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Por Carlos Franco
Número 24
En apenas
unos cuantos lustros, las llamadas nuevas tecnologías de
comunicación (nos centraremos en el Internet y el CD-ROM)
ya han trastocado partes importantes de nuestra realidad. Aquí
se reseñan algunos estudios con las primeras nociones del
nuevo ambiente influido por dichos medios.
Marshall McLuhan, nombraba (y construía)
funciones para medios como el reloj, los circuitos eléctricos,
las computadoras o la ropa porque, entendiéndolos como extensiones
del hombre, el teórico canadiense advertía en ellos
factores psicoculturales. Según McLuhan, cada medio en el
mundo le da un nuevo orden al ambiente y explica esto con su juego
tetrádico: el nuevo medio actúa sobre, la realidad,
acelerando alguna parte de ella, haciendo obsoleta otra y recuperando
una más; también, al llevarlo al límite de
su potencial, el medio cambia, junto con alguna dimensión
de la realidad1.
Un ejemplo claro es el dinero en
efectivo, el cual acelera las transacciones, hace obsoleto el ejercicio
del trueque, recupera el consumo conspicuo y se transforma al límite
para convertirse en no-dinero2
(como el crédito, dinero que aún no existe). El resultado
de la invención del efectivo resulta entonces no solo en
una herramienta que facilita las transacciones, sino que de facto
es una invención que trastoca aspectos de la cultura, de
la sociedad y de la realidad.
Desde luego, las nuevas tecnologías
(como el Internet y sus aplicaciones y el CD-ROM) están lejos
de ser un medio masivo de comunicación en la mayoría
de los países. No es al caso de Estados Unidos, donde en
1998 el entonces vicepresidente Al Gore propuso (y después
cumplió) la meta de que para el año 2000 el 100% de
las aulas de su país estarían conectadas a Internet.
E.U., como potencia tecnológica, dicta las tendencias y es
previsible un desarrollo en la infraestrucura que da soporte a los
nuevos medios en otras latitudes. Incluso algunos países
superan los porcentajes estadounidenses de acceso al medio: Finlandia
es el país con mayor número de usuarios de Internet
(con 244.5 por cada mil habitantes), seguido de Noruega (231.1),
Islandia (227.3) y Estados Unidos con 203.4; México se ubica
a una gran distancia en la escala, en el lugar 37 con 3.2 usuarios
en esa misma base3 .
Gianfranco Bettetini en el prefacio
de su libro Las nuevas tecnologías de la comunicación
señala que sus estudios parten de "una exigencia que
parece hacerse cada vez más apremiante: la de efectuar una
reflexión orgánica sobre la aportación al desarrollo
[...] y la transformación de las vivencias sociales, sobre
todo en las sociedades avanzadas"4
, porque es donde se puede registrar el fenómeno. Es claro
que las audiencias en los países arriba listados tienen desiguales
grados de exposición al medio, lo que se traduce en brechas
entre los individuos con acceso a éste y aquellos que no
lo tienen. De acuerdo a la teoría del knowledge gap5,
las diferencias en la adquisición de la información
tenderán a hacerse más grandes por esa disparidad
en el acceso, lo que es evidente tanto en el ámbito entre
naciones, cuanto internamente en cada país. Son esas diferencias
cognoscitivas (y cognitivas, como veremos posteriormente) las que
suponen los esbozos de lo que el ambiente de las nuevas tecnologías
puede ser (está siendo). Tomaremos pues las experiencias
de quienes están ya expuestos al medio con el fin de aproximarnos
al fenómeno que eventualmente, según sus impulsores,
llegará a ser masivo.
Este escrito pretende que la aproximación
al nuevo ambiente no se reduzca a la posición maniquea de
la inaceptable dicotomía "¿Apocalípticos
o integrados?", con la cual Umberto Eco reprueba las posturas
acríticas que optan ya por la conspiración intoxicante
ante el pretendido "fin del mundo" acarreado por cada
nuevo medio, ya por su aceptación irreflexiva.
Los problemas están mal
planteados desde que se formulan del siguiente modo: ¿es
bueno o malo que exista la cultura de masas? (entre otras razones
porque la pregunta supone cierta desconfianza reaccionaria ante
la ascensión de las masas, y quiere poner en duda la validez
del progreso tecnológico, del sufragio universal...).
