|
Por Daniel Cohen
Número
55
Introducción
Como consecuencia de las grandes transformaciones
regionales en la realidad latinoamericana, asociados
a fenómenos de naturaleza política,
social, educativa y económica, entre otros,
que han propiciado situaciones de inestabilidad
y cambios de rumbos motivados por los nuevos
paradigmas; se plantea la necesidad de reenfocar
el rol social universitario como mecanismo inductor
de mejora no sólo de la calidad de vida
de la comunidad en la cual se encuentra inserta,
sino también de la calidad de las instituciones
involucradas en la organización, desarrollo
y proyección de la vida política
y social regional.
Este proceso
de cambio, trae aparejado una serie de problemáticas
actuales, que pueden sintetizarse en los siguientes
términos:
• Creciente
brecha social a partir de la desigualdad en
la distribución del ingreso, la riqueza
y el capital educativo entre los diferentes
estratos.
• Crisis de participación, representación
y responsabilidad política por la realización
de los derechos sociales.
• Marcado retroceso de sentido, de valores
y de aquellos aspectos ético-morales
que hacen al desarrollo del capital social.
• Presencia de una "crecimiento invertido"
que muestra las contradicciones latentes y manifiestas
que trae aparejado un proceso de crecimiento
económico, que a su vez acentúa
el atraso de la estructura de la producción
y la distribución de los beneficios asociados.
La Argentina
y en especial la Región del Noroeste (NOA)
no se haya exenta de la distribución desigual
del capital educativo. Este elemento repercute
de una manera significativa en la distribución
del ingreso porque genera condiciones futuras
para el desigual acceso al mercado laboral y
las escalas remunerativas asociados a cada categoría
(en gran parte de los países latinoamericanos
el ingreso laboral, principal componente de la
distribución del ingreso, depende del
perfil ocupacional, que está predeterminado
en un 80% o más según el hogar
de origen del trabajador).
Todo lo cual
configura desde el ámbito universitario,
la necesidad de buscar, desarrollar y difundir
nuevas prácticas en sintonía con
estos nuevos escenarios sociales. El enfoque
no parte de centralizar la problemática
en un aspecto estrictamente técnico, económico
o político; ya que la situación
abarca en su dimensión un problema ético
de mayor profundidad y es aquí donde la
Universidad debe ofrecer sus respuestas para
favorecer mecanismos de integración y
movilidad social ascendente.
El análisis
del rol universitario en el marco de la sociedad
per se no debe omitir las implicaciones éticas
de los diferentes cursos de acción posibles,
ya que de primar la racionalidad técnica
y científica por sobre la ética,
pueden derivarse resultados altamente regresivos
para la comunidad en su conjunto, puesto que
la falta de equidad en una esfera puede generar
pérdida de eficiencia y desigualdades
en otras.
Uno de los mayores
desafíos de la Universidad actual, transita
no por influir solamente en los acontecimientos
sociales, sino en construir procesos sociales
con identidad regional sostenibles que aseguren
un verdadero empoderamiento desde la base.
Para ello se
debe entender cómo la Universidad redefine
su responsabilidad para establecer un equilibrio
entre las necesidades reales y el lograr incidir
en la transformación de la comunidad,
acabando con la organización separada
del saber en especialidades y, al contrario,
instituir el pensamiento holístico,
complejo, transdisciplinario y práctico
para formar una comunidad de aprendizaje asociativo
con calidad y pertinencia.
Si establecemos,
que la condición de base para un desarrollo
social sostenible universitario, depende del
grado en que los individuos puedan llevar a cabo
la construcción de un verdadero sentido
de comunidad que preserve no solamente la libertad
sino que induzca a incrementar los estamentos
de Responsabilidad Universitaria como forma de
proyección social; nos introducimos en
el campo en el que la Universidad Nacional de
La Rioja (UNLaR), no ha permanecido ajena y ha
sabido dar respuesta a estos desafíos
del Siglo XXI, desarrollando actividades enfocadas
por y hacia la comunidad; pero no con una visón
unilateral sino propendiendo a formar una comunidad
de aprendizaje con beneficios amplios y
recíprocos.
Así germinó
la idea de producir un salto intelectual, capaz
de construir sinergia mediante procesos de aprendizaje
diferentes, por medio de la reflexión
crítica que permitiese generar condiciones
institucionales y académicas, congruentes
con el rol socialmente responsable de la Universidad.
En este sentido,
se comenzó a trabajar en un ámbito
proyectivo incorporado y formando al potencial
humano bajo un criterio prosocial, constructor
de un comportamiento altruista. Así la
participación activa, se traduce en un
trabajo integrado que partiendo del estudio de
necesidades regionales y en articulación
transversal trabaja en principios de educación
formal y no formal para validar el peso estratégico
del capital humano para cualquier proceso de
desarrollo.
Bajos estos
parámetros, se trabaja en la integración,
cooperación y extensión comunitaria
a través, entre otros mecanismos,
de las Diplomaturas en Organizaciones No Gubernamentales,
en Recursos Humanos y en Formulación de
Proyectos Sociales; para la formación
y solidificación de liderazgo asociativo.
Este proceso endógeno trabaja sobre la
motivación del individuo, el respeto por
la significación del trabajo realizado
y el compromiso traducido en acción. Estas
mismas actividades, se extendieron a la Región
del Noreste Argentino (NEA) por convenios de
la UNLaR con organismos de dicha región,
a efectos de propender no sólo a la integración
regional sino trabajar asociativamente con principios
y valores pertenecientes tanto al plano personal
como al plano social (bien común y equidad
social).
