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Por Dr.
Javier Esteinou Madrid
Número 21
INDICE.
1.-
EL RETIRO DEL ESTADO COMO RECTOR DE LA CULTURA Y LA COMUNICACION
NACIONALES.
2.- LA APLICACION DE LA POLITICA DEL LAISSEZ FAIRE INFORMATIVO.
3.- EL DEBILITAMIENTO DEL MODELO DE MEDIOS DE COMUNICACION DE SERVICIO
PUBLICO.
4.- LA DESRREGULACION Y AUTORREGULACION CRECIENTE DE LAS COMUNICACIONES.
5.- EL DISEÑO DE LA COMUNICACION SOCIAL DESDE LA DINAMICA
DE LA REPRODUCCION DEL CAPITAL.
6.- EL MERCADO COMO MARCO AXIOLOGICO DE VALORACION DE LA VIDA.
7.- LA CULTURA DETERMINADA POR EL MERCADO.
8.- LA CANCELACION DE LA CULTURA HUMANISTA.
9.- EL ACRECENTAMIENTO DE LOS CONFLICTOS CULTURALES.
10.- EL REFORZAMIENTO DEL MODELO DE COMUNICACION-MERCADO.
A.-
LA COMUNICACION COMO ACELERADORA DEL CAPITAL.
B.- LA COMUNICACION COMO MERCANCIA.
C.- LA OBTENCION DE LA GANANCIA A CORTO PLAZO.
D.- RECUPERACION DE LA GANANCIA EN TERMINOS MONETARIOS.
E.- EL USO DE IDEOLOGIAS MODERNIZADORAS PARA ABRIR LAS FRONTERAS
CULTURALES.
F.- EL SURGIMIENTO DE LA VIDEO-VIDA.
G.- LA ANARQUIA CULTURAL
H.- LA PRESENCIA DEL MALTHUSIANISMO CULTURAL.
I.- LA TRANSFORMACION DE LOS VALORES.
J.- SURGIMIENTO DEL NEOCONSUMO NACIONAL.
K.- LA SOBREVIVIENCIA DE LAS IDEOLOGIAS DEL MERCADO.
L.- LA PRODUCCION DE LA CULTURA CHATARRA.
M. LA COMUNICACION SALVAJE.
N.- LA CULTURA IDIOTA.
Ñ.- DIFICULTADES PARA CONSTRUIR LAS CULTURAS DE LA SOBREVIVENCIA.
O.- LA CRISIS ETICO-MORAL.
P.- EL DEBILITAMIENTO CULTURAL DE LOS ESTADOS LATINOAMERICANOS.
II.-
¿ QUE HACER ?: HACIA LA FORMACION DE UNA NUEVA POLITICA DE
COMUNICACION SOCIAL EN EL MARCO DE LA GLOBALIZACION.
III.- NOTAS.
I.-
TENDENCIAS INFORMATIVAS Y CULTURALES DERIVADAS DE LA APLICACION
DE LAS LEYES DEL MERCADO.
El
proceso de transformación moderna que ha experimentado América
Latina desde la década de los años ochentas a la fecha
con la aplicación de las leyes del mercado en todos los ámbitos
de la vida, ha producido profundos cambios en las estructuras económicas,
políticas, sociales, agrícolas, tecnológicas,
mentales, legales, etc., de nuestra región (1).
Estos cambios, a su vez. han transformado los sistemas de vida,
organización, trabajo, educación, producción,
competencia, etc. de la mayoría de la población latinoamericana.
Pero
dichas modificaciones no sólo han impactado en la base económica
y política de las sociedades latinoamericanas, sino sobretodo
han repercutido fuertemente sobre las estructuras culturales, informativas
y espirituales de nuestra región. Ante ésta realidad
histórica contundente, el problema ya no es preguntarnos
si Latinoamérica acepta o no la globalización cultural
e informativa que se ha impuesto y que ha atravesado el mundo de
finales del siglo XX; sino que ahora debemos reconocer, para bien
o para mal, que al inicio del nuevo milenio la globalización
comunicativa es un hecho irresistible al cual ya estamos incorporados
como comunidades y del cual no podemos desprendernos. Por ello,
la pregunta que debemos colocar en la reflexión contemporánea
de comienzo del nuevo siglo es ¿ Qué podemos obtener
positivamente del proceso globalizador y como podemos sobrevivir
culturalmente como naciones en ésta rápida reorganización
cultural e informativa del mundo?
Por
ello, después de haber aplicado la dinámica del libre
comercio durante varios años sobre las superestructuras mentales
de América Latina hoy es sumamente importante analizar ¿
Cómo la aplicación de las leyes del mercado han transformando
el esqueleto y la dinámica de nuestra cultura y comunicación
latinoamericana ?
Reflexionando
sobre esta realidad, podemos decir que la aplicación de las
reglas de mercado al terreno de la cultura y la información
colectiva en Latinoamérica, especialmente de los medios electrónicos,
han ocasionado, entre otras, las siguientes 10 transformaciones
estructurales sobre nuestras sociedades:
1.-
El Retiro del Estado Como Rector de la Cultura y la Comunicación
Nacionales. La mutación más grande que se ha producido
ha sido el retiro creciente del Estado latinoamericano como instancia
rectora de los procesos de cultura y comunicación nacionales,
para delegar ahora su dirección a la dinámica del
mercado bajo el mecanismo de acción de la oferta y la demanda
informativa. Así, la rectoría del Estado en el campo
de la conciencia de lo público ha quedado substituida por
la intervención de las leyes del mercado con su Mano
Invisible de regulación natural, que no ha sido otra
realidad que la acción de la Garra Invisible
de los intereses de las grandes monopolios de la difusión
sobre el proceso de la cultura y la conciencia nacional.
De
ésta forma, ante el florecimiento en América Latina
en la década de los noventas de las tesis modernizadoras
que han sostenido el adelgazamitnto, la privatización, el
repliegue, la desregulación, la globalización y la
transnacionalización de todos los campos de lo público;
hoy se ha formulado oficialmente, cada vez mas, con mayor convencimiento
que la dirección cultural de las sociedades latinoamericanas
no debe conducirse por la acción interventora de políticas
planificadoras de los Estados; sino que debe ser guiada por el equilibrio
"natural" y perfecto que produce el juego de los libres
principios del mercado entre productores y consumidores culturales.
2.-
La Aplicación de la Política del Laissez
Faire Informativo. Para que el modelo de desarrollo modernizador
se haya consolidado en América Latina, ha sido indispensable
la creación de una nueva conciencia masiva modernizadora
que respalde y afiance las acciones de operación del mercado.
Dicha conciencia ha producido, a nivel masivo, a través de
los medios electrónicos de comunicación, las condiciones
subjetivas necesarias para el funcionamiento de nuestras comunidades
dentro de las nuevas relaciones competitivas del mercrdo mundial.
La
esencia de ésta conciencia modernizadora ha formulado que
ante la nueva globalidad internacional para ser eficientes, especialmente,
en el terreno comunicacional; hay que aceptar indiscriminadamente
en América Latina la propuesta de asimilar los principios
del "laissez faire informativo" en el terreno comunicativo
o cultural, o lo que es lo mismo, asumir la mentalidad de que "lo
que no deja dinero a nivel cultural, no sirve". Bases que,
llevadas a sus últimas consecuencias, en la práctica
real han planteado el peligro de que en vez de fortalecer nuestras
culturas nacionales en este período de globalización,
estas se flexibilicen, y en ocasiones, hasta erosionen más
sus valores para incorporarnos eficientemente como sociedades y
sin restricción alguna a la nueva estructura de competencia
y de acumulación de los mercados mundiales.
3.-
El Debilitamiento del Modelo de Medios de Comunicación
de Servicio Público. Presionado por el retiro del Estado
como instancia rectora de la comunicación y por la imposición
de las fuertes tendencias que han introducido las políticas
econométricas neoliberales para convertir a los Estados latinoamericanos
en entidades altamente eficientes, se ha generado una
severa crisis y al mismo tiempo una desaparición creciente
del modelo de medios de comunicación de servicio público
que durante tres décadas habían funcionado en la región;
para ahora dar paso mayoritariamente al proyecto de mercado con
sistemas de información privados alramente mercantilizados.
Es decir, debido a que las leyes de la "libre competencia"
han exigido que las empresas contiendan entre si con sus propios
recursos y sin apoyo estatal, los gobiernos latinoamericanos han
retirado gradualmente los subsidios que fortalecían a los
medios públicos y éstos cada vez más han tenido
que luchar con sus propios recursos para sobrevivir ante la fuerte
presión de las empresas privadas.
Ello
significa, que el esquema de medios de comunicación de servicio
público al dar marcha atrás el Estado Benefactor que
lo mantenía a base del presupuesto oficial, crecientemente
ha tenido que buscar a otras fuentes de ingreso para sobrevivir
que, básicamente, han girado alrededor de la venta del tiempo
de pantalla a las grandes empresas monopólicas y de la comercialización
publicitaria. Esta situación ha obligado a que el modelo
de información público se comercialice "reduciendo
su pluralismo y originalidad, abriendo mayor campo aún a
los grupos multinacionales tanto en lo que se refiere a la propiedad
de las emisoras, como a su programación" (2).
De
esta forma, derivado del orden social darwinista que ha impuesto
el neoliberalismo con la práctica del mercado para que la
sociedad funcione libremente beneficiando al más fuerte,
se ha comprobado la inclinación progresiva de los Estados
latinoamericanos para reducir o abandonar el financiamiento del
modelo de medios de comunicación de servicio público
a través de permitir la veloz privatización y la adopción
del nuevo esquema comercial que dirigen los principios del mercado.
En este sentido, al principio del nuevo milenio nos enfrentamos,
a corto plazo, a una transformación del modelo de comunicación
pública, y a largo plazo, quizás a su desaparición
o existencia muy restringida.
Con
ello, se ha observado en América Latina el tránsito
radical de un proyecto de comunicación y cultura colectivas
dirigidas por el Estado, por más deficiencias, limitaciones
y errores que haya tenido en el pasado; a una práctica informativa
conducida por el mercado orientada por el objetivo de producir de
rápidas ganancias, a costa de lo que sea.
4.-
La Desrregulación y Autorregulación Creciente de
las Comunicaciones. Al convertirse los procesos de comunicación
en elementos estratégicos para la realización y reproducción
del sistema económico, con la aplicación de los nuevos
acuerdos de mercado los gobiernos y los concesionarios de los medios
de información latinoamericanos han planteado insistentemente
que en un mundo sistémico, sin fronteras, competitivo
y globalizado, para que la dinámica del mercado se pueda
realizar se requiere libertad de información. Por ello, no
deben ponerse mas regulaciones que las necesarias a la libertad
de expresión en la región, so pena de caer en burocratismos
extremos o lo que es peor, en la inoperancia de la ley. La sobre
reglamentación se opone al avance económico
(3).
En
consecuencia, se formula que lo que se debe fomentar en América
Latina en las sociedades modernas crecientemente competitivas es
el libre flujo de la información y no su restricción.
Por lo tanto, el funcionamiento de los procesos de comunicación
no deben reglamentarse con normatividades rígidas, sino sólo
se deben crear mecanismos muy flexibles que permitan la autorregulación
de los medios de difusión, como son los Códigos de
Etica, los Tribunales de Honor y los Reglamentos de Buen Comportamiento
Profesional, etc.