El problema, por el contrario
es "Desde el momento en que la presente situación
de una sociedad industrial convierte en ineliminable aquel tipo
de relación comunicativa conocida como conjunto de los
medios de masa, ¿qué acción cultural es posible
para hacer que estos medios de masa puedan ser vehículo
de valores culturales?".6
Las descripciones de esta reseña
serán entonces presentadas considerando varias aristas y
en el entendido de que los resultados son apenas aproximaciones
al nuevo contexto.
La escuela como centro de los
estudios en nuevas tecnologías
Hasta ahora, gran parte de los estudios
sobre sectores con diferencias en la exposición al medio
se realizan principalmente entre jóvenes universitarios y
preuniversitarios. De acuerdo a David Tewsbury y Scott L. Althaus:
"la ventaja más grande es que los estudiantes están
relativamente familiarizados con el Internet, lo que sugiere que
las diferencias entre grupos [en la medición de su ganancia
de conocimiento a través de medios impresos o de sus versiones
en línea] no están afectadas por la falta de contacto
con el medio".7
El estudio de Tewsbury y Althaus,
se enfoca al procesamiento de los flujos de información noticiosa
en los niveles cognoscitivo (qué y cuánta información
se recibe) y cognitivo (cómo se procesa). Realizado en una
universidad del medio-oeste de los Estados Unidos de Norteamérica,
en dicho estudio se analizaron las diferencias en la adquisición
de conocimiento entre los lectores de las diferentes versiones (impresa
y en-línea) de un diario de cobertura nacional, el New York
Times. Sus conclusiones son en verdad ilustrativas de cómo
los medios en-línea pueden influir en la percepción
de la realidad.
En primer lugar el estudio demuestra
que el tipo de información que de hecho llega a los lectores
del impreso es sustancialmente distinta a la de su contraparte,
la versión en-línea. Un punto que señalan los
autores como fundamental es que las diferencias entre los formatos
espaciales de los medios se traduce en cambios en la jerarquización
de la información8 . El
formato tipo menú (menu-based) de los diarios en Internet
(u otra agencias noticiosas como la BBCi9)
ofrece un listado general de los contenidos. Dicho menú,
no tiene elementos considerados claves10
que guíen al lector en su consumo de la noticia. Las
claves son parte de un proceso de estandarización en las
rutinas productivas de los medios para jerarquizar la información
por su noticeabilidad11 .
Un ejemplo de estas reglas relativamente
reconocibles es la selección de historias y su prominencia
dada por el layout (la disposición de los elementos textuales),
ya que "ambas operaciones incorporan los valores y creencias
de lo que los editores de noticias piensan que es importante reportar12
".
Un encabezado que se distingue del
resto por su tamaño, la ubicación de las noticias
con respecto a la primera plana, el espacio total que ocupan, su
repetición a lo largo de la publicación y el complemento
de otros textos (gráficas, fotos) al escrito principal son
parámetros usados para diferenciar los grados de importancia
de una noticia en un diario impreso13
(su valor/noticia).
Según Tewkbury, esos modelos
cambian en un medio con otras reglas como el Internet porque las
restricciones de espacio son distintas: se puede ofrecer un menú
y luego destinar todo el espacio de la página a la noticia
seleccionada.
El punto central del estudio en
cuestión es verificar si el traslado de las prácticas
noticiosas tradicionales a aquellas mediadas por computadora podría
cambiar la naturaleza de la relación entre editor y lector.
De acuerdo a los resultados, esta diferencia en la distribución
sí afecta al proceso cognitivo porque a pesar de que las
versiones en-línea pretenden ser casi idénticas a
las impresas, las diferencias en su selección cambiarían
el papel tradicional de la prensa como gatekeeper.
La variante primordial al recibir
información noticiosa en-línea es que su organización
tipo menú confiere a la audiencia una habilidad sustancial
para dar forma al flujo de información14.
Al no tener las mismas limitaciones espaciales, se transforma la
capacidad del medio impreso para realzar la información por
medio de sus dimensiones en unidades cuadradas (y de las otras claves).
El menú provee de una gama mucho más amplia de historias
sobre cualquier tema. La estructura paralela de las publicaciones
en línea
da a los consumidores substancialmente
más capacidad de elección y mayor control. Los servicios
en-línea proveen acceso fácil a información
que frecuentemente está enterrada en las profundidades
de los periódicos tradicionales, y además frecuentemente
incorporan links entre ítems de información y sitios
web. Estos elementos interactivos significan que sus editores
podrían ejercer menos influencia sobre qué y cómo
es que la gente aprende sobre los public affairs.15
Doris Grabber16
reporta que los dos criterios más importantes que los lectores
de periódicos tradicionales aplican para elegir sus artículos
son: en primer lugar, las ya mencionadas claves de importancia provistas
por los editores y después, el apareamiento entre los tópicos
y sus propios intereses.
Si el formato de menú de
una edición digital permite una configuración personalizada
del tipo de flujo informativo, los lectores usarán esa flexibilidad
para modelar su consumo de información, desarticulando el
concepto tradicional de comunicación de masas de la prensa
escrita.
McLuhan también veía
en los media el fuego de la aldea que reúne a la tribu, compartiendo
historias que les dan cohesión. Algún día,
pensaba, los medios darían forma a la sociedad de la "aldea
global": el Pájaro madrugador como unificador de todas
las antípodas; todos compartiendo la misma cultura. Pero
de acuerdo a la forma en que se están sucediendo los hechos,
la personalización de las nuevas tecnologías por los
individuos (y con ello de lo que es importante o no) trastocaría
incluso conceptos arraigados de la sociedad.
La función [de los periódicos]
de dirigir la atención hacia los artículos que los
editores consideren de mayor relevancia, tiende a dejar a las
audiencias masivas con concepciones similares sobre la importancia
de varios issues o eventos, como lo ha demostrado la literatura
sobre el agenda-setting17
La capacidad de navegar por entre
los textos mediante las ligas hipertextuales, pondría
en las manos del usuario la decisión de seleccionar la información
que recibe basándose en su idiosincrasia. Esto genera lectores
más pobremente informados que sus contrapartes de impresos
tradicionales, basándose en la lógica propuesta por
los autores del estudio: se crearían issue publics18,
segmentos pequeños de individuos dispersos que se especializan
en información enfocada a ciertos sucesos públicos
de interés.
El estudio demuestra que "los
lectores de noticias en línea recordarán menos hechos
acerca de tópicos de noticias internacionales, nacionales
y políticas que los lectores de impresos" . Los tópicos
preferidos por la idiosincrasia de los participantes en el estudio
fueron "noticias de negocios", "deportivas",
"arte y entretenimiento" y otras similares, que difieren
con las que podrían considerarse "de primera plana".
Los hallazgos de la investigación sugieren que "los
sujetos del grupo en-línea habrían estado dispuestos
en menor manera que sus contrapartes de la versión impresa
a haber leído noticias internacionales, nacionales y políticas,
todas ellas secciones frontales del Times"20
Durante algún tiempo se pensó
que el Internet sería la enciclopedia revisitada, contenedora
de todo el conocimiento humano y más aún, que sería
capaz de vincular todas sus partes. Pero podría en realidad
convertirse en un torrente enorme de información, tan desmesurado
que resultaría muy improbable que hiciera un mismo sentido
para todos los públicos. Otro argumento en contra de la aldea
global.
Edwardson Kent y McConnel21,
citados por Tewksbury, hallaron que los lectores de un texto con
menú lo consideran "más apto para lecturas enfocadas
a objetivos, mientras que el layout de los diarios tradicionales
es mejor para el escaneo de encabezados"22.
En resumen, "la forma en que
las fuentes noticiosas basadas en la WWW usan imágenes, gráficas,
y elementos de interconectividad alienta a la gente a procesar las
historias en-línea de forma distinta a como las procesan
en artículos de periódicos tradicionales."23
Esto sugiere una forma distinta
de encuentro con la información a través de la red
o de otros medios con capacidad hipertextual, sujetando la importancia
relativa de las historias a las preferencias personales. Lo anterior
no es necesariamente despreciable, de acuerdo a nuestra aproximación.
Tal fenómeno está basado en la idiosincrasia de individuos,
la cual puede no ser afín con la de sus compatriotas o de
los editores (como ha sucedido por décadas) pero sí
con la de personas en otras partes del mundo, con sus issue groups.24
Internet como distractor
En el terreno de la educación,
el uso del Internet goza de un respaldo cuasi-universal de estudiantes,
padres, educadores e instituciones, incluido el gobierno de E.U.,
como vimos anteriormente. Quienes señalan el acceso a grandes
cantidades de información y la capacidad de estar comunicados
en cualquier parte del mundo, como las ventajas del medio. Pero
el mismo ámbito académico ha sufrido un decremento
en el desempeño de estudiantes de nivel licenciatura, relacionado
con trastornos de interacción social y de falta de exposición
a experiencias culturales deseables.
Lo anterior es demostrado en el
estudio de Robert W. Kubey et al.25,
quien afirma que entre el 5 y el 10% de los estudiantes de licenciatura
en EU reportan padecer "efectos"26
como depresión, angustia, y trastornos en el sueño
y hasta impulsos de dimisión de la escuela asociados con
una exposición excesiva a permanecer en-línea27.
Kubey sostiene que existe una incidencia
de problemas con el apetito desmedido por el Internet, que se traduce
en una adicción a permanecer en-línea similar a los
excesos en el apetito por el sexo, la comida, el amor, los regímenes
alimenticios, el jogging o ver la televisión28
. Se relaciona a estos problemas con el uso desmedido de cualquier
aplicación del Internet pero sobre todo con el uso de aquellas
empleadas para la comunicación sincrónica (chat rooms
o MUDs (Multiple User Dungeons, entre otras).
Las implicaciones de esta última
afirmación songos o integrarse a una reunión
de viejos ciber-conocidos en un MUD o chat room. Tal vez ningún
otro medio ofrece esa oportunidad a las personas que experimentan
soledad. El uso del teléfono aún requiere que los
amigos o familiares llamen o sean llamados, con normas que limitan
las horas adecuadas para hacerlo o la duración de las llamadas.29
Por otra parte, los MUDs o chat
rooms operan las 24 horas del día, todo el año [...]
El factor del acceso en horas avanzadas de la noche es perfectamente
lógico porque es cuando el resto del mundo no está
disponible y el sentimiento de soledad se agranda.
Los participantes en el estudio
de Kubey que afirmaron estar en problemas académicos reportaron
también que el uso de Internet los había mantenido
despiertos hasta muy tarde, que muchas veces se sintieron cansados
al día siguiente y que faltaron a clases. Aquellos sujetos
que afirmaron emplear preferentemente el e-mail, los Usenet groups
-u otras aplicaciones asincrónicas- tuvieron una incidencia
más baja en estos trastornos académicos (8 veces menor,
de acuerdo al estudio).
Los autores concluyen que es difícil
saber si el Internet es la causa directa de los problemas de rendimiento
ocasionadas por la dependencia a éste, o si solamente es
una alternativa, la preferida entre muchas otras, para aliviar el
stress y sobrecarga de trabajo de los estudiantes. Afirman también
que el Internet provee oportunidades de comunicación donde
antes no las había.
El "medio de medios"
Otro fenómeno paralelo que
se puede observar en usuarios de nuevas tecnologías es la
disolución de las fronteras entre trabajo y esparcimiento.
Dichos medios reúnen otros tradicionalmente relacionados
con las ocupaciones laborales (la máquina de escribir, el
teléfono, las bases de datos) y además con el esparcimiento
(los videojueos, el cine en video, la televisión o la radio)
sin separaciones marcadas durante la operación. La convergencia
supondría una cantidad grandísima de tiempo de exposición
al "medio de medios". Además de esto, Paul Levinson30
afirma que el Internet es incluso mucho más seductor que
la televisión, porque al mismo tiempo de ser un medio "light-through"31,
provee la sensación de realmente viajar a través del
ciberespacio.
A pesar de la crítica que
hemos descrito, para Levinson los atributos de las nuevas tecnologías
(principalmente del Internet) las convierten en la consecución
de la aldea global macluhaniana porque un usuario en-línea
puede "conectarse" con cualquier persona en el mundo con
solo tener una computadora, un módem y una conexión.
Las implicaciones positivas que apunta son las transformaciones
que hemos descrito sobre el papel de gatekeepers ejercido
por los sistemas de comunicación y los gobiernos. Levinson
es muy optimista porque advierte la descentralización de
la industria de la información (con cierta dosis subversiva),
lo que es cierto solo si se tiene acceso al medio, desde luego.
El enfoque de muchos otros autores
se especializa de forma similar en las transacciones comerciales
(e-business) o en las ventajas de transmisibilidad que suponen los
nuevos medios. Sus reflexiones no permean a las implicaciones sociales
del medio, como podrían ser los paradigmas que impone las
empresas que sólo existen en la red (Amazon.com, v.g.)
y que cambian enteramente las nociones de compra-venta; o las diferencias
palpables en algunos países sobre el acceso al medio. La
investigación parece centrarse en el traslado de las capacidades
del comercio, relaciones públicas y publicidad de un ámbito
a otro.
No podemos quedarnos en un plano
descriptivo, por lo que la investigación del tema debe complementarse
con otras aportaciones e incluso valorar al resto de las nuevas
tecnologías en su relación con el Internet. El italiano
Gianfranco Bettetini, por ejemplo, ofrece una visión con
mucho más volumen, ya que afirma que la creciente elaboración
de productos comunicativos en formatos distintos a los impresos
tradicionales cubre tres grandes ámbitos de la cultura humana:
la representación, la comunicación y el conocimiento.32
En primer término, hablando
de los nuevos lenguajes que provee el medio, Bettetini afirma que
la nueva representación que proveen las jóvenes tecnologías
se entiende como "la función esencial de cada lenguaje,
de cada manifestación expresiva y, por tanto, de cada equipo
técnicamente orientado a este fin que tienda a una intervención
que reproduzca de la mejor forma posible la realidad"33.
No se limita a decir que la comunicación es más rápida,
sino que al redefinir el lenguaje, se transforman la realidad y
el conocimiento.
Consideraciones sobre el CD-ROM
En referencia a los otros ámbitos
propuesto por Bettetini, al integrar el CD-ROM e Internet, se cubre
la comunicación a distancia, la búsqueda de información
y el entretenimiento. "[El CD-ROM es un medio] con gran capacidad
de memoria, interactividad y multimedialidad"34
que se despega del mensaje del libro porque en el libro, "la
dimensión tecnológica del soporte ya está asimilada
en la cultura y no es percibida como inoculante respecto del contenido,
que, por el contrario, es considerado el elemento efectivamente
caracterizador del medio"35
Por otro lado, el hecho de que
el CD-ROM sea leíble desde el ordenador personal hace que
el microentorno en el que se encuentra pueda estar conectado con
bancos de datos externos a la posición del trabajo y por
consiguiente las informaciones contenidas en discos pueden ser
integradas también con fuentes externas o con informaciones
provenientes de archivos personales construidos por el usuario.36
Tomás Maldonado añade: "por otro lado, empero,
existe el ya discutido problema del limitado grado de libertad del
CD-ROM y la sospecha [...] de connivencias con el conductismo skinneriano.
Si se prescinde de la posibilidad, como hemos visto, de utilizarlo
como obra abierta, se debe admitir que el CD-ROM ofrece al usuario
un ámbito de participación activa muy restringido.
Esto se explica porque, aunque sus fundamentos no sean los del conductismo
más extremo, sigue siendo fiel, después de todo, a
un planteamiento rígidamente programático del proceso
didáctico."37
Pero eso no limitaría su
uso, sino que lo especializaría porque ante la pregunta de
si el libro tradicional desaparecerá, Maldonado asegura que
el CD-ROM es un medio adecuado para enseñar álgebra
o anatomía descriptiva, por ejemplo, pero que no funcionaría
igual para "hacer accesible el pensamiento de Hegel o el papel
de Wagner en la historia de la música. En el primer caso
hay pocos aspectos que puedan ser objeto de interpretación
personal, en el segundo, en cambio, son numerosísimos"38.
Asegura entonces que se cambiará la "distribución
de las funciones, dejando al CD-ROM para las obras de consulta (enciclopedias,
diccionarios, anuarios estadísticos y demográficos,
archivos de todo tipo), sacando provecho de su mayor capacidad de
almacenaje, de su manipulación y de los diferentes formatos
que permite registrar.
Conclusiones: La sociedad sintética.
En principio, el traslado de algunas
de las funciones de los medios tradicionales a los nuevos, y el
aumento en lenguajes visuales implicará adaptarse a la nueva
cultura preponderante, la llamada sociedad sintética. A partir
de estos argumentos elaboraremos las conclusiones.
Se aprecia un aumento en el empleo
de signos icónicos (fotografías, pintura, cine, dibujo,
Computer Graphics, etc.) en los nuevos medios y todos ellos
recurren a la construcción sintética de las imágenes.
En los Computer Graphics [por
ejemplo], el receptor es un usuario-operador que reúne
en sí estos dos papeles: el operador crea concretamente
el texto, en un proceso en el que se entrecruza la lectura (opciones
potenciales prefiguradas en el equipo) y la construcción
de la imagen. La textualidad producida por la tecnología
informática no puede, por consiguiente, ser considerada
como un sistema cerrado de signos, sino como una acción
que se ha de realizar.39
Bettetini construye el concepto
de la sociedad sintética con base en "la idea de que
las vivencias tecnológicas a las que hemos llamado comunicación
sintética pueden y deben ser exploradas sin distinguir demasiado
entre las tecnologías y su uso social"40
(en el mismo tenor de lo propuesto por McLuhan).
Un factor que cambia dentro de este
tipo de sociedad es el espacio comunicativo, "el espacio que
es percibido, de vez en vez, como lugar de la comunicación"41,
que se ve transformado en lo que Bettetini denomina el espacio sintético,
planteando problemas de reestructuración de las normas y
usos de la convivencia social:
En efecto, la idea de red comunicativa,
incluso en las versiones más complejas, que la emparentan
con el laberinto o el rizoma, siguen dando por sobreentendido
un modelo mecánico, en el que el espacio comunicativo está
representado como un recorrido fundamentalmente bidimensional,
trazado por líneas geométricas.
Ahora bien, parece que tanto la
difusión vía éter, como la extensión
masiva de las terminales, en cambio, se inclinan por la utilidad
de un modelo energético de representación, inspirado
en el magnetismo o la gravitación42
Por lo tanto la percepción
física de las extensiones de nuestro cuerpo se modifica al
pasar del cable a la difusión por éter. Tal
sería una de las principales diferencias cognitivas que suponen
los nuevos medios: comunicamos y somos comunicados hacia todas las
direcciones y no hay una restricción psicológica debida
a los cables.
Con respecto al tiempo "hemos
observado que sufre un proceso de contracción debido a la
aceleración impuesta por las nuevas tecnologías [...]
La instantaneidad siempre ha actuado no sólo en la eliminación
de la percepción de las distancias, sino también en
la de una mayor utilización de las horas de vigilia"43
. Esta idea refuerza la noción de los usos del Internet como
sistema de comunicación a-toda-hora. Los paradigmas día-noche
y disponibilidad de los actores comunicativos se alteran
sustancialmente. Si a esto añadimos también la ya
mencionada disolución de barreras entre trabajo y entretenimiento,
tenemos más detalles del cuadro que tenemos enfrente.
Tal vez el principal cambio cognitivo
en la integración de nuevas tecnologías está
dado por "la difusión de la red comunicativa y de la
transportabilidad de los instrumentos [que] incrementa la posibilidad
de emplear un número cada vez mayor de ocasiones para fines
comunicativos (se puede viajar y a la vez comunicarse o hacer trámites;
es posible trasmitir vía fax durante las horas de sueño
gracias a la programación y así, sucesivamente)44
.
La aceleración comporta,
pues, no sólo la compresión de las duraciones, sino
también una distinta percepción de los momentos
propios de la comunicación. Lo que significa avanzar hacia
una total cotidianidad de esta última, y por consiguiente
de nuevo hacia una reducción a "ruido blanco",
acompañamiento de todo instante de la jornada.45
Siguiendo el juego tetrádico
de McLuhan, se podría pensar en las tecnologías llevadas
hasta sus límites. Imaginemos un proceso donde las máquinas
se convierten en no-máquinas: con componentes orgánicos
o como partes fundamentales del ser humano. Pasarían de la
categoría de extensiones a la de órganos, probablemente
comunicándose con una Matriz todo el tiempo. La paradoja
surge: si todo en todos comunica, nada en realidad se está
comunicando.
Al respecto, Bettetini opina que
"las tecnologías pueden usarse, simultánea y
paradójicamente, para aislarnos de los vecinos y para conectarnos
a los que están lejos, para entregarnos a un ruido que es
soledad y a otro, perfectamente análogo en apariencia, que
es, en cambio, relación; la noción de comunidad y
de grupo tiende a modificarse".46
"McLuhan había anticipado,
en la época de los mass media, la hipótesis de una
conexión directa entre forma perceptiva y medio de comunicación,
y algunas partes de su análisis aún parecen sorprendentemente
actuales: [por ejemplo] la amplificación del cuerpo.
Sin embargo, hoy el impacto perceptivo,
cognitivo y en última instancia cultural de los nuevos
media sólo puede ser imaginado, aunque con algunos elementos
de confirmación. A diferencia de los media tradicionales,
como TV, radio y cine, los nuevos media presentan una diseminación
personalizada de su uso [...] 47
Con estas nociones sobre la tendencia
de los medios a ser ubicuos, a mantenernos comunicados todo el tiempo
y a modificar los hábitos a los que estamos acostumbrados,
se percibe una aculturación de la legendaria comunicación
de masas. Ejemplos válidos son los mencionados sobre el traspaso
de las funciones de los libros a otros medios y, de la misma forma,
el traspaso de la escuela o el trabajo tradicionales hacia otros
ámbitos.
Queda pues la pregunta (parafraseando
a Eco): ¿qué acción cultural es posible para
hacer que estos nuevos medios puedan ser vehículo de valores
culturales?". De la respuesta surgirán otras pautas
para describir los ambientes de las nuevas tecnologías. Sabemos
hasta ahora que es necesario mirar de forma distinta la soledad,
la elección de la información, las normas para comunicarnos;
los paradigmas de día y noche, de los momentos para comunicar
y el lenguaje. Con sólo ese último rubro bastaría
para llenar todas las bibliotecas.
Notas:
1
MCLUHAN, Marshall. La aldea global. Gedisa, 1989.
2 Ibídem, p. 170
3 JULIUSSEN, Egil &
PETSKA-JULIUSSEN ,Karen, Internet Industry Almanac, march
1998.
4 BETTETINI, Gianfranco,
Las nuevas tecnologías de la comunicación,
Paidós, 1995: 11
5 La teoría afirma que
en tanto exista un incremento en la infusión informativa
a través de los media hacia un sistema social, los segmentos
de la población con un nivel socioeconómico superior
tienden a adquirir dicha información a un paso más
rápido que los segmentos bajos, por lo que la brecha cognoscitiva
entre ellos tiende a incrementarse. Esta brecha es más frecuente
en la información sobre los intereses públicos y de
las noticias científicas. Entre los factores que intervienen
en el proceso se cuentan las habilidades de comunicación
de las audiencias, la exposición, aceptación y retención
selectivas y la naturaleza del sistema mediático. En Donohue,
Tichenor and Olien, 1970 se le añaden críticas
a la teoría, como el factor de motivación individual.
6 ECO, Umberto, Apocalípticos
e integrados, editorial Lumen, 1985. (58-59)
7 TEWKBURY, David, et al.
Differences in Knowledge Acquisition among Readers of the Paper
and Online Versions of a National Newspaper, Journalism an Mass
Comunication Quarterly. Vol 77 No 3. Autumn 2000: 457-479.
8 Ibídem, p. 460
9 http://www.bbc.com
10 Cues, en el original.
11 Dichas rutinas incluyen la
recolección, la selección y la presentación
de los materiales informativos y responden a la pregunta: ¿Qué
acontecimientos son considerados relevantes para ser transformados
en noticia?
12 GANS, Herbert,
Deciding What´s News (New york, NY, Pantheon books, 1979):
71-84
13 Tewkbury, p.458
14 HEETER, Carrie, et.
Al. "Agenda setting by electronic text news" Journalism
Quarterly 66 (spring 1989): 101-106
15 Tewsbury, 458
16 GRABBER, Doris, Procesing
the News: How people Tame the Information Tide, (New York, NY:
Longman, 1988)
17 MCCOMBS, SHAW and
WEAVER, Communication and democracy: Exploring the intellectual
frontiersin Agenