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Por Alejandro Ocampo
Número
57
Bienvenidos
a la edición 57 de Razón y Palabra.
En esta ocasión la coordinación
del número corrió a cargo del doctor
Héctor Gómez de la Universidad
Iberoamericana León y está dedicada
a la reflexión en torno a la Comunicología.
Este grupo,
llamado Grupo hacia una Comunicología
Posible, GuCOM, e integrado por una serie de
académicos ubicados en distintas universidades
latinoamericanas, representan un proyecto interesante
en torno a la (re)fundación y (re)pensamiento
en torno a las problemáticas Ciencias
de la Comunicación.
Y es que, deudora
de la carrera del periodismo –que es un
arte- como antecedente directo y profesión
(Cfr. Islas, Gutiérrez y CampoGarrido
(Enero, 2002). “Por el Accidentado Sendero
de la Comunicación Productiva en México”.
Razón y Palabra, 24. Recuperado
el 29 de mayo de http://www.razonypalabra.org.mx/espejo/2002/enero.html)
la carrera de Ciencias de la Comunicación
se construyó con la mirada de consolidarla
al lado de sus propios investigadores, en un
paralelo de la psicología y de la sociología
–de las que, por lo demás, echa
muchísima mano cuando se concentra en
el estudio de los medios masivos- en tanto estudiar
lo social desde una perspectiva científica.
Sin embargo, aunada a los propios problemas que
ha enfrentado la ciencia y sus reformas –con
Popper, Lakatos, Feyerabend y Nicol por citar
algunos de los que más han contribuido
a esta discusión-, el estudio de la Comunicación
con pretensión científica ha estado
siempre bajo una crisis epistemológica.
Por esta razón
considero, tanto en el aspecto personal como
en el que tiene que ver con mi actividad de académico,
que entrar de lleno a esta discusión es
una obligación y una responsabilidad para
todos aquellos que formamos parte de esta comunidad.
Si bien reconocemos la fatalidad de que no ha
de ser encontrada la piedra filosofal que todo
ha de explicarlo, sí podemos construir
un andamiaje desde el cual podamos entender mejor
esta realidad. Esa, me parece, debe ser la primera
finalidad de toda ciencia.
Entonces, recordando
al lúcido Ortega y Gasset a propósito
de esta inquieta actitud de indagar y de hacer
algo con nuestra vida, comparto con ustedes esta
cita:
La nota más
trivial, pero a la vez más importante
de la vida humana, es que el hombre no tiene
otro remedio que estar haciendo algo para sostenerse
en la existencia. La vida nos es dada, puesto
que no nos la damos a nosotros mismos, sino
que nos encontramos en ella de pronto y sin
saber cómo. Pero la vida que nos es dada
no nos es dada hecha, sino que necesitamos hacérnosla
nosotros, cada cual la suya. La vida es quehacer.
Y lo más grave de estos quehaceres en
que la vida consiste no es que sea preciso hacerlos,
sino, en cierto modo, lo contrario; quiero decir,
que nos encontramos siempre forzados a hacer
algo pero no nos encontramos nunca estrictamente
forzados a hacer algo determinado, que no nos
es impuesto este o el otro quehacer, como le
es impuesta al astro su trayectoria o a la piedra
gravitación. Antes que hacer algo, tiene
cada hombre que decidir, por su cuenta y riesgo,
lo que va a hacer (Ortega y Gasset (1987). Historia
como sistema y otros ensayos de filosofía.
España: Alianza.
Así pues,
no me queda sino agradecer tanto al profesor
Gómez como al GuCOM, por su contribución
a esta discusión. Espero ustedes la encuentren
igual de provocadora al pensamiento.
Feliz verano
Alejandro
Ocampo Almazán
Director de Razón y Palabra |