Dado que el
fortalecimiento de la identidad y de la pertenencia,
suponen el reconocimiento de los aportes constructivistas
que cada actor puede realizar a la propia comunidad,
la Universidad trabaja sobre el concepto de sostenibilidad
ciudana que implica una participación
multidimensional desplegada en un abanico que
incluye trabajos de campo, intervinculación
comunitaria, convenios con organismos públicos
de la esfera social, encuentros abiertos, jornadas
y otras actividades.
Esta iniciativa
de trabajo aunado entre directivos, docentes,
no docentes, alumnos, graduados, organismos públicos,
empresas y comunidad, se orienta y apoya en los
Niveles de Responsabilidad Social de las Universidades,
fijados por la Red Universitaria de Ética
y Desarrollo Social:
• Manejo
transparente y eficiente de los recursos disponibles.
• Formación de los estudiantes
como personas reflexivas capaces de ver las
consecuencias de su sentir, pensar y hacer en
el medio en que viven.
• Aporte reflexivo, propositivo y práctico
de la Universidad a la sociedad.
Para lograr
estos objetivos fue menester:
• Entender
cómo la Universidad debe redefinir su
rol social y comprometido.
• Establecer un equilibrio entre las necesidades
reales de la vida personal/profesional para
incidir en la transformación de la sociedad
y las organizaciones que la componen.
• Resolver la ambigüedad y ambivalencia
de valores entre la universidad y su entorno.
• Acabar con la organización separada
del saber en especialidades y, al contrario,
instituir el pensamiento holístico, complejo,
trandisciplinario y práctico para formar
profesionales con responsabilidad y compromiso
social.
La idea subyacente
en el desarrollo de las Diplomaturas citadas,
es permitir que los contenidos y marcos académicos,
incluyan formación y reflexión
que impulsen a la transformación de situaciones;
así como tender a la aplicación
de los conocimientos de una manera activa y positiva
en programas y acciones de interés comunitario.
A partir de
la a combinación de prácticas de
campo, con seguimiento tutorial especializado
y personalizado, se ha logrado:
• Incorporar
la solidaridad como experiencia de
aprendizaje y formación profesional.
• Trabajar en forma paulatina para tender
a la integración del concepto de Responsabilidad
Social a los documentos estratégicos
de las distintas organizaciones de la comunidad
riojana y chaqueña como parte de su visión,
misión y principios.
• Aumentar la conciencia ética
y social, incentivando conductas éticas
y responsables dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las actividades
desarrolladas a nivel de gestión, docencia,
investigación aplicada y extensión
comunitaria (proyección social), se materializaron
en base a:
• Desarrollo
de una óptica innovadora para visualizar
los problemas emergentes y potenciales regionales,
no solamente con un sesgo académico sino
utilitario y práctico.
• Facilitamiento de la apertura
hacia la comunidad para lograr una alternancia
entre la lógica y las necesidades de
bien común.
• Generación de incentivos permanentes
para el logro de acciones persistentes basadas
en el logro, crecimiento y proyección
de metas plurianuales concordantes con las estrategias
universitarias.
• Manejo de prácticas pedagógicas
de Educación No Formal coadyuvantes
al proceso de apertura e integración
de la universidad hacia la comunidad.
La creación
y el apoyo de sinergia al fomento de estructuras
solidarias y participativas, constituye una de
las estrategias de acción principales
llevadas a cabo por la UNLaR; que en forma coordinada
con los múltiples actores involucrados,
se ha proyectado a la comunidad de una sólida
manera, mediante la formulación y ejecución
de actividades conjuntas y de su seguimiento
mediante la bibliografía.
Bibliografía:
COHEN,
Daniel: “Responsabilidad Social: Desafíos
de la Universidad. Revista
DirCom, Nº 65, 2006. Buenos Aires.
Noviembre de 2006.
DEBELJUH,
Patricia, “La conquista de las virtudes
en la empresa. El aporte de los códigos
de ética”. Temas Grupo Editorial.
Buenos Aires. 2002.
EL FUNDAMENTO
ÉTICO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE
LA EMPRESA. Universitas, Revista de la Pontificia
Universidad Católica Argentina. Número
1.Buenos Aires, noviembre de 2005. Páginas
27 a 42.
ETKIN,
Jorge: "La doble moral: el vacío
ético en las organizaciones duales",
en Enoikos, Ed. Facultad de Ciencias
Económicas, Univ. de Buenos Aires, 1998.
INDICADORES
DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIA, Instituto
Ethos. Instituto Argentino de Responsabilidad
Social Empresaria. Buenos Aires. 2004/2005.
KLIKSBERG,
Bernardo. “Más ética más
desarrollo”. Temas Grupo Editorial, 3º
Edición. Buenos Aires. 2004.
KLIKSBERG,
Bernardo: "Capital social y cultura: claves
olvidadas para el desarrollo", Buenos Aires
1999.
KLIKSBERG,
Bernardo: "La Responsabilidad Social Universitaria",
programa PNUD, Buenos Aires 2005.
LOZANO,
Josep M.: “Los gobiernos y la responsabilidad
social de las empresas: políticas públicas
más allá de la regulación
y la voluntariedad”. Barcelona. Granica,
2005
PUJADAS,
Carlos y DURAND, Julio C. “Responsabilidad
Social Universitaria”. Revista Acento,
Nº 1. Mendoza. Agosto de 2004.
Lic.
Daniel Cohen
Director de las Diplomaturas en Organizaciones
No Gubernamentales, en Recursos Humanos y en Formulación
de Proyectos Sociales, desarrolladas a través
del Departamento Académico de Ciencias
Sociales, Jurídicas y Económicas,
de la Universidad Nacional
de La Rioja, Argentina. |