclarecer el dominio propuesto, que es la numerología. Para
ello, he resuelto considerar los semas específicos dentro
de una isotopía connotada. Esto es que de acuerdo con los
rasgos pertinentes de cada uno de los elementos en estudio, es decir,
los vocablos 'dos' y 'tres', cuyas principales cualidades están
relacionadas con la numerología, me propongo plantear una
propuesta de sentido axiológico basada en la importancia
de estos términos.
Aparición e importancia
de los números en el poema Primero Sueño
'Dos', ocurre hacia la primera parte
del poema. Si dividimos el compendio artístico de la obra
en nueve partes, de manera azarosa, nos encontraremos con la aparición
del término en el verso 92:
en los lechos lamosos
de sus obscuros senos cavernosos,
mudos eran dos veces;
hacia la tercera parte, se da la
siguiente aparición del término 'dos' en el verso
337:
más que nunca el impulso,
ya batiendo
las dos plumadas velas, ya peinando
con las garras el aire, ha pretendido
después, en esa misma tercera
parte, en el verso 340:
Las Pirámides dos
-ostentaciones
de Menfis vano y de la Arquitectura
último esmero, si ya no pendones
una incidencia más ocurre
hacia la carta parte, en el verso 413:
éstos, pues, Montes dos
artificiales
(bien maravillas, bien milagros sean),
y aun aquella blasfema altiva Torre
posteriormente, al final de la quinta
parte, en el verso 583:
que vienen a ceñirse
en las que artificiosas
dos veces cinco son Categorías:
y, finalmente, hacia la mitad de
la séptima parte, en el verso 755:
de industria femenil que el más
activo
veneno, hace dos veces ser nocivo
en el velo aparente
de la que finge tez resplandeciente.
Por otra parte, el término
'tres' surge de la siguiente manera:
En la primera parte del poema, en los versos 14 y 15 aparecen las
dos primeras incidencias del término:
del orbe de la Diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta
Después, hacia el verso 47,
esto es en la segunda mitad de la primera parte, leemos:
aves sin pluma aladas:
aquellas tres oficïosas, digo,
atrevidas Hermanas,
Tras esas tres incidencias en la
primera parte, se encuentra, a finales de la primera mitad, en el
verso 183:
desde la de a quien tres
forman coronas
soberana tiara,
hasta la que pajiza vive choza;
La siguiente ocasión en la
cual se encuentra el numeral es después de la tercera parte,
en el verso 330:
A la región primera de
su altura,
(ínfima parte, digo, dividiendo
en tres su continuado cuerpo horrendo),
Posteriormente, hacia la sexta parte
del poema, en el verso 657, y luego en el verso 668, leemos:
de tres acordes líneas
ordenado
y de las formas todas inferiores
compendio misterioso:
mas de las interiores
que tres rectrices son, ennoblecida,
--que para ser señora
de las demás, no en vano
la adornó Sabia Poderosa Mano--:
Es en esta última parte en
la que aparece una gran concentración de elementos que forman
el campo 'dimensión' con la incidencia de términos
como: compendio, círculo y cinco.
De esta manera, observamos que la mayor incidencia de los elementos
más representativos, por su frecuencia en el poema, se da
en la primera y también en la tercera parte. El incio del
poema, por lo tanto, contiene la mayor fuerza de la dimensión
en relación con los números 'dos' y 'tres'. Simbólicamente,
(Diccionario de Símbolos, Jean Chevalier y Alain Gheerbrant,
1969), el número dos es un símbolo de oposición,
de conflicto, de reflexión. Es la primera y más radical
de las divisiones: el creador y la criatura, lo blanco y lo negro,
el día y la noche, lo masculino y lo femenino. Designa, además,
el principio femenino; el número dos simboliza el dualismo,
es aquél donde reposa toda dialéctica, todo esfuerzo,
todo combate, todo movimiento. Para los chinos, el yin y el yang.
Aritméticamente, es el número de la diferenciación
relativa, de la reciprocidad antagonista. Es el origen de todo pensamiento.
En relación con el número
3 empezaremos señalando que en la manera como da inicio el
poema: Piramidal, funesta
, se observa que la erección
de las pirámides en una convergencia ascencional une el reencuentro
de dos mundos: un mundo mágico ligado a los ritos funerarios
para retener indefinidamente la vida o el pasaje a una vida supratemporal,
y un mundo racional que evoca la geometría y los modos de
construcción. Se atribuye a Hermes Trismegisto la idea del
símbolo de la pirámide como el verbo demiúrgico
que, emergido del Padre (aunque sin haberlo éste engendrado)
y gobernando toda cosa creada, es totalmente perfecto y fecundo.
El nombre de Hermes Trismegisto tiene que ver con el número
tres, Hermes, es considerado el padre de la alquimia, de él
se ha tomado el nombre de hermetismo. Trismegisto significa tres
veces grande, porque fue el gran filósofo, gran sacerdote
y gran rey, dicen los historiadores y los mitólogos, poseía
las tres partes de la sabiduría o filosofía del mundo
universal. Para Chevalier, el número tres, expresa un orden
intelectual y espiritual, en Dios, dentro del cosmos o dentro del
hombre. Resulta de la unión del uno y el dos, es producto
de la Unión del Cielo y de la Tierra. El hombre, hijo del
cielo y de la tierra completa la gran triada. Dios es uno en tres
personas. La cantidad de las interpretaciones en relación
con el término 'tres' rebasaría cualquier posibilidad
de análisis en un espacio tan breve como éste. Los
estudios emblemáticos, simbólicos y crípticos
sobre este numeral, serían de gran auxilio para demostrar
la preponderancia del 'tres' sobre casi cualquier término
empleado por Sor Juana no sólo en el PS sino en cualquiera
de sus obras y en la mayor parte de la literatura tanto occidental
como oriental. Su significado ha sido estudiado por filósofos,
literatos, psicólogos y hermeneutas en general mostrando
singularidades en relación con diversos ámbitos del
saber humano.
En el PS, Sor Juana emplea, como
ya mencionamos, una variedad de términos contenidos en el
campo de la 'dimensión'. De entre ellos sobresalen los cuantificadores
'dos' y 'tres'. Ambos elementos léxicos empleados por la
autora inciden de manera predominante en una relación metatextual
que forma parte tanto de la literatura novohispana por la herencia
latina como en la literatura universal.
De esta manera, podemos comprender
una faceta más de la imaginería de una numérica
monja virreinal.
Notas:
1
Comunicación presentada en el Congreso Internacional "Aproximaciones
a Sor Juana a 350 años de su nacimiento". Cátedra
Extraordinaria. Universidad Claustro de Sor Juana. 12 al 16 de noviembre
de 2001.
Referencias:
Arroyo, Susana. (1993). El Primero
Sueño de Sor Juana: estudio semántico y retórico.
México: UNAM-ITESM, CEM.
Arroyo, Susana. (1994). Aplicación de la Lingüística
Computacional al Primero Sueño de Sor Juana. México:
ITESM-CEM.
Greimas, A. J. (1966) Semántica estructural. Madrid:Gredos.
Dictionnaire des symboles. (1966). Chevalier, Jean y Alan
Gheerbrant. Paris:Robert Laffont/Jupiter.
Diccionario Mito-Hermético. (1993). Pernety, Dom Antoine-Joseph.
Barcelona:Índigo.
Dra.
Susana Arroyo-Furphy
Departamento de Letras,Tecnológico
de Monterrey,Campus Estado de México, México. |