Con
la propuesta de la desregulación del funcionamiento de los
medios de información en Latinoamérica y su substitución
por los procesos de "autorregulación absoluta"
por parte de los gobiernos y de los propietarios, se ha caído
en la concepción liberal extrema de crear en América
Latina el "Estado Cero" en el terreno comunicativo. Esta
concepción plantea que el Estado no es necesario como instancia
rectora para dirigir a la sociedad, ya que esta es tan perfecta
que se puede autoconducir a si misma por las leyes de la mano invisible
de las lógicas del mercado. Así, se ha formulado que
en materia informativa el Estado debe reducirse a su mínima
expresión (fórmula cero), para dejar que la sociedad
se conduzca por otros mecanismos naturales de autorregulación
del poder.
Dicha
teoría y práctica económico-social ha demostrado,
a lo largo del siglo XX su enorme fracaso y límites al reflejar
que, finalmente, toda sociedad moderna siempre requiere la presencia
de un sólido Estado rector que equilibre los desajustes y
las crisis que produce el funcionamiento autónomo o desbocado
de la dinámica del mercado. Es decir, para crear las mínimas
condiciones de gobernabilidad en la región, es necesario
que todas las acciones públicas colectivas estén reglamentadas
por la ley, pues de lo contrario se crean las bases oficiales para
el surgimiento de los grandes espacios de anarquía social.
Es
por ello, que la autorregulación de los medios de comunicación
vía los Códigos de Etica y otros recursos morales,
son mecanismos colegiados muy útiles que pueden ayudar a
garantizar complementariamente el funcionamiento de los medios de
comunicación, pero nunca deben operar como elementos únicos
o solos para normar y conducir socialmente esta estratégica
acción colectiva. Una tarea tan central para construir una
sociedad democrática, equilibrada y participativa no puede
quedar expuesta a los altibajos subjetivos, caprichosos o discrecionales
de los intereses políticos del poder o sujeta a la voraz
dinámica de la "Mano Invisible del Mercado"; sino
que debe ser reglamentada con toda exactitud por el interés
colectivo latinoamericano, como cualquier otro derecho social básico,
para garantizar su existencia y sana aplicación comunitaria.
De
lo contrario, siguiendo el razonamiento de la lógica autónoma
del mercado por sobre el orden social regulado colectivamente, también
podemos demandar que no existan reglamentos de los cuerpos de policía,
pues las comunidades pueden autoregular espontáneamente sus
delitos. No se requieren leyes para normar el servicio de recolección
de basura, porque la sociedad por si misma puede autoregular como
tirar sus desperdicios orgánicos. No se requiere una legislación
de comportamiento bancario, pues los banqueros se pueden autoregular
a si mismos en beneficio de la sociedad. No es indispensable una
legislación sobre la educación básica, pues
cada ciudadano puede asegurar por si mismo su formación educativa.
No es necesario un reglamento fiscal, pues todos los ciudadanos
pueden autoregular voluntariamente el pago de sus impuestos, etc.
En suma, el Estado sale sobrando como órgano de regulación
colectiva, pues la sociedad se puede autoregular a si misma en todos
los órdenes de la vida (4).
Debemos
de considerar que la ética no puede sustituir o suprimir
al derecho, sino sólo enriquecerlo y complementarlo. No podemos
cambiar el estado de derecho por la aplicación de un "eticómetro"
de los concesionarios y empresarios de los medios de comunicación
que es un instrumento subjetivo de buena voluntad, absolutamente
vulnerable ante las fases de presión económica y política
reales, como lo ha demostrado la historia de la comunicación
latinoamericana a lo largo del siglo XX (5).
5.-
El Diseño de la Comunicación Social Desde la Dinámica
de la Reproducción del Capital. Con el lugar estratégico
que el nuevo modelo de desarrollo modernizador le ha concedido al
mercado para ser el eje fundamentde comunicación social más
apremiantes de la población; sino que se ha derivado de la
incorporación acelerada de nuestras sociedades al mercado
mundial, que no es otra realidad que la reactivación y la
ampliación intensiva del proyecto económico super
transnacional en la periferia.
La
sociedad civil o los grupos emergentes sólo aparecen en la
programación de los medios de difusión colectivos
cuando desde los criterios del negocio son noticia,
un objeto informativo o una mercancía más
atractiva que puede elevar el raiting de las empresas, pero no son
considerados permanentemente como sujetos o entidades generadores
de opinión que tengan derecho a un espacio colectivo de participación
informativa.
6.-
El Mercado Como Marco Axiológico de Valoración de
la Vida. Desde una perspectiva humana, el ejercicio de la práctica
comercial sobre la base cultural ha significado que, cada vez más,
el mercado ha sido la autoridad que determina el valor de las personas
y la vida en la región y no las fuerzas y procesos sociales
en los que éstos están inscritos. Esto es, el reconocimiento
social, la dignidad de la persona, su retribución económica,
etc., es crecientemente definido y valorado por el mercado y no
por las dinámicas de justicia y humanización.
Por
ejemplo, esta situación se comprueba en el campo laboral
de nuestras sociedades, cuando, paradójicamente, constatamos
que contrariamente a los precedentes que caracterizaban a nuestras
culturas madres, especialmente mesoamericanas, donde el "Hombre
Viejo" era mas valorado como sabio para participar y dirigir
al conjunto social; ahora con la introducción creciente de
la lógica del mercado en las relaciones contractuales latinoamericanas
presenciamos que en el momento en que el ser humano se acerca a
los 40 o 45 años de edad y está en su fase más
madura y experimentada de la vida, ya no es contratado por la mayoría
de las empresas por no ser competitivo. Esto comprueba que cada
vez más el valor de lo humano está determinado por
el mercado y no por los procesos sociales.
7.-
La Cultura Determinada Por el Mercado. En términos educativos,
la aplicación del modelo de mercado al terreno cultural ha
representado que, en la actualidad, cada vez mas, sean las bases
de la mercadotecnia las que gobiernan la orientación y la
acción de las instituciones culturales y comunicativas de
nuestra región; y no las directrices del desarrollo social
y espiritual de nuestras comunidades. Es decir, la modernización
neoliberal básicamente ha reducido el proyecto comunicativo
y cultural de los Estados y de la sociedades latinoamericanas a
fortalecer y expandir las relaciones de mercado en nuestro continente;
y no a ampliar y reforzar los procesos culturales más abiertos,
democráticos y participativos que durante tanto tiempo han
demandado los grandes sectores básicos de nuestros territorios.
8.-
La Cancelación de la Cultura Humanista. Desde el punto de
vista de la formación de conocimientos la aplicación
de Ley del Mercado al campo educativo está cancelando en
América Latina las carreras de Filosofía, Antropología,
Sociología, Ciencia Política, Historia y otras disciplinas
humanistas por asegurar que no son rentables o necesarias para los
criterios de la modernidad por no ser productivas. Ante esta realidad
debemos preguntarnos ¿Qué sucederá con las
sociedades que progresivamente cancelan la existencia de las disciplinas
especializadas en su autoconocimiento como sociedad ?. Frente a
esta realidad se puede decir que al aplicarse esta política
tan pragmática se están formando las bases de una
"ceguera social" de grandes dimensiones, pues los principios
del mercado están abortando las áreas del conocimiento
humano especializadas en el análisis propio de las comunidades.
Ante ello, debemos interrogarnos ¿ A dónde va una
sociedad que ve todo, excepto a sí misma?
9.-
El Acrecentamiento de los Conflictos Culturales. Con la introducción
extensiva de las leyes del mercado al terreno cultural y comunicativo,
oficialmente se planteó hace varios años al inicio
de los procesos privatizadores latinoamericanos que dichas actividades
se volverían más productivas, que se romperían
los monopolios tradicionales en éste rubro al promoverse
la libre competencia cultural, que se aumentarían la calidad
de los productos elaborados, que se abrirían nuevos espacios
de participación social dentro de ellos, que se elevaría
la eficacia de las dinámicas culturales, que se agilizaría
la producción comunicativa, que se aceleraría la modernización
informativa, que se ampliaría y versatilizaría las
fuentes de financiamiento de las empresas culturales, que se aceleraría
la apertura de nuestra estructura mental al flujo mundial de información,
etc; en una idea, que se enriquecerían fundamentalmente estas
actividades al vincularse con los procesos de la modernidad.
Sin
embargo, no obstante estas posibles ventajas que ha prometido alcanzar
la aplicación acelerada de los principios de las leyes del
mercado sobre otras lógicas sociales en el terreno comunicativo-cultural
con el establecimiento de la dinámica del mercado en América
Latina; observamos que dichas acciones no han sido fuerzas o dinámicas
suficientes para resolver las tremendas contradicciones culturales
e informativas que existen en nuestras sociedades. Es más,
se ha constatado que debido a la naturaleza eminentemente mercantil
de esta racionalidad económica aplicada al campo cultural
latinoamericano, en lugar de resolver nuestros problemas de comunicación,
en el fondo han acrecentado nuestros conflictos de culturas nacionales.
Esto debido, a que en diversos momentos este fenómeno ha
llegado a ser la aplicación de una falsa ley entre libre
oferta y demanda entre fabricantes y compradores, por las siguientes
dos razones:
En
primer lugar, porque hoy día en Latinoamérica esta
realidad se encuentra profundamente alterada por la deformación
del consumo que actualmente realiza la actividad publicitaria de
los grandes monopolios económicos. Es decir, en la sociedades
latinas de finales de milenio, en muchos casos, ya no existe una
demanda natural del consumidor; sino crecientemente asistimos a
una decisión ó gusto inducido por la enorme saturación
publicitaria que cotidianamente producen los medios de comunicación
de masas, especialmente electrónicos, sobre los diversos
campos de conciencia de las poblaciones. Esta situación ha
avanzado a tal extremo que en la actualidad ha ocasionado que muchas
veces la demanda dependa de la oferta y no la oferta de la demanda:
Las mercancías que se ofrecen, se venden, no tanto por las
rigurosas características físico-materiales que poseen;
sino por el estratégico papel que ejercen las técnicas
de persuasión publicitaria sobre nuestros sentidos e inconsciente
(6).
Por
consiguiente, en la actualidad, en muchos casos, el mercado ha pasado
de ser una relación de equilibrio natural entre
los elementos económicos de la producción y el consumo;
para convertirse en la imposición de una relación
artificial de los grandes monopolios sobre la población,
para satisfacer sus necesidades de concentración material.
En
segundo lugar, porque aunque en la exposición teórica
de las tesis clásicas de la libre competencia se formula
que en América Latina esta se dará con toda libertad;
en la práctica real del liberalismo más avanzado que
hoy experimentamos se confirma que esta no existe con tal apertura;
pues, cada vez mas, se da un proteccionismo acentuado de las naciones
mas desarrolladas en favor de sus áreas económicas
mas frágiles. Esto signifia, que a través de la aplicación
de los principios del mercado a lo que nos enfrentamos en el fondo
en Latinoamérica no es a una dinámica de libre competencia;
sino al autoritarismo económico de los grandes trusts que
actúan en nuestra región.
Esta
práctica ha contribuido a aumentar los problemas culturales
y a debilitar la estructura y contenidos de nuestra culturas nacionales.
