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Por Ricardo Casado
Número 38
Mucho
se ha escrito y hablado sobre la Gerencia en las Organizaciones
Modernas, el mundo globalizado, la competencia y otros aspectos
que marcan su desempeño. La gerencia eficaz, planificación
estratégica, calidad total, BenchMarking, método Deming
y muchos otros términos han sido acuñados en las décadas
finales del siglo pasado y en el comienzo de este milenio. Lo cierto
es que las organizaciones cada día se ven obligadas a funcionar
en un mundo competitivo donde se ven forzadas a ser más eficientes,
por que de lo contrario desaparecerían del mercado. Poco
se ha hablado sobre el papel que juegan las tecnologías como
apoyo a la eficiencia de las organizaciones modernas. Un mundo tecnológico
cambiante cada instante obliga a estar al día en el acontecer
mundial en relación con las noticias científicas y
tecnológicas generadas cada segundo y que puedan mejorar
los procesos dentro de las empresas, redundando esto en una mayor
efectividad y competitividad, garantizando así su supervivencia
en el mercado. Ya no es suficiente con que las organizaciones cuenten
con la infraestructura tecnológica computacional para la
realización de sus procesos cotidianos.
La
Internet ha insertado un gran componente a todo este mundo competitivo.
Un nuevo término surge a raíz de la introducción
de la comunicación combinada con la tecnología informática
al servicio del aumento de la calidad de vida del ser humano. Nos
referimos a “Las Tecnologías de Información
y Comunicación Social”. Los cambios que se han generado
son tan drásticos que nos ha cambiado la manera de pensar,
comprar, aprender, buscar y muchas otras cosas, que sin la tecnología
e Internet serían procesos engorrosos que ahora están
a un solo clic de distancia. Como seres humanos que trabajamos dentro
de las organizaciones, estos cambios nos han impactado drásticamente.
Surge la resistencia al cambio, la desactualización de conocimientos,
actitudes, que sin duda interferirán en el buen desempeño
de las funciones respectivas de cada persona en su área de
competencia. Ello nos obliga a plantearnos una interrogante: ¿De
que sirve una organización con lo último en tecnología,
si los empleados que allí laboran no poseen la debida cultura
cibernética para usarla?. Vamos al mundo de los cuatro ceros,
a saber: Cero Errores, Cero Fallas, Cero Tiempos de Espera, y el
último, Cero Papel.
Es
conocido por todos nosotros que a pesar de prestar nuestros servicios
dentro de organizaciones que tienen la debida plataforma tecnológica
en lo que a computación y redes se refiere, a pesar de que
estamos conectados física y lógicamente, el jefe de
un departamento manda a otro departamento los memorandos en papel
con un office boy, el cual llega quizás con días de
atraso, cuando es mucho más rápido usar la Intranet
o inclusive Internet y el mismo memorando llegaría en forma
instantánea. Esto nos lleva a una reflexión. ¿Qué
sucede con ese ser humano que está siendo bombardeado constantemente
con cambios tecnológicos que lo obligan a estar actualizado
casi a diario?. Ya no se puede pensar en carreras profesionales
de tan solo 5 años. Hoy día los títulos profesionales
vienen con fecha de vencimiento, si este profesional después
de graduado no se actualiza constantemente en su área de
competencia. El estudiar, es en estos tiempos, una función
permanente y para toda la vida.
La
organizaciones que deseen estar insertas en este mundo globalizado,
deben invertir no solo en tecnología, ya que está
totalmente demostrado que eso no es suficiente. Deben existir planes
de actualización permanente para sus trabajadores en todos
los niveles jerárquicos de la organización. Estos
planes deben contemplar programas de sensibilización como
parte inicial e insustituible, para poder llegar al objetivo final.
Es decir, que el trabajador debe estar totalmente motivado e integrado
en la organización. Ya no solo se habla de Hardware (parte
tangible de los computadores) y Software (parte intangible que hace
funcionar al Hardware), ahora se introduce un nuevo término
que es el Humanware (parte humana que hace funcionar al Hardware
y al Software).
Existe
la falsa creencia que con tecnología, todos los problemas
dentro de la organización se lograrán resolver. Craso
error, si no se toma en cuenta al componente humano. Es así
como todo plan de actualización tecnológica y de mejoramiento
dentro de las organizaciones modernas, deben tomar en cuenta como
principal prioridad al ser humano que labora dentro de ellas. Con
la debida motivación no es necesario el tener que exigir
a los trabajadores que cumplan sus funciones, simplemente por el
hecho de estar motivados, harán más de las funciones
exigidas en el cargo que ocupan. Bien es cierto que el mejor supervisor,
es un trabajador con la debida motivación, el cual buscará
de dar lo mejor de sí para la organización en la que
trabaja. Quizás ese sea el secreto de la cultura Japonesa,
quienes se han convertido en una potencia mundial sin contar con
recursos materiales en su país.
En
definitiva las organizaciones deben apoyarse en la tecnología
para ser eficientes, pero siempre deben cuidar su principal capital,
el cual no es otro que el capital Humano, que es capaz de generar
el conocimiento que formará parte del capital intelectual
de la organización, con la debida gestión de ese conocimiento,
que se genera dentro de las organizaciones modernas.
Ricardo
Casado |