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Por Raymond Colle
Número 37
La digitalización
La industria discográfica se dirige hacia "una desmaterialización
del soporte", una tendencia apuntada ya en Estados Unidos y que
pronto desembarcará en Europa. La música estará almacenada en forma
digital en los discos duros de los computadores y en los aparatos
portátiles destinados exclusivamente para este fin, pero con la
particularidad de que habrá que pagar por "bajarse" la música de
la red.
lento avance de
la telefonía por Internet (voIP y Skype) --> trastorno en los servicios
de larga distancia
El poder
de la miniaturización
En los computadores
En los teléfonos móviles
La interconexión
El mercado de la electrónica no solo ha evolucionado hacia lo digital:
aparatos como reproductores de MP3, cámaras digitales y DVDs cada
vez son más baratos e interconectados. Esta tendencia, unida con
la revolución que ha significado la llegada de la tecnología inalámbrica,
hacen que el sueño del hogar digital sea hoy una realidad. No solo
los equipos de sonido se conectan inalámbricamente al PC, sino que
algunos ni siquiera requieren computador, y diversos electrodomésticos
pueden comunicarse con un teléfono celular para recibir órdenes.
La hibridación
De la interconexión a la fusión hay solo un paso, y los japoneses
fueron los primeros en darlo, integrando cámaras fotográficas (e
incluso de video) en los teléfonos móviles. Por otro lado, estos
mismos teléfonos se enriquecieron con la capacidad de conservar
listas de teléfonos para terminar fusionándose con las agendas de
bolsillo o PDAs (Personal Digital Assistant). Hoy puede ser difícil
decir si un teléfono celular cumple función de PDA o, al revés,
un PDA adquirió la capacidad del teléfono: la hibridación es tal
que se inventó un nuevo nombre: los "smartphones". Los PDAs, por
su parte, también se han fusionado con reproductores de MP3 y con
cámaras digitales. Lo que podría ser una consecuencia negativa de
este proceso es la baja sostenida de las ventas de PDAs que no tienen
estas funciones anexas, los llamados PIMs (Personal Information
Management).
Que los teléfonos
móviles puedan controlar todos los aparatos electrónicos de la casa
está dando una nueva vitalidad a la "domótica", la disciplina que
se ocupa de la integración de la computación en el control de todas
las funciones de una casa, la cual había quedado frenada por la
dificultad que representaba la necesidad de unir por cables todos
los aparatos. Los sistemas inalámbricos de corta distancia, como
Bluetooth, hacen hoy innecesarios estos cables y el establecimiento
de la necesaria red local, centralizada en un PC o una consola especial,
se encuentra enormemente facilitada. La "casa del futuro", enteramente
controlada a distancia está, por lo tanto, "a la vuelta de la esquina".
En la misma tendencia
hacia la hibridación, no será extraño descubrir que nuevas consolas
de juegos se unirán a potentes discos duros para recibir y conservar
programas de televisión, que ciertos televisores se verán adjuntar
un teclado y servirán de receptores de Internet. Con el desarrollo
de la TV digital, no hay duda que aparecerán aparatos híbridos llamados
a ser el "centro de entretención" de la casa. La
"multimedialización"
Los traspies
y balbuceos de la música digital
Los sistemas de tramsisión
de archivos "entre pares" (P2P) han tenido un rápido crecimiento
en los últimos años, aunque han servido más que todo -al parecer-
para intercambiar ilegalmente música digital y -en menor medida-
software pirateado. Han sido el principal factor que ha llevado
a las asociaciones de discográficas a perseguir judicialmente a
los actores (usuarios y sitios de transferencia).
Exito de Apple Parece
que las disco entienden: La industria musical, reunida en Cannes
(Francia) con motivo del XXXVIII Mercado Internacional del Disco
y la Edición Musical (MIDEM), admite que debe adaptarse con urgencia
a la nueva era digital. "El viejo modelo está muriendo", afirmó
el cantante y ex líder del grupo Genesis, Peter Gabriel. Al frente
de la Plataforma Europea de Distribución de Música en Internet,
este cantante mostró su comprensión por que el soporte material
en CD pertenece al pasado, al ser suplantado por la difusion online,
vía computador. Con los distribución por Internet, los músicos podrían
tomar el control de su actividad, dejando afuera del flujo de dinero
a los empresarios de la música tradicionales si no se pliegan a
las nuevas tecnologías.
Personalidades
ficticias
En los chats es común el uso de seudónimos e incluso la adopción
de personalidades ficticias. Ésto ocurre aún con más fuerza en los
"mundos virtuales" y otras aplicaciones de la realidad virtual (principalmente
juegos), pero -con el aumento del poder de los procesadores- se
está previendo el aumento de los recursos hipermediales "traducidos"
en realidades virtuales. En los mundos virtuales es común el uso
de "avatares", que son encarnaciones elegidas por los participantes
y que pueden tener una personalidad muy diferente de la verdadera.
Según algunos autores, el uso de avatares podría ir creciendo al
punto de que el diálogo online, en vez de ser una videoconferencia,
podría ser un diálogo entre avatares. Si bien ésto tiene aspectos
positivos interesantes (se habla, por ejemplo, de la posibilidad
de encargar trajes a medida a través de un avatar), también se ha
de tener en cuenta los efectos negativos -ya presentes en los chats
y mundos virtuales- relacionados con el disfraz de la verdadera
personalidad.
eDemocracia
La eDemocracia y el eVoto, dos procesos imparables pero aún incompletos
"La democracia electrónica y el voto electrónico permiten aumentar
la participación popular en el proceso de toma de decisiones, pero
para que alcancen un éxito real y gocen de la confianza definitiva
de los ciudadanos es necesario cumplir las exigencias de seguridad
y privacidad, reducir la brecha digital, acometer una serie de reformas
legales y vencer la resistencia al cambio." (Navegante)
¿Seguridad
o espionaje masivo?
En septiembre 2002, Robert Ménard, secretario general de Reporteros
Sin Fronteras (RSF), hizo notar que la lucha antiterrorista emprendida
después de los atentados del 11 de semtiembre 2001 estaban llegando
a excesos tales que "tienden a colocar a Internet bajo la tutela
de los servicios de seguridad". La iniciativa más destacada de Bush
ha sido sin duda la TIA: "Total Information Awareness system". Se
trata de un sistema de almacenamiento ultra-amplio de todo tipo
de información, que efectuaría un seguimiento de todas las actividades
de los ciudadanos, desde su navegación por Internet hasta sus consultas
médicas, sus viajes, sus estudios, etc. Como Sauron, "lo ve todo
desde su fortaleza", dice Lee Tien, un abogado del equipo de fundación
"Electronic Frontier".
Aunque, evidentemente,
la atención ha sido atraída por el fenómeno anterior, no podemos
dejar de señalar que no ha sido el único atentado a las libertades
de comunicación. Otros gobiernos también hacen lo propio, siendo
constantes las denuncias contra China, donde el acceso a Internet
es restringido y numerosos sitios occidentales de acceso prohibido.
Además de este filtrado, el gobierno chino ha reducido las oportunidades
de acceso cerrando innumerables cibercafés, los que parecen haber
tenido un gran éxito en este país.
Pero existen otras
actividades que atropellan los derechos de los usuarios de Internet,
no para fines políticos sino comerciales, y son de dos clases: la
recopilación encubierta de datos para fines publicitarios o bien
para controlar el mercado del software, so pretexto de mejorar la
seguridad o proteger los derechos de autor.
Otro sistema de
vigilancia, mucho más difícil de detectar y evitar, es el de aplicaciones
comerciales que requieren activación a través de Internet. Ha sido
una de las denuncias en contra de Windows XP: se obtiene la activación
solo después de enviar múltiples datos (algunos pedidos descaradamente
y otros "fisgoneados" en el disco duro).
No todo lo anterior
aparece con igual evidencia en las noticias de los años recién pasados,
pero no es menos cierto que podemos detectar una tendencia preocupante
sino generalizada a actuar en perjuicio del usuario de un computador
y en total desconocimiento del mismo. Y nos parece de suma importancia
ser vigilantes y avisar de ello a toda la comunidad. Las tecnologías
digitales de comunicación facilitan la investigación y el intercambio
de conocimientos, pero también se prestan para atropellar los derechos
básicos y es necesario que los usuarios protesten y se defiendan
de tales procedimientos.
Promesas
incumplidas
Poco falta para cumplir 50 años desde el primer congreso en que
se habló de la "Inteligencia Artificial" (1956). En los años 1970,
la aparición de computadores de alta integración (con chips conteniendo
miles de transistores) y los progresos en el desarrollo de lenguajes
de programación lógica (Lisp y Prolog) llevaron a proyectar para
fines de los años 1990 la probable fabricación de la llamada "Quinta
Generación" de computadores, los cuales estarían dotados de sofisticadas
aplicaciones de inteligencia artificial (IA). Nada de ésto ha ocurrido
y los expertos saben que la "Quinta Generación" sigue casi tan lejos
que hace cincuenta años. No sólo se trata de la dificultad de codificar
y almacenar conocimientos, sino mucho más de desarrollar sistemas
capaces de duplicar los procesos de pensamiento y, muy especialmente,
de cierto tipo de razonamiento -el "sentido común- que no depende
exclusivamente de reglas de lógica, y de mecanismos que hacen intervenir
la totalidad del cuerpo en niveles inconscientes de los procesos
reflexivos. Quiénes trabajan en el campo de la psicobiología saben
hoy muy bien lo extremadamente complejo que son estos procesos y
la enorme dificultad que implica reproducirlos en medios artificiales.
Aunque este tema
no parezca, a primera vista, vinculado al de las NTICs, se debe
tomar en cuenta que la IA podría tener aplicación en numerosas actividades,
una de las cuales es la traducción automática. Quienquiera que haya
utilizado una aplicación de traducción automática sabe perfectamente
lo defectuoso que son los sistemas actuales, a pesar de sus enormes
progresos. Éste es, sin duda, un campo clave de la comunicaciones
internacionales en el cual una verdadera IA constituiría un aporte
fundamental. Es, además, inimaginable la cantidad de otros aspectos
de las comunicaciones que podrían verse transformados ("call-centers"
atendidos totalmente por máquinas; sistemas de control; sistemas
de selección -y resumen- de informaciones en la red mundial; etc.)
Otro tema que podemos
señalar como "promesa incumplida" ha sido la creación de empresas
limitadas a los negocios en Internet: es la famosa burbuja de las
"punto com", que se fue inflando entre los años 1996 y 1999 para
terminar estallando en el 2000 y 2001. De acuerdo con los principales
analistas, lo ocurrido era de esperar, ya que los sitios web de
empresas y -más aún- los que querían consituirse en empresas autónomas
nacieron con gran velocidad, sin claridad en sus objetivos y sin
un estudio acabado de sus reales oportunidad en la nueva economía
de Internet. La dinámica de la fusión de sitios y la supervivencia
(y muy relativo éxito) de los ligados a grandes empresas ha mostrado
cuál es el verdadero camino y dónde están las verdaderas oportunidades:
ser el complemento de una empresa establecida, con prestigio y reconocida
seriedad. Por ahí pasan las verdaderas posibilidades de éxito. Las
excepciones son escasas y sólo muestran la existencia de algunos
nichos no ocupados en el mundo de la economía global. Descubrir
hoy un nuevo nicho es una hazaña y pocos son los que lo logran.
Nuevos desafíos
¿Renovar o no el software? El negocio del software descansa en la
renovación frecuente de las apliaciones, lo cual se efectúa generalmente
mediante la inclusión de nuevas funciones. Pero aquí se producen
un efectos perversos. Por una parte resulta cada más difícil para
el fabricante incluir opciones que sean un real aporte para los
usuarios. Por la otra parte, la mayoría de la usuarios están más
que satisfechos con la versión que utilizan (la cual, en muchísimos
casos no es la última). Como lo ha mostrado una investigación realizada
en los Estados Unidos en la década de 1990, los usuarios raras veces
utilizan más del 60% de los recursos incluídos en sus aplicaciones.
Consecuentemente, no les interesan las nuevas versiones y no las
adquieren, salvo que un cambio de sistema operativo lo haga necesario.
Este fenómeno es incluso, al parecer, una de las razones por las
que algunos de los sistemas operativos más difundidos siguen sacando
nuevas versiones. Un sistema operativo más "poderoso" (o, al menos,
más extenso) requiere un computador más potente, produciéndose un
círculo -vicioso para el usuario- de cambio de computador y cambio
de software, para adaptar el uno al otro. Cambio evidentemente útil
para la industria. Pero caba la pregunta: ¿hasta cuando podrá explotarse
este tipo de círculo? ¿La actual crisis de la industria informática
no sería un indicio de la saturación del mercado, no sólo en cantidad
de colocaciones de nuevos equipos sino también de renovación? ¿No
se generalizará la tendencia a exigir que "no nos compliquen más
las tareas"?
Los cambios de los
estándares y el problema de los archivos: En estos días se está
discutiendo careca de la adopción de un nuevo formato de DVD (entre
HD-DVD y Blu-Ray). Los nuevos DVDs tendrían una capacidad al menos
4 veces mayor que los actuales pero utilizarían un nuevo estándar
de grabación y lectura, lo cual los haría incompatibles con los
DVDs hoy existentes (que, por lo demás, también existen en varios
formatos, si bien la industria del cine ha elegido uno solo). Éste
es un mero ejemplo del problema que planteao la conservación de
datos a largo plazo. Hemos pasado de los diskettes de 5,25" a los
3,25" y de éstos a los CDs. En algunos casos ya se respaldan datos
en DVDs (DVD-RW u otro formato) y un nuevo formato está ya por definir.
El problema de la conservación de archivos digitales se hace con
ello cada vez más complejo. La evolución de los sistemas operativos,
hasta ahora, no ha jugado un papel demasiado significativo aunque
hemos pasado por la pérdida de datos en el paso de los Apple II
a los Macintosh por falta de un medio común de respaldo.
Si bien este problema
puede ser menor en las empresas, que conservan sus datos por un
tiempo inferior al que transcurre entre la adopción y el fin de
un formato dado, el problema es mucho más significativo para las
bibliotecas digitales y las instituciones abocadas a la conservación
del patrimonio científico y cultural. Los cambios de estándares
obligan a traspasar todo de un formato a otro. Pero los costos van
en aumento a medida que crece el patrimonio y se podría, cada vez
más, tender a hacer una selección -por economía de tiempo y de materiales-
que involucra la pérdida de informaciones que podrían ser muy valiosas.
Muchos descubrimientos no encuentran aplicación inmediata sino veinte
o cincuenta años más tarde. Si se descartan por no haber tenido
aplicación, la investigación y el desarrollo futuro podrían verse
seriamente comprometidos.
Dr.
Raymond Colle
Universidad Diego Portales,
Chile. |