10.-
El Reforzamiento del Modelo de Comunicación-Mercado. Con
el retiro del modelo de medios de servicio público que ha
exigido el esquema de desarrollo del mercado y la primacía
de los principios del mercado el sistema de medios comercial-privados
se ha expandido notablemente en la región, llegando a ser
éste el patrón dominante en nuestra atmósfera
cultural, y con ello, se ha privatizado el campo de lo público.
Es decir, al final del siglo XX las políticas culturales
públicas y colectivas que se elaboran en nuestras sociedades,
cada vez más, se construyen desde las necesidades privadas
de la reproducción del capital y no desde las necesidades
de avance y humanización de la población.
De
esta manera, al concluir el milenio el Estado y las sociedades latinoamericanas
cuentan con menor infraestructura mental y comunicacional para crear
la cultura indispensable que demanda el proceso de sobrevivencia
social de nuestro continente y con mayor logística cultural
para crear las condiciones subjetivas de reproducción del
capital ampliado a escala global. Así, al ser progresivamente
regida la cultura y la información por las leyes del mercado
el proyecto de conciencia y comunicación colectiva que se
ha producido en nuestro continente, a través de los medios
de difusión masivos y de otras infraestructuras culturales,
ha sido una propuesta lucrativa de acumulación, que se ha
regido, entre otros, por los siguientes 17 principios (7):
A.-
La Comunicación Como Aceleradora del Capital. A partir
de la aplicación de las reglas del mercado los procesos de
comunicación se han concebido crecientemente como instrumentos
aceleradores del proceso de realización de capital y no como
herramientas para la elevación de la conciencia y el cambio
colectivo para resolver los problemas de crecimiento nacional. Esto,
ha contribuido a producir una nueva valoración estratégica
del campo de las telecomunicaciones y de la industria audiovisual
que ha desatado una lucha nacional y continental por la concentración
privatizada de las cadenas de difusión sin ningún
precedente histórico en la región.
B.-
La Comunicación Como Mercancía. Para adecuar
el espacio cultural de las sociedades latinoamericanas a las nuevas
necesidades del mercado que plantean los acuerdos comerciales, se
ha alterado la concepción tradicional de la naturaleza de
la actividad comunicativa que la comprendía como un producto
social y se ha pasado, con mayor velocidad, a entenderla ahora como
una simple mercancía mas que debe estar regida por los principios
de la oferta y la demanda.
C.- La Obtención de la Ganancia a Corto Plazo. Cada
vez más, se ha buscado obtener la ganancia a corto plazo
a costa de lo que sea. Mientras menor sea el tiempo de recuperación
de la inversión realizada, mayor atractivo es el proyecto.
Esto representa, que las inversiones mayoritarias que se destinan
al terreno cultural y comunicativo están definidas muy directamente
por la rapidez de la recuperación de la ganancia económica
y no por otros criterios más humanos y equilibrados que anteriormente
introdujo el Estado Benefactor.
D.-
Recuperación de la Ganancia en Términos Monetarios.
La ganancia ha sido solicitada en términos monetarios y no
de otro tipo de retribución, como puede ser el "enriquecimiento
social" o la "humanización de la población"
o el cambio de conciencia colectiva. Para la realidad
cultural e informativa de mercado esto significa que aquellas actividades
que no producen "ganancias pecuniarias" y no de otro tipo,
no son apoyados por las principales instituciones comunicativas
de los países latinoamericanos. Por consiguiente, los proyectos
culturales de apoyo al desarrollo social han quedado crecientemente
marginados o han desaparecido.
E.-
El Uso de Ideologías Modernizadoras Para Abrir las Fronteras
Culturales. Con el fin de ampliar más los márgenes
de la acción transnacional sobre el campo de la cultura y
la comunicación en el proceso de modernización que
vive América Latina, el mercado mundial ha recurrido crecientemente
al uso de dos ideologías neoliberales para legitimar su avance
y penetración en la periferia: la tesis del "Libre Flujo
Internacional de la Información" y la ideología
del Acceso a la Modernidad Cultural".
Así,
por una parte, argumentando que en la "Era de la Información"
el mundo se ha convertido en una "aldea universal" a través
de la expansión de las telecomunicaciones y el crecimiento
de las redes de información, que ha ocasionado que todas
las culturas estén interrelacionadas entre sí, derrumbando
las "Fronteras Culturales"; se ha revitalizado la tesis
del "Libre Flujo Internacional de la Información"
para ampliar las posiciones del capital. Justificación, que
en el fondo, no es otra cuestión que la premisa para permitir
la fácil difusión y penetración de las imágenes
transnacionales a todas las zonas del planeta, pues son sólo
estas empresas las que pueden competir intensamente a escala global.
Por
otra parte, paralelamente se ha promovido la adopción de
la ideología del acceso a la modernidad cultural"
que en términos de concepciones de masas ha sido la visión
que intenta homogeneizar la mayor parte de los campos de imaginarios
sociales en base a los nuevos valores del consumo y el disfrute
neoliberal para facilitar la expansión del mercado capitalista
que exige el nuevo proceso de concentración de capital a
escala mundial. Así ha surgido en la América Latina
de la década de los 90 s. un nuevo autoritarismo simbólico
que se basa en la cancelación de las riquezas y diferencias
de las diversas manifestaciones culturales de los grupos sociales,
para dar paso a la formación de una nueva hegemonía
ideológica de los monopolios locales y transnacionales en
el campo de la cultura nacional. Con ello, se ha impuesto un concepto
de calidad, de estética y de modernidad cultural que parte
de lo exótico, lo folklórico, lo menudo, lo anecdótico,
lo atomizado, lo frívolo, y lo tecnológico; marginando
las peculiaridades de lo propio y lo trascendente en nuestro país.
Con
esto, las instituciones representantes del comercio internacional
han exigido mediante sus acciones diplomáticas, políticas,
económicas, y especialmente de mercado, que nuestros valores
e identidades nacionales se flexibilicen y abran a la modernidad
para "formar un mercado universal sin barreras o límites"
(8), a través de sus campañas de marketing hasta lograr
que estas se adapten de manera más favorable a su nueva dinámica
de concentración material.
F.-
El Surgimiento de la Video-Vida.
Dentro
de la dinámica que ha seguido el modelo de comunicación-mercado
se ha difundido rápidamente la mentalidad de que para que
todo espacio público de comunicación sea moderno debe
de estar atravesado por el complejo audiovisual, pues de lo contrario
será atrasado, anacrónico y poco competitivo. Así,
ha surgido en las principales ciudades latinoamericanas el fenómeno
de la "Video-Vida" como una fiebre cultural moderna que
ha atravesado todas las actividades de nuestra existencia.
De
esta manera, en los pocos espacios de diálogo, reunión
y encuentro personal que quedan en nuestras deshumanizadas urbes,
la propuesta modernizante de los "comunicadores profesionales"
de la etapa del modelo de comunicación-mercado ha sido dar
el tiro de gracia a estos resquicios de vida para convertirlas en
zonas de pasatiempo posmodernas. De esta forma., hemos transformado
la taquería en "video taco", el bar en "video
bar", la pizzería en "video pizza", la discoteque
en "video discoteque", el restaurant en "video gourmete",
la sala de espera en "video sala", el camión en
"video bus", el metro en "video metro", el avión
en "aéreo video", el elevador en video elevador,
el banco en video banco, la iglesia en video iglesia,
la caseta telefónica en "video teléfono",
el domingo en video domingo, la conversación
de sobre mesa, en video plática, el espectáculo
en video show (solo falta el "video sanitario"
que no debe tardar en surgir), etc., propiciando una vez más
la distancia y el desencuentro entre las personas con su consecuente
estado de creciente de oscuridad humana.
Incluso,
esta concepción "moderna de la comunicación"
ha avanzado tanto, que por ejemplo, en México, algunos de
los principales jardines del Distrito Federal se han convertido
en video jardines para ver a través de pantallas gigantes
de televisión eventos como la pelea del Macho Camacho, el
Concurso Miss México, los debates políticos entre
los diversos candidatos a la presidencia de la República,
los informes presidenciales, los campeonatos de fut bol, la Celebración
del Milenio, la final del Super Bowl, etc, restándoles
su carácter de zonas de tranquilidad y de armonía
con la naturaleza.
De
esta forma, la relación con el complejo del video en las
ciudades latinoamericanas ha substituido el espacio de encuentro,
convivencia y contacto que antes le correspondía a la plaza
pública, al jardín, a la alameda, al quiosco, etc.
produciendo la zona de la "Video Vida".
Paradójicamente,
intentando producir dinámicas de comunicación con
todo el arsenal de tecnologías informativas con que contamos
al iniciar el siglo XX, esta práctica urbana pos moderna,
ha transformado progresivamente dichos espacios, y otros más,
en áreas de incomunicación humana, al suprimirles
su ambiente de privacía y de individuación que le
son propios, para convertirlos en otros aparatos más del
consumo, de la ideologización del dinero y del poder.
G.-
La Anarquía Cultural. La aplicación de la dinámica
de la Mano Invisible del mercado sobre los procesos
de comunicación y cultura ha generado en América Latina
un fuerte desorden informativo que ha producido silenciosamente
una anarquía cultural al permitir que estemos altamente informados
sobre lo secundario y no sobre lo fundamental. Esta anarquía
cultural acelerada por la dinámica del mercado ha creado
un caos en la conciencia colectiva que ocasionado que la energía
social se concentre en los procesos de la super acumulación
material y ha impedido que resolvamos como sociedad los grandes
problemas nacionales que nos impiden crecer en nuestras naciones.
H.-
La Presencia del Malthusianismo Cultural. Con el reinado
de los principios del mercado y la anarquía que ha provocado
en el campo cultural, cada vez más, hemos presenciado la
práctica de un "malthusianismo cultural" que ha
permitido que sólo sobrevivan aquellas estructuras de conciencia
que sean las más aptas para existir, desde los criterios
del mercado. Así, con la aplicación de la Mano
Invisible del Mercado sobre los procesos de comunicación
la conciencia de lo social, ha sido desplazada para dar paso a la
mentalidad de los negocios, el pensamiento de la ganancia ilimitada,
el deseo del lucro, la inclinación dominante por el pragmatismo
económico, la ideología de la posesión material
como sentido de la vida, y la visión del progreso técnico
como nueva religión, por encima de otros valores urgentes
para la sobrevivencia colectiva.
En
éste sentido, mientras en nuestras sociedades ha existido
la necesidad estratégica de contribuir a producir desde los
medios de comunicación, especialmente electrónicos,
una mentalidad para la sobrevivencia social como es la construcción
de una cultura ecológica, una cultura del agua, una cultura
de la civilidad urbana, una cultura de la racionalización
de los recursos no renovables, una cultura de la tolerancia humana,
una cultura de la defensa de las especies animales, una cultura
de la protección de la biodiversidad, una cultura de promoción
de la vida, etc.; en ese mismo contexto de prioridades sociales,
los canales de difusión electrónicos gobernados por
los principios del mercado han tendido a construir una atmósfera
de desperdicio cultural al producir una cultura de la frivolidad,
una cultura del hiperconsumo, una cultura de la "novedad",
una cultura de la transnacionalización, una cultura light,
una cultura del espectáculo, una cultura del star system,
una cultura del Show, etc., que son altamente rentables, a corto
plazo, pero nos han llevado a despilfarrar la enorme energía
humana que existe en la región para enfrentar nuestros grandes
problemas de crecimiento y de sobrevivencia humana.
Hay
que recordar que el mercado por sí mismo no tiene ética,
ni corazón, ni se preocupa por lo humano y lo social. Su
objetivo es la rápida y creciente acumulación de riqueza
a expensas de lo que sea. Por consiguiente, es una ley que en la
medida en que funciona autónomamente, sin sólidos
contrapesos planificadores puede introducir en las comunidades una
relación social de comunicación salvaje.
I.-
La Transformación de los Valores. Así como
el capitalismo latinoamericano para afianzarse en su fase de industrialización
creó a mediados del siglo XX un en su etapa neoliberal de apertura
de fronteras ha requerido producir otros rasgo de las identidades
nacionales a través de una nueva estructura de valores algunos
de cuyos puntales han sido la eficiencia maquinizada, la tecnificación,
el pragmatismo, la supercompetencia, la privatización, la
obsolescencia, la desregulación, la desestatalización,
la internacionalización, la globalización, la aceleración,
etc.
Nueva
estructura axiológica que se ha distinguido por cancelar
los valores del antiguo "Estado del Bienestar" nacional
generado a partir de los movimientos insurgentes latinoamericanos,
e introducir los valores del moderno "Estado Neoliberal"
que mantiene como centro de gravedad el "laissez faire, laissez
passer" del proyecto de acumulación ampliada en el campo
de la comunicación, la cultura, la conciencia y el espíritu.
De esta forma, podemos afirmar que con el proceso de globalización
se ha intensificado la proliferación de diversos órdenes
y espectativas pragmáticas del conocimiento y de la vida.
En particular, "se da un mayor énfasis científico
y tecnológico en nuestra tradición intelectual; que
hasta el momento ha sido más propicia a la influencia de
la cultura humanista y jurídica" (9).
Así,
proyectando sobre el campo de la conciencia colectiva las nuevas
determinantes estructurales que gradualmente ha impuesto el programa
de crecimiento neoliberal, catalizado por la dinámica del
mercado, observamos que la moderna subjetividad que ha producido
la estructura cultural y los medios electrónicos está
caracterizada, en parte, por fomentar el individualismo por sobre
las relaciones solidarias. Acentuar la competitividad por sobre
el trabajo compartido ("Tequio"). El canibalismo salvaje
por sobre la fraternidad. La marcada admiración por lo extranjero
que por lo nacional. El interés por la no planificación
colectiva sino por la altamente privatizada. La lucha por la libertad
y felicidad aislada y no por la grupal. El valor supremo de la "eficiencia"
por sobre otras metas humanas superiores. El abandono de los valores
tradicionales para asimilar los modernos lights. El
dinero como base del reconocimiento y la valoración social.
El hedonismo y la "Cultura Narcisista del Yo", como nuevo
cristal para mirar la vida. La tecnificación extrema como
sentido del éxito y no el diálogo y el acercamiento
humano. Exaltar el alto pragmatismo por encima de otras cualidades
humanas superiores. Promover el "futuro funny" que el
de la participación creciente en nuestro proceso histórico.
El impulsar el "culto a la juventud" por ser la etapa
más productiva del individuo y el desprecio a los viejos
por improductivos. La predilección por la modernidad entendida
como el estilo de vida que permanentemente se ajusta a la adquisición
de la última novedad y el rechazo a lo tradicional y lo antiguo.
La invasión compulsiva de la vida privada por las industrias
culturales y no el incremento de la "vida interior". La
invención de una nueva identidad basada en la mayor asimilación
de las culturas externas y no en el enriquecimiento del "México
Profundo". El aprendizaje del idioma inglés para expandir
el código lingüístico de la ampliación
del capital, por sobre la asimilación del castellano y otras
lenguas indígenas propias. La realización del principio
de ganancia salvaje a costa de lo que sea y no la obtención
racional de la riqueza respetando los ordenes naturales de la vida.
La acelerada norteamericanización de nuestra cosmovisión
y no el regreso a las formas milenarias de sabiduría de nuestras
"culturas negadas". La construcción de la "alegría"
a partir de la adquisición de lo ajeno y no del dominio creciente
de lo propio, etc.
De
esta manera, a partir de la aplicación del proyecto neoliberal
en las sociedades latinoamericanas nos enfrentamos a la redefinición
y cambio profundo de nuestra identidad psíquica, cultural
y humana como sociedad pluriétnica y pluricultural; para
ahora incorporar otros marcos de cosmovisión y de prácticas
de la existencia desde las premisas de la "modernidad".
Bases de visión de la vida y del espíritu que mayoritariamente
tienden a ser la mirada de la reproducción ampliada del capital
a escala planetaria.
En
este sentido, podemos decir que en las entrañas de nuestra
vida cotidiana hoy estamos ante el silencioso embate de nuestras
culturas y diferencias ideológicas tradicionales para reacomodarlas
o destruirlas dentro del nuevo esquema de división del mundo
por modernos bloques hegemónicos. Recomposición mental
que gradual y silenciosamente está unificando los campos
imaginarios, las aspiraciones profundas y las cosmovisiones de los
seres a través de la construcción de un nuevo concepto
de relaciones humanas, de placer, de triunfo, de trabajo, de felicidad,
de moral, de religión, de etnia, etc., en una idea, de un
nuevo sentido y estilo de vida determinado por las nuevas exigencias
de maduración del comercio mundial. Situación que
se condensa en la creación de la nueva "América
Latina Imaginaria de la Fase de la Globalización Mundial",
que se opone a la América Latina profunda y real de principios
del siglo XXI.
Ante
este panorama, es conveniente considerar que si la historia de la
publicidad en América Latina a lo largo de los últimos
40 años ha demostrado que con tal de vender las mercancías
para acelerar el proceso de circulación del capital, esta
estuvo dispuesta a banalizar e incluso prostituir finamente la imagen
de la mujer para presentarla fundamentalmente como un objeto de
uso sexual, a añadirle cualidades falsas o "fetichizar"
los productos para hacerlos más atractivos, a crear necesidades
artificiales en los consumidores para alentar la compra, a hacer
creer que el valor de las personas se deriva de la marca que eligen
y no en el porcentaje en que se conocen a sí mismos, a impulsar
que el éxito de los individuos se da en la medida en que
se acumulan pertenencias y no en el grado en que se es humano, a
modificar la identidad nacional para revalorarse socialmente a través
de la adquisición progresiva de más productos transnacionales,
etc.; ahora, es posible pensar que al entrar intensivamente en la
fase de desarrollo de "libres fronteras" se construirá
masivamente a través de las industrias culturales una visión
del hombre y de la vida cada vez más condicionada por los
requerimientos de expansión y fortalecimiento del mercado
universal y no de la humanización de los individuos.
De
aquí, la importancia estratégica en plena globalización
de rescatar y reforzar nuestra base de identidad cultural para incorporarnos
de manera firme a los nuevos cambios inevitables que plantea el
drástico reordenamiento económico, político
y cultural del mundo.
J.-
Surgimiento del Neoconsumo Nacional. Motivado por la necesidad
de movilizar el enorme flujo de mercancías que acceden a
la región por la apertura de fronteras comerciales, se ha
producido en América Latina una nueva mentalidad neoconsumista
que actúa como cemento ideológico que articula a las
todas las clases sociales en sola práctica: el neoconsumo.
Dicha ideología se ha caracterizado por difundir intensamente
la propuesta que plantea que para ser modernos, estar al día
y mantenerse adaptados a la permanente dinámica de cambio
que se vive en el mundo, hay que consumir constantemente los nuevos
productos, especialmente extranjeros, que produce la modernidad.
De esta manera la nueva ecuación social formula la concepción:
consumo, igual a progreso social.
Con
ello, las leyes internacionales del nuevo patrón de acumulación
de capital que se han gestado y que permean todos los niveles de
nuestras sociedades, han exigido en la esfera cultural que el alma
colectiva que se construya en nuestros países, a través
de los canales electrónicos de información, se base
en una visión de la vida más cosificada y transnacionalizada
que nos lleve a saber cada vez más del gran mundo externo
y cada día menos de nosotros como región y como personas.
En una idea, a lo largo de este período de libre comercio
se ha buscado roducir culturalmente en América Latina a los
"hombres universales" y a los "ciudadanos del mundo",
capaces de consumir cualquier mercancía elaborada por los
acuerdos comerciales de los nuevos bloques hegemónicos y
a adquirir mayor identidad a través de ello.
K.-
La Sobrevivencia de las Ideologías del Mercado. Así
como en el terreno productivo para conservar el precio de las mercancías
la ley de la oferta y la demanda del mercado ha obligado permanentemente
a desperdiciar miles de toneladas de productos en nuestra región
plagada de carencias vitales (10); de igual forma
la aplicación de los principios del mercado al campo de la
conciencia ha obligado a producir a través de las industrias
culturales las ideologías del desperdicio más rentables,
y a sacrificar los valores más importantes que nos constituyen
como comunidad, memoria y Nación en la medida en que no sean
altamente lucrativos en términos monetarios y de corto plazo,
o que se opongan al crecimiento del mercado. Es decir, en la sociedades
latinoamericanas regidas exclusiva o mayoritariamente por los principios
de la oferta y la demanda, el mercado está liquidando "naturalmente"
a todas aquellas formas culturales que son "ineficientes"
para respaldar e impulsar el proceso de sobre acumulación
y super consumo social y fomenta a las que si permiten su expansión
material.
De
esta forma, así como con la aplicación de las leyes
del mercado al campo económico durante los preparativos para
el ingreso al Sistema General de Aranceles y Comercio (GATT) y el
acceso a otros tratados comerciales, produjeron en América
Latina una gran quiebra de la industria electrónica, metal
mecánica, agricultura, textil, plástico, alimentos,
tejido, mueblera, calzado, restaurantera, de la transformación,
el pequeño comercio y muchos otros más; ahora con
el reinado creciente de los principios del mercado en el terreno
cultural tenemos que preguntarnos, ¿ Cuáles son las
cosmovisiones, las ideologías y los valores culturales propios
de la cohesión e identificación de nuestras civilizaciones
latinoamericanas que ya han quebrado o desaparecerán ante
la producción de la enorme cultura parasitaria que produce
el proyecto modernizador de acumulación material a escala
super transnacional a través de las industrias comunicativas
?
L.-
La Producción de la Cultura Chatarra. El proceso neoliberal
de mercantilización extrema de la cultura y de la comunicación
ha funcionado bajo la tendencia de producir, exclusivamente, aquella
conciencia, educación, tradición e idiosincrasia que
sea funcional para incrementar el proyecto de acumulación
de capital, especialmente, a escala mega transnacional; y ha marginado
la construcción de las políticas culturales orgánicas
que urgentemente requiere el proyecto de desarrollo natural de la
región. De esta manera, podemos decir que a principio del
siglo XXI el proyecto modernizador introducido a América
Latina ha formado intensivamente una nueva "Cultura Chatarra"
de la expansión del capital y una reducción de la
"Cultura de la Vida y de la Humanización" que tanto
requiere nuestra sobrevivencia nacional. Esto debido, a que desde
los criterios monetaristas de la modernidad, el impulso de la Cultura
de la Vida y de la Humanización no es una actividad lucrativa
que valga la pena fomentarla, a menos que el proyecto de desarrollo
material llegue a fases críticas en las que el deterioro
humano y social avance tanto que se establezca en contradicción
con la tasa de producción y concentración de la riqueza.
M.-
La Comunicación Salvaje. Al estar los procesos culturales
de América Latina crecientemente regidos por los principios
de la economía de mercado y no por otras racionalidades sociales
más equilibradas, hemos sido conducidos como sociedades latinoamericanas
hacia a un sistema de comunicación salvaje que ha producido
silenciosamente frente a nuestras narices una enorme crisis cultural,
ética y moral. Proceso de comunicación que se ha caracterizado
por privilegiar lo superfluo por sobre lo básico; el espectáculo
por sobre el pensamiento profundo; la evasión de la realidad
por sobre el incremento de nuestros niveles de conciencia; la incitación
al consumo por sobre la participación ciudadana, el financiamiento
de los proyectos eminentemente lucrativos por sobre los humanistas,
la cosificación de nuestros sentidos por sobre la humanización
de nuestra conciencia, la visión de la reducción contra
la cultura de la complejidad, la homogeneización mental por
sobre la diferenciación cultural, la ideología del
desperdicio por sobre las actitudes sustentables, etc.
Así,
la aplicación de la dinámica de la Mano Invisible
del Mercado a los procesos de comunicación, colectivos
no ha construido en nuestras sociedades un sistema de comunicación
superior, sino un complejo modelo de comunicación para la
muerte.
N-
La Cultura Idiota. Derivada de las lógicas anteriores
y de la de anarquía cultural que han impuesto las leyes del
mercado sobre los procesos de comunicación social, ha surgido
en la atmósfera mental de América Latina una cultura
idiota que se caracteriza por construir una visión de la
vida altamente fragmentada, descontextualizada y superficial que
se produce con los enormes y rápidos torrentes de información
secundaria o terciaria que transmiten los medios de información
sobre nuestros sentidos. Dicha cultura amparada en la tesis de la
libertad de Comunicación nos ha llevado a saber
cada vez más del gran mundo externo y cada día menos
de nosotros como personas, como comunidades y como naciones.
Su
modelo se caracteriza por promover en grandes dimensiones la difusión
intensiva de la información secundaria, la violencia temática,
el consumo exacerbado, la invasión de la privacía,
la banalización de la realidad, la comunicación alarmante,
morbosa y sensacionalista, la imposición mental del principio
de la ganancia a toda costa, la frivolidad informativa, el entretenimiento
vulgar y estrafalario, la cosmovisión hollywodense de la
vida, etc., con tal obtener raitings y vender; en detrimento de
la calidad de los contenidos y de la necesidades orgánicas
de comunicar los mensajes estratégicos que requerimos asimilar
colectivamente como pueblos y civilización latinoamericana
para transformar nuestras conciencias y poder sobrevivir en el continente.
De
esta forma, la modernidad latinoamericana de mercado ha planteado
que en la fase de apertura de libre comercio la basura informativa
tiene libertad para circular en los medios de difusión
(11), y la consecuencia de abdicar de la construcción
de una cultura para la sobrevivencia humana al iniciar el siglo
XXI, vía los canales de información, es el triunfo
de la cultura idiota en América Latina. En este sentido,
podemos pensar que debido a que la nueva forma de financiamiento
que plantea el modelo neoliberal lleva a que los medios gubernamentales
se comercialicen más, y por lo tanto, sean los patrocinadores
quienes determinen el contenido de transmisión de los canales,
cada vez más, ha sido más difícil promover
una "cultura de desarrollo social" desde estos, pues el
esquema de sostenimiento de dichas empresas ha buscado crecientemente
la obtención de la máxima ganancia monetaria, a corto
plazo.
Ñ.-
Dificultades Para Construir Las Culturas de la Sobrevivencia.
La aplicación de los principios de mercado sobre el proceso
de funcionamiento de la comunicación colectiva dentro de
la nueva fase de apertura y globalización cultural latinoamericana,
ha significado que la opción para construir vía la
televisión y otros medios de comunicación y cultura
una mentalidad colectiva de carácter preventivo o correctivo
frente a nuestros grandes problemas de desarrollo regional como
son la protección ecológica, la producción
de alimentos, la atención a los sectores marginados, la promoción
de la mujer, la aceptación de los grupos indígenas
que son los fundadores de nuestros territorios, la conservación
de especies naturales, la atención de los ancianos, el combate
a la erosión de la tierra, la tolerancia a la biodiversidad,
el respeto a la diferencia, la humanización de las ciudades,
etc., en una idea, el impulso a una cerebralidad social más
desarrollada en favor de la conservación de la vida y no
de la muerte; cada vez será más difícil lograrla
vía las industrias culturales. Esto debido a que éstas
son acciones sociales poco rentables para las leyes del mercado
que progresivamente gobiernan mas el proyecto de los medios públicos
(12).
En
este sentido, podemos pensar que debido a que la nueva forma de
financiamiento que plantea el modelo neoliberal lleva a que los
medios gubernamentales se comercialicen más, y por lo tanto,
sean los patrocinadores quienes determinen el contenido de transmisión
de los canales, cada vez más, ha sido más difícil
promover una "cultura de desarrollo social" desde estos,
pues el esquema de sostenimiento de dichas empresas ha buscado crecientemente
la obtención de la máxima ganancia monetaria, a corto
plazo.
O.-
La Crisis Etico-Moral. Con la acumulación de estas
tendencias culturales erosionantes que ha producido la dinámica
del mercado sobre los medios de comunicación y la cultura
se ha generado en el seno cultural de América Latina una
profunda crisis ético-moral que es más fuerte que
la crisis económica y política, y que está
provocando, a largo plazo, el silencioso colapso de nuestra región.
Es decir, al examinar el origen de las crisis latinoamericanas que
hemos vivido en las últimas décadas, observamos que
tradicionalmente se han privilegiado, casi con exclusividad, las
explicaciones de carácter económico y político
que han producido estos fenómenos; y se ha olvidado que detrás
de dichos factores infraestructurales existe una drástica
crisis de cultura y de valores nacionales que es la que, en última
instancia, ha provocado el colapso de nuestras sociedades. En este
sentido, podemos afirmar que por debajo de la crisis de desarrollo
material que está experimentando nuestra región, existe
una severa bancarrota ético-moral que está produciendo
el proceso de decadencia de nuestro continente como pocas veces
se ha presentado en toda la historia latinoamericana (13).
Es
por ello, que al olvidar o renunciar a que la ética y moral
fueran el alma de nuestras direcciones nacionales, permitimos que
el proyecto salvaje de la acumulación de capital a escala
mundial, promovido por la ideología de la modernidad neoliberal,
especialmente a través de los medios de difusión colectivos,
actuara como las fuerzas que rigieran la dinámica cotidiana
de nuestras sociedades. Con ello, hemos creado un proceso colectivo
de descomposición de los valores y códigos sociales
elementales que hacen posible la convivencia comunitaria y hemos
generado sociedades profundamente enfermas que, cada vez más,
pierden su capacidad mental de auto dirección equilibrada
(14 ).
De
esta forma, al incorporarse America Latina aceleradamente al proceso
de modernización internacional, se ha construido en la región
un nuevo sistema de "valores" que han producido una cultura
de la deshumanización y no del avance de las personas. Así,
constatamos que un conjunto de antivalores como el individualismo,
el culto al Ego, la ganancia monetaria a corto plazo a costa de
lo que sea, la avaricia, el consumismo ilimitado, la codicia sin
freno, el placer irrestricto, la obsesión por la acumulación,
etc.; ahora son presentados por nuestros decadentes sistemas culturales;
especialmente difundido por los medios de información electrónicos,
como los nuevos "valores" modernos que hay que perseguir
e imitar para tener éxito y aceptación social (15).
El
gobierno creciente de este complejo sistema de antivalores nacionales
ha creado una reforzamiento de la cultura de la acumulación
materialista que está exterminando todas las relaciones de
armonía y de formas de vida en América Latina y en
el Planeta. Así, cada vez más, disfrazada de moderna
y avanzada, se refuerza en nuestra región la presencia de
la "Cultura de la Muerte" que mina todas las relaciones
básicas de convivencia del hombre con su entorno y que evita
la construcción de una cultura de la paz
(16).
La
presencia de esta devastación cultural regional que viven
las sociedades latinoamericanas a principios del siglo XXI, refleja
que no asistimos a una simple reajuste cíclico o coyuntural
mas de las estructuras económicas, políticas o culturales
de nuestros países; sino que ahora estamos ante una profunda
crisis de civilización, que tiene su origen en el deterioro
de su fundamento ético-moral.
P.-
El Debilitamiento Cultural del Estados Latinoamericanos.
Ante el panorama de creciente globalización cultural que
han experimentado las sociedades latinoamericanas, debemos tener
presente que por la irresponsabilidad que se mostró al no
planificar con fines colectivos el uso de los medios electrónicos
en las últimas 3 décadas, la falta de voluntad política
para formar desde los canales masivos una cultura para el desarrollo,
la debilidad de los gobiernos anteriores para defender las culturas
nacionales, la complicidad de las autoridades públicas ante
la penetración del proyecto transnacional en nuestros terrenos
psíquicos, la desarticulación global que viven los
proyectos culturales gubernamentales y el retiro sustancial de la
presencia del Estado del campo de la comunicación colectiva
para que esta sea conducida mayorit
Ante
esta realidad comunicativa observamos cotidianamente la presencia
de Estados latinoamericanos crecientemente más débiles,
pues no cuenta con un proyecto espiritual para la rectoría
de los medios de comunicación electrónicos y de las
culturas nacionales, sino que los mismos los ha abandonado, mayoritariamente,
a los caprichos de las "libres fuerzas del mercado" interno
y externo. Por ello, ante la privatización progresiva y el
financiamiento crecientemente mercantil de los medios de comunicación
públicos, hoy somos cada vez más testigos en América
Latina de la derrota de los proyectos culturales de los Estados
y de la sociedad civil en el terreno cerebral para mantener y ampliar
el programa de identidad y democratización nacional a través
de la superestructura audiovisual de la región.
Por
consiguiente, se puede pensar que la dirección cultural de
las sociedades latinoamericanas, especialmente, de las clases medias
metropolitanas, ha sido realizada, cada vez más, desde las
industrias audiovisuales, particularmente, de carácter transnacionales.
Situación que en la medida en que se consolide llevará
a nuestros países a una mayor dependencia estructural del
exterior y en algunos casos a la parálisis cultural de los
proyectos de conciencia interna de nuestras naciones, pues crecientemente
conoceremos más sobre lo secundario y no sobre lo central
para nuestros desarrollos. Realidad que en el grado en el que se
afiance acentuará nuestra crisis nacionales, y por consiguiente,
ahondará nuestro estado generalizado de infelicidad humana.
En
este sentido, desde este horizonte presenciamos que contrariamente
a las tesis modernizadoras de los Estados latinoamericanos que han
planteado que éstos se desregulan y se privatizan para ya
no ser más Estados propietarios, sino solo entidades orientadoras
y directoras de la sociedad; en la práctica constatamos que
en el terreno cultural los Estados se han convertido en una realidad
progresivamente más endeble que no tienen capacidad para
dirigir mentalmente a sus sociedades hacia un proyecto cultural
propio, autónomo y de superación de la Especie Humana.
Bajo
esta perspectiva, podemos decir "que la América Latina
Profunda está de nuevo bajo el riguroso control de la América
Latina Imaginaria que, como pocas veces, ha hecho suyo el proyecto
de las potencias dominantes. Sin embargo, esa América Latina
Profundo sigue viva y su contradicción con la América
Latina Imaginaria no ha desaparecido, sino todo lo contrario se
ha agudizado" (17).
De
aquí, la importancia central de preguntarnos en el marco
de la globalización mundial ¿ Cuál debe ser
el papel del Estado latinoamericano para construir una política
de comunicación y cultura colectivas que permita el avance
de nuestras naciones y no la simple subordinación subjetiva
al modelo internacional de la acumulación de capital ?
II.-
¿ QUE HACER ?: HACIA LA FORMACION DE UNA NUEVA POLITICA DE
COMUNICACION SOCIAL LATINOAMERICANA EN EL MARCO DE LA GLOBALIZACION.
El
modelo de desarrollo modernizador que gradualmente ha adoptado America
Latina al final del siglo XX con la adopción de los principios
del libre mercado en sus estructuras culturales para incorporarse
al nuevo orden mundial surgido después de la guerra fría,
basado mayoritariamente en el supuesto del "poder regulatorio
mágico" de la "Mano Invisible" del mercado
para dirigir la participación social; ha comprobado en una
década sus enormes limitaciones y las bárbaras deformaciones
humanas que ha producido. Ejemplo de ello, han sido las drásticas
devaluaciones de nuestras monedas, la brutal fuga de capitales,
el colapso agropecuario, la bárbara destrucción ecológica
en toda el territorio latinoamericano, la incontenible corrupción,
el agudo desempleo, la marcada reducción de nuestro nivel
de calidad de vida, la reducción del futuro de la juventud,
el aumento de la incredulidad institucional, la crisis de esperanza
de la juventud, etc.
Por
ello, después del fracaso de dicho modelo en América
Latina ahora se requiere la búsqueda e implementación
de nuevas políticas, especialmente de cultura y comunicación,
para lograr la participación de la sociedad a través
de otros procesos de información y contribuir, con ello,
a resolver las agudas contradicciones mentales que limitan el crecimiento
equilibrado de nuestras naciones (18).
En
este sentido, es fundamental sustituir dentro del contexto de la
modernidad latinoamericana la idea de crear un "Estado Mínimo"
o "Ultra Mínimo" en el área cultural a través
de la adopción indiscriminada de la política del "laissez
faire informativo"; para ahora introducir la concepción
estratégica del "Nuevo Estado Básico para la
Sobrevivencia Social" sin el cual no podrán construirse
un orden civilizatorio superior que mantenga las condiciones elementales
de la convivencia en comunidad, especialmente, en la medida en que
en la región somos crecientemente sociedades de masas cada
vez mayores (19). "Nuevo Estado Básico
para la Sobrevivencia Social" que no se limite a ejercer la
labor meramente de vigilancia policíaca, de atención
a las urgencias inmediatas, de cubrir el servicio de recolección
de basura, asistencia de los bomberos, etc., sino sobretodo que
haga posible la participación democrática de la población
en los procesos de creación de cultura y comunicación
colectivos. Es decir, una comunicación de Estado al servicio
del hombre y no el hombre al servicio del mercado vía la
información.
Debemos
recordar que ya en el siglo XIX las profundas alteraciones que produjo
el funcionamiento autónomo del mercado autoregulado en América
Latina generaron tantas contradicciones sociales que dieron origen
al capitalismo salvaje e hicieron indispensable el surgimiento del
Estado Benefactor para corregir dichos antagonismos insostenibles.
Por ello, desde principios del siglo XX se intentó sustituir
la lógica de la supremacía del mercado, por otra lógica
más sensible y humana de justicia y participación
social (20).
Incluso,
constatamos que las principales naciones que impulsaron el modelo
neoliberal del "Estado Mínimo" en los años
80s. como fueron los gobiernos de Ronald Regan en Estados Unidos
y de Margaret Thatcher en la Gran Bretaña, a mediados de
la década de los 90s. fueron corregidos drásticamente
por los respectivos gobiernos de William Clinton en Norteamérica
y de John Major en Inglaterra para fortalecer de nuevo al Estado
Benefactor y resolver las grandes contradicciones que produjeron
la aplicación irrestricta de las leyes del mercado en estos
países. Dicha neointervención del Estado planteó
ajustar el rumbo autónomo del mercado a través de
una acción mas activa de éste en la gestación
de las macro políticas de crecimiento, pero no supone suprimirlo
(21).
Es
por esto, que ante el nivel límite de evolución en
el que nos encontramos como civilización latinoamericana
y frente a la creciente realidad de establecer la "Iniciativa
del Mercado" en el campo de la cultura y la comunicación
colectiva de la región, debemos considerar que así
como una cantidad de actividades estratégicas para el desarrollo
de los Estados latinoamericanos no pueden dejarse en manos del sector
mercantil, a riesgo de que desaparezcan como es el caso de la medicina
preventiva, la generación del transporte urbano público,
el impulso a la ciencia básica, la producción de infraestructura
urbana (22), etc; así tampoco puede delegarse
a éste la construcción de una "Cultura Social
para la Sobrevivencia Nacional". Esto debido, a que aunque,
paradójicamente, a largo plazo, la planificación cultural
es la inversión económica más rentable que
existe en América Latina, a corto plazo, no es lucrativa
dentro de los criterios de "ganancia pecuniaria" y de
corto plazo que establece la actual concepción neoliberal
de la vida.
Por
ejemplo, en el campo de la física el descubrimiento del "Boscon
de Higgs" o el invento del acelerador de partículas
mas costoso del mundo "SSC", no pudieron desarrollarse
sin la aportación multimillonaria de los Estados de la Comunidad
Económica Europea y del Estado Americano (23).
De igual forma, la formación de una cultura ecológica,
de una cultura de conservación de las especies que componen
la conservación de las cadenas de reproducción de
la vida, de una cultura de la defensa de los ancianos, de una cultura
del cuidado del Planeta Tierra, de una cultura de la convivencia
civil, de una cultura de revaloración de lo nacional, de
una cultura de la promoción de la vida, etc. que son niveles
de cerebralidad mínimos que requerimos construir y conservar
para sobrevivir en sociedad de masas cada vez mayores; tendrán
que ser creadas por el Estado y la sociedad civil, ya que para el
sector mercantil no es rentable efectuarla.
Frente
a este panorama de creciente desigualdad comunicativa y espiritual
que se establece con la aplicación de la lógica del
mercado en nuestra región, es necesario que los Estados latinoamericanos
creen las condiciones de otro equilibrio cultural a través
de la elaboración de una "Nueva Política de Cultura
y Comunicación Social para la Sobrevivencia Nacional",
que actualmente no existe y se requiere urgentemente para coexistir.
Para ello, hay que considerar, por ejemplo que así como en
el campo económico los Estados reprivatizaron la banca estatal
y paralelamente impulsó la banca de desarrollo para apoyar
a los sectores más desfavorecidos, o que así como
vendieron empresas públicas para destinar fondos a los proyectos
de equilibrio social (24); ahora, es necesario
que así como se ha permitido crecientemente el juego de los
principios del mercado en el área cultural, se apoye la dinámica
de "Equilibrio de la Comunicación Social" que surge
desde las necesidades de expresión y participación
ideológica más apremiantes de los grupos mayoritarios
de la región.
Con
ello, se podrán rescatar en América Latina los aspectos
positivos que ofrece la economía de mercado en el campo cultural,
como son la eficiencia, la competitividad, la libertad individual,
la apertura de mercados, la adopción de nuevos financiamientos,
etc.; y al mismo tiempo se aplicarán los contrapesos culturales
de nivelación mental necesarios para sobrevivir que no están
incluidos en el cálculo económico. Frente a esto en
imprescindible considerar que la práctica del libre juego
de las fuerzas culturales y comunicativas, no generan automáticamente
un proceso de comunicación superior; sino que para lograrlo
se requiere la presencia y la acción de procesos sociales
planificadores, con alto nivel de participación de la sociedad
civil (25). Contrapesos planificadores que no sean
burocráticos, estatistas, paternalistas o populistas; pero
que si vinculen globalmente los principales requerimientos de desarrollo
social con la dinámica de producción cultural.
En
este sentido debemos de considerar que aunque la crisis de valores
es muy antigua en nuestra región, para superar este colapso
civilizatorio además de realizar proyectos de reordenamiento
económico, tecnológicos, jurídicos, laborales,
políticos, electorales, financieros etc.; ahora se requiere
ejecutar en América Latina una profunda Reforma Etico-Moral
que rescate los principales valores que nos permitan vivir armónicamente
en comunidades (26). Reforma ético-moral
que cree las bases de conciencia mínimas para que los ciudadanos
puedan desarrollarse material, cultural y espiritualmente, y permitan
que los hombres convivan equilibradamente con las otras formas de
vida biológicas, animales y vegetales que nos rodean.
No
podemos olvidar que la superación de la crisis de civilización
que nos enmarca en América Latina, requiere la producción
de un nuevo eje cultural, y éste en nuestra región,
deberá girar alrededor de la renovación de los medios
de comunicación, especialmente de la televisión, que
son las instituciones culturales que más rápidamente
difunden, promueven, cambian o deforman los valores sociales.
En
este sentido, podemos decir que "la situación alarmante
de pobreza y desempleo que vive América Latina pone en evidencia
que el modelo economicista de desarrollo social no es la opción
para un verdadero progreso humano de la región" (27).
Es por todo ello, que para recobrar la paz y la armonía social
crecientemente perdida que nos coloca al borde del delicadísimo
desbordamiento social; ahora resulta indispensable la búsqueda
de otros modelos de crecimiento nacional que supere las finalidades
"economicistas" que privilegian como valores supremos
la acumulación de capital a costa de lo que sea, para rescatar
el valor de las personas y la vida como centro moral del desarrollo
colectivo de nuestras naciones.
Sintetizando,
podemos decir que de no realizarse una severa reforma moral y cultural
en nuestra región, especialmente a través de los medios
de comunicación, se volverá a vivir la profunda contradicción
existente entre la culturas nacionales y los proyectos de desarrollo
globales que se han arrastrado en las últimas décadas.
Cada uno se disparará por senderos distintos, la cabeza social
avanzará por un lado y el cuerpo por otro aumentando rápidamente,
con ello, la descomposición de nuestras comunidades nacionales.
De
lo contrario, los grandes límites naturales, que por sí
misma, fija la economía de mercado sobre las dinámicas
comunicativas, generarán más contradicciones culturales
que las pretende resolver por la acción de la oferta y la
demanda; y que sólo podrán ser resueltas con la introducción
de la "Racionalidad de la Comunicación Social"
en el campo de lo público. De no construirse esta política
de equilibrio en el área comunicativa y cultural, cada vez
más, se vivirá el profundo divorcio existente entre
necesidades materiales y espirituales de crecimiento social y la
formación de la cerebralidad colectiva para resolverlas.
De
esta forma, por nuestro propio bien como región, hoy estamos
obligados a preguntarnos con todo rigor ¿ Hasta dónde
a mediano y largo plazo este modelo de desarrollo modernizador creará
una cultura que propicie el verdadero crecimiento de nuestras sociedades
o producirá un retroceso del avance del Hombre ?¿
Qué acciones culturales debemos de realizar para reforzar
nuestras identidades nacionales dentro de los marcos de los principios
del mercado? ¿Cómo producir una cultura del desarrollo
social dentro de la dinámica de la oferta y la demanda ?
¿ Cómo conciliar las presiones de un modelo económico
que deforma la estructura cultural para incrementar sus niveles
de acumulación material, con la necesidad urgente de formar
una cultura global para la sobrevivencia humana y el respeto a la
vida ? En la fase de globalización regional ¿ Cuáles
deben ser los contenidos culturales de las políticas nacionales
de comunicación social que propicien que se eleven los niveles
de calidad de vida material, comunitaria y espiritual en la América
Latina de principios del siglo XXI ?
De
aquí, la necesidad urgente de reflexionar dentro de la dinámica
de acelerado cambio modernizador que vive America Latina sobre nuestras
culturas y proponer las acciones que deben ejercer los medios de
comunicación, para conservar su esencia nacional orientada
hacia el desarrollo de nuestras conciencias; pues el proceso de
la globalización mundial nos lleva a la creación de
un nuevo orden cultural que modifica los contenidos y las fronteras
ideológicas de los actuales Estados nacionales. De no efectuar
esto, el alma cultural de nuestras sociedades correrá el
gran riesgo de quedar sepultada por los nuevos espejismos de la
modernidad y sus derivados simbólicos parasitarios de ésta
nueva fase del desarrollo de la sociedad capitalista internacional.
Sin
embargo, no obstante la realidad del panorama anterior, hasta el
momento los Estados y las instituciones privadas latinoamericanas
estudian las consecuencias económicas, tecnológicas,
laborales, políticas, financieras, ecológicas, etc.
que tendrán la adopción de los nuevos modelos comerciales
sobre estas áreas; pero no han analizado el impacto que ha
tenido la aplicación del modelo del mercado sobre las culturas
y los medios de comunicación latinoamericanos. Es por ello,
que en esta etapa de desarrollo neoliberal de América Latina,
consideramos altamente estratégico que las sociedades latinoamericanas
realicen un permanente análisis que examine esta situación
y plante diversas alternativas de acción de lo que deben
realizar los Estados y la sociedad civil para encarar maduramente
esta realidad.
Para
avanzar en la construcción de la Nueva Política
de Cultura y Comunicación Social Para la Sobrevivencia Social
es necesario que los Estados y las sociedades civiles latinoamericanas
realicen entre otras las siguientes 15 acciones mínimas de
política informativa:
1.-
Los Estados latinoamericanos deben rescatar su función rectora
en el campo de la comunicación frente a la dinámica
salvaje que han alcanzado las fuerzas del mercado en éste
terreno, para construir un nuevo proyecto de información
nacional basado en la participación de las comunidades.
2.-
Es necesario que se replante el pacto social de comunicación
existente el Estado, los medios de información y la sociedad
para orientarlo hacia un nuevo pacto tripartita de participación
ciudadana que equilibre el actual funcionamiento desigual.
3.-
Se requiere que los Poderes Legislativos limite constitucionalmente
las facultades discrecionales del Poder Ejecutivo en el campo de
la comunicación colectiva, para crear un marco normativo
más democrático y justo en el funcionamiento de los
procesos de comunicación social.
4.-
Es imperativo elevar a rango constitucional el acceso a la información
como un bien y un derecho público al cual han de acceder
y ejercer todos los latinoamericanos.
5.-
Es indispensable que se actualice el contexto jurídico amplio
de las leyes sobre comunicación social para adaptarla a los
desafíos de las sociedades nacionales del siglo XXI.
6.-
Se requiere garantizar el respeto al libre ejercicio profesional
del informador y facilitar su acceso a las fuentes de información
públicas y privadas (28).
7.-
Para superar la profunda crisis de valores que hunde a la región
se requiere ejecutar, vía los medios de comunicación,
una profunda Reforma Etico-Moral que rescate los principales principios
que nos permiten vivir equilibradamente en comunidades y que cree
las bases de conciencia mínimas para que los ciudadanos puedan
desarrollarse material, cultural y espiritualmente, conviviendo
armónicamente con otras formas de vidas biológicas,
animales y vegetales que nos rodean.
8-
Se necesita garantizar el Derecho de Replica en todos los medios
de comunicación como una garantía constitucional elemental
(29).
9.-
Es indispensable que se discuta en los Parlamentos Latinoamericanos
los criterios de renovación y supervisión de las concesiones
de radio y televisión para los próximos años,
para que su autorización no sólo dependa de un solo
poder.
10.-
Es importante que se cree la figura del Ombudsman de la comunicación,
para analizar imparcialmente los conflictos de intereses que se
dan en éstos terrenos.
11.-
Es imperativo que los Estados fortalezcan y amplíen el esquema
de medios de comunicación de servicio público para
cumplir con su función de rectores nacionales y equilibrar
el funcionamiento del modelo de comunicación de mercado.
12.-
Se requiere rescatar y ampliar los pocos espacios que se han dedicado
a la difusión y construcción de valores plurales y
cívicos vía los medios de comunicación de masas,
y proponer alternativas para impulsar la edificación de una
cultura cívico-democrática más madura en la
región.
13.-
Es necesario promover la creación de órganos plurales
con participación de la sociedad civil en la vigilancia de
la normatividad relacionada con el funcionamiento global de los
medios de comunicación (30).
14.-
Se requiere promover el respeto irrestricto a la privacidad de los
ciudadanos que impida exhibirlos ante la sociedad, vía los
medios, de manera morbosa, injuriosa o difamante
(31) .
15.-
ntraremos que en plena fase de modernización
latinoamericana, se habrán modificado las estructuras económicas,
políticas, jurídicas, tecnológicas, etc. de
nuestras sociedades; pero no se habrán transformado las estructuras
mentales profundas que, en última instancia, son las que
sostienen y le dan vida a nuestras comunidades. Bajo estas circunstancias
las sociedades latinoamericanas estarán avanzando con los
"ojos vendados" por un precipicio muy peligroso y dentro
de algunos años veremos y sufriremos las consecuencias devastadoras
que habrán dejado sobre nuestras conciencias y comportamientos
colectivos la presencia del funcionamiento desregulado de la lógica
de mercado en el terreno cultural y espiritual de nuestra región.
De
otra forma, teniendo posibilidades de sobra para comprender hacia
donde tiende a evolucionar el proyecto cerebral América Latina
ante el fenómeno de la globalización cultural y de
aplicar las medidas correctivas necesarias para mantener el rumbo
de comunidades autónomas; habremos elegido el camino de la
incondicionalidad ideológica que nos lleva a convertirnos
en "ciervos" que no buscan alternativas ante el proyecto
de la "modernización"; sino a someternos dócilmente
a ésta: Entonces habremos entrado por propia voluntad en
el "Fast Track de la desnacionalización y el extravío
Mental".
III.-
NOTAS.
(1)
El 22 de noviembre de r993 el Senado de la República Mexicana
aprobó el texto del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá,
(2)
Giordano, Eduardo y Zeller, Carlos; Europa en el Juego de la Comunicación,
Colección Impacto, Los Libros de Fundesco, Fundación
Para el Desarrollo Social de las Comunicaciones (FUNDESCO), Madrid,
España, 1988, p-250.
(3)
Palabras de Sr. Emilio Nassar, Presidente de la Cámara Nacional
de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), en la
Clausura del Simpósium sobre Libertad de Expresión
y Responsabilidad Social, Cámara Nacional de la Industria
de la Radio y la Televisión (CIRT), World Trade Center, México,
D.F., 21 de julio de 1998.
(4)
Para ampliar este punto consultar Javier Esteinou Maerid, El Derecho
a la Información y la Democratización del Estado Mexicano,
Revista Iberoamericana de Derecho a la Información No. 2,
Año 1, Programa Iberoamericano de Derecho a la Información
de la Universidad Iberoamericana y Fundación Manuel Buendía,
Departamento de Comunicación, Universidad Iberoamericana,
Plantel Santa Fe, México, D.F., septiembre - diciembre de
1998, páginas 59 a 81.
(5)
Ikram Antaki, conceptos expresados por la escritora en la conferencia
de prensa, foro sobre Libertad de Expresión y Responsabilidad
Social, Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la
Televisión (CIRT), World Trade Center, México, D.F.,
21 de julio de 1998.
(6)
Promotor y no regulador el papel del Gobierno, Excelsior, 30 de
septiembre de 1991; ¿ Ensayo de la Economía de mercado
?, Excelsior 16 de diciembre de 1991; ¿ Resolver los problemas
con la Ley de la Oferta y la Demanda ?, Excelsior, 4 de enero de
1992.
(7)
Para ampliar más este punto consultar Javier Esteinou Madrid,
La Comunicación y la Cultura Nacionales en los Tiempos del
Libre Comercio, Editorial Fundación Manuel Buendía,
México, D.F., 1993, páginas 119 a 203.
(8)
Concepción del ex presidente norteamericano Ronald Regan.
(9)
Las culturas aisladas perecen; sólo las comunicadas sobreviven:
Fuentes, La Jornada, 20 de julio de 1991.
(10)
Por ejemplo, mientras a nivel de desarrollo material en la década
de 1990 en el país existió un altísimo déficit
lechero de más de cinco millones de litros anuales que nos
llevó a importar sólo en 1992 más de 150,000
toneladas de leche en polvo. Una desnutrición crónica
en más del 50 % de la población económicamente
activa y en el 40 % de los niños provocando la muerte anual
de 40 mil infantes en México (Esta realidad se ha dado a
tal extremo en algunas regiones de la República, que por
ejemplo, en Yucatán por cada cien mil niños que nacen
mueren 92 por desnutrición. Un porcentaje más elevado
que en Haití y en Guatemala). Un bajo rendimiento escolar
por el déficit de peso y la aguda hambre que se presenta
en los escolares. Una anemia en seis de cada diez mexicanos y una
pobreza extrema en más de 17 millones de personas, etc. Deficitaria
en 5 millones de lts. la producción lechera nacional, Excelsior,
21 de noviembre de 1991; Importará México 150 mil
toneladas de leche en polvo, El Financiero, 11 de febrero de 1992;
41 millones de mexicanos sin acceso a los mínimos esenciales
de nutrición, El Financiero, 15 de octubre de 1991; Están
desnutridos 40 % de los niños mexicanos, Excelsior, 6 de
diciembre de 1991; Cada año mueren por enfermedad 40,000
mil niños en México, Excelsior 24 de diciembre de
1991; Mueren por desnutrición 92 de cada cien mil niños
en la Zona Centro Yucateca: PN, Excelsior, 18 de marzo de 1992;
31 % de los niños en el D.F. en edad preescolar padecen déficit
de peso, Uno Más Uno, 4 se marzo de 1992; 41 millones de
mexicanos sin acceso a los mínimos esenciales de nutrición,
El Financiero, 15 de octubre de 1991; Padecen anemia 6 de cada diez
mexicanos, afirman especialistas, Excelsior, 21 de octubre de 1991.
En
ese mismo período de aplicación de las Leyes de la
Oferta y la Demanda en el país las empresas nacionales despilfarraron
o destruyeron en 1991 más de 2,000 toneladas de frutas en
Chilpancingo, Guerrero; 40 toneladas diarias de tomate y calabaza
en Tulancingo, Hidalgo; cientos de toneladas de azúcar en
Guadalajara, Jalisco; 35 mil toneladas de soya en Culiacán,
Sinaloa; 15 mil toneladas de jitomate en Morelos; 16,800 toneladas
de tejocote en el centro del país; 800 toneladas diarias
de frutas y legumbres en la Central de Abastos del Distrito Federal,
etc., para ser industrias eficientes y conservar los precios competitivos
de los productos que exige la nivelación de los mercados.
Por día se hechan a pierden 40 toneladas de tomate y calabaza
en Tulancingo, Excelsior 6 de septiembre de 1991; Se pudren 200
toneladas de frutas cosechadas en Guerrero, Excelsior 20 de septiembre
de 1991; Sobreoferta azucarera en México: Dos millones de
toneladas, Excelsior, 21 de septiembre de 1991; Nadie compra a labriegos
sinaloenses 35 mil toneladas de soya: Crisantes Enciso, Excelsior,
14 de octubre de 1991; Quince mil toneladas de jitomate perdidas
en Morelos, Excelsior, 20 de octubre de 1991; Se desperdician 16,801
toneladas de tejocote por año, Excelsior, 11 de noviembre
de 1991; Tiran al día 800 toneladas de frutas y legumbres,
Uno Mas Uno, 5 de noviembre de 1991; Sin abasto nacional, Morelos
importa jitomates: S Aguilar, Excelsior, 20 de marzo de 1992.
(11)
La Cultura Idiota, Carl Bernstein, Revista Nexos No. 177, México,
D.F. septiembre de 1992, 6 páginas.
(12)
La primera competencia que debemos ganar debe ser ante nosotros
mismos: Alvarez Lima, Uno Más Uno, 11 de diciembre de 1988.
(13)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral,
Octava Semana de la Investigación Científica, Cuadernos
de Extensión Universitaria, Octava Semana de Investigación
Científica, Coordinación de Extensión Universitaria,
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México,
D.F., octubre de 1998, páginas 173 a 177; y Crisis, Valores
y Reforma Moral, (Tres partes), periódico Excelsior, 3 de
septiembre de 1996.
(14)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral,
Obra citada, paginas 137 a 177.
(15)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral,
Obra citada, paginas 137 a 177.
(16)
Crisis Económica-Política, Cultura y Reforma Moral,
Obra citada, paginas 137 a 177.
(17)
El "México Profundo" sigue vivo, Excelsior, 31
de julio de 1991.
(18)
Algunas de las contradicciones que se reflejan entre el nivel de
conciencia y el proyecto de desarrollo nacional se manifiestan en
la oposición creciente que se establece entre formación
de la conciencia nacional y la difusión de los contenidos
de los medios de comunicación, particularmente electrónicos,
en México. En este sentido, debido a la cultura paralela
que han formado los medios electrónicos de difusión
en México en las últimas décadas, se observa
que los niños mayores de seis años conocen más
la información televisiva que la transmitida en la escuela
primaria o otros órganos culturales. Por ejemplo, en el terreno
de la realidad nacional el 77% de los pequeños retienen más
frases como "La chispa de la vida" o "Recuérdame"
y sólo el 49% conserva otras como "¡Viva la Independencia!
o "La solución somos todos" o "El respeto
al derecho ajeno es la paz". De igual manera, mientras que
casi la totalidad de los niños (92%) retiene la imagen del
Gansito Marinela, menos de dos terceras partes (64%) identifica
la Columna de nuestra Independencia o al cura Hidalgo. El 63% de
los niños asocia fácilmente el tema de la tarjeta
de crédito "Carnet" y sólo el 43% reconoce
la frase "El respeto al derecho ajeno es la paz". En resumen,
observamos que de cada diez personajes que los niños identifican,
sólo tres son de la historia de México.
En
el campo de la historia, el 67% de los niños identifican
los días y horarios en que se transmiten sus programas favoritos
de televisión, mientras que sólo el 19% enuncia las
fechas en que ocurrieron los acontecimientos más significativos
de la historia nacional. Los super héroes de la televisión
como "La mujer maravilla", son más conocidos por
los pequeños (98%) que los héroes de la Revolución
mexicana (33%). "El Chapulín Colorado" es más
evocado por los infantes (96%) que los Niños Héroes
de Chapultepec (82%). "Supermán" está más
presente en la mente de los pequeños (97%) que Don Benito
Juárez.
En
materia religiosa, no obstante que nuestra sociedad es acentuadamente
católica, más de la mitad de los niños (56%)
conoce el día en que se transmitía "Hogar dulce
hogar", mientras que sólo el (86%) recuerda el día
en que se celebra la Navidad. Mientras el 55% de los niños
puede decir qué día se difundía el programa
"Mis huéspedes", sólo el 32% sabe la fecha
en que se celebra la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Los pequeños
identifican mejor el logotipo de "Sabritas" (86%) que
una ostia (46%).
En
el área cívica, el 87% de los infantes conoce los
días en que se transmiten los programas cómicos y
sólo el 13% sabe la fecha en que toma posesión el
Presidente de la República. Sólo el 8% conoce la fecha
en que el primer mandatario rinde su informe anual, mientras que
el 61% sí puede decir el día y la hora en que aparecen
las series fantásticas. El 83% de los niños identifica
el logotipo de los pastelitos rellenos y sólo el 63% conoce
el Calendario Azteca. Mientras que el 81% de los pequeños
evoca el logotipo de los productos "Marinela", sólo
el 66% identifica el escudo nacional. Las tres cuartas partes (77%)
de los neños identifican la imagen de Chicles Adams y menos
de una quinta parte (17%) reconoce el Monumento a la Revolución.
Finalmente, el logotipo de los chocolates "Carlos V" es
más reconocido (77%) que el Monumento del Angel o la columna
de la Independencia (40%). La Televisión y los Niños.
Conocimiento de la Realidad Televisiva Vs. Conocimiento de la Realidad
Nacional, Cuadernos del Consumidor, Instituto Nacional del Consumidor
(INCO), México, D.F., noviembre de 1982.
Este
problema de identidad se agrava crecientemente en la medida en que
se avanza en la aplicación de los principios de mercado del
Tratado de Libre Comercio sobre la comunicación colectiva
nacional y se acentúa el debilitamiento de la política
educativo-cultural del Estado Mexicano.
(19)
En el TLC el mercado fijará precios a los básicos,
Excelsior, 27 de marzo de 1992; ¿ De qué sirve la
democracia si pervive el mercantilismo en América Latina
?, Excelsior,, 3 de junio de 1992; Está en duda que el mercado
solucionará mágicamente los problemas económicos,
El Financiero, 26 de noviembre de 1993.
(20)
La lógica del mercado, El Financiero, 4 de agosto de 1992;
Regula la existencia de la sociedad, Excelsior, 31 de mayo de 1992;
Base del Estado corporativo, Excelsior, 2 de junio de 1992; Intervencionismo
del Estado. Orígenes y modalidades del Estado, Excelsior,
3 de junio de 1992; Izquierda y totalitarismo. Orígenes y
modalidades del Estado, Excelsior, 4 de junio de 1992; La teoría
del Estado. Orígenes y modalidades del Estado, Excelsior,
5 de junio de 1992.
(21)
El retiro del Estado impone retos capitales al neoliberalismo, Excelsior,
28 de septiembre de 1993; El cambio debe ser garantía de
justicia, Excelsior, 28 de septiembre de 1993; La nueva cara del
regulador económico, Excelsior, 28 de septiembre de 1993;
Peligro el capitalismo salvaje, Excelsior, 2 de noviembre de 1993.
(22)
Sí al neoestatismo para guiar y no remplazar al mercado,
Excelsior, 13 se abril de 1992; Corrige J. Major a M. Thatcher y
fortalece al Estado Benefactor, Excelsior, 15 de julio de 1992;
Profundo rechazo en Wall Street a Clinton. Temor a un incremento
de tasas de interés e inflación, El Financiero, 13
de noviembre de 1992; El Neointervencionismo Estatal, El Financiero,
23 de noviembre de 1992; Clinton: ¿ Un nuevo Liberalismo
Social ?, El Financiero, 24 de noviembre de 1992; Clinton, intervencionista
astuto si concilia Estado y mercado, Excelsior, 26 de noviembre
de 1992.
La
aplicación del liberalismo a ultranza en Estados Unidos durante
más de 15 años provocó que una pequeña
minoría se enriqueciera desproporcionadamente, mientras la
mayoría social se convirtiera en más pobre, sin encontrar
en el "paraíso capitalista" la felicidad prometida.
De igual forma, la implementación durante varios años
de la dinámica de la "mano invisible" en Inglaterra
descuidó la educación pública al grado que
en 1992 sólo el 34 % de los jóvenes entre 16 y 18
años gozaban de un sistema de capacitación, contra
47 % en Alemania y 66 % en Francia. El Neoliberalismo continúa
haciendo "agua" en Estados Unidos, El Universal, 2 de
octubre de 1993.
(23)
¿ Realmente debemos confiar todo a la Iniciativa Privada
?: El caso de la Física, El Financiero, 1 de noviembre de
1991.
(24)
Liberalismo social, nuestra filosofía; Contra Estatismo y
Neoliberalismo absorbente, El Financiero, 5 de marzo de 1992. El
liberalismo social, Excelsior, 7 de marzo de 1992; El liberalismo
social: Nuestro camino, Uno Más Uno, 8 de marzo de 1992;
¿ Neoliberalismo social ?, Uno Más Uno, 11 de marzo
de 1992; Entre la política y la economía. La condición
de los serviles, Excelsior, 13 de marzo de 1992; El liberalismo
social fortalece la soberanía, Uno Más Uno, 1 de marzo
de 1992; Recursos a los marginados con mecanismos de mercado, Excelsior,
14 de marzo de 1992; Que del liberalismo, Uno Más Uno, 17
de marzo de 1992; De nuevo sobre el liberalismo, Uno Más
Uno, 10 de marzo de 1992; El liberalismo social se vive con el Pronasol,
Excelsior, 21 de marzo de 1992; Ni la soberanía es obsoleta,
ni existe un modelo único, Excelsior, 22 de marzo de 1992.
(25)
Requiere la sociedad actual de una nueva revolución científica,
Uno Más Uno, 31 de marzo de 1992.
(26)
Demanda Octavio Paz el predominio de la moral en la vida pública,
Excelsior, 17 de diciembre de 1995; Antes de las reformas políticas
y económicas necesitamos una reforma moral, El Universal,
17 de diciembre de 1995; Es momento de reformas en todos los órdenes:
Rivera, La Jornada, 14 de enero de 1996.
(27)
Es la pobreza el reflejo del fracaso del actual modelo económico:
De Gasperín, El Universal, 23 de septiembre de 1995.
(28)
Asociación Mexicana de Derecho a la Información, Objetivos
centrales, Documento Base, México, D.F. enero del 2000, páginas
5 y 6.
(29)
Ibid.
(30)
Ibid
(31)
Ibid.
Dr.
Javier Esteinou Madrid
Investigador Titular
del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad
Xochimilco, México, D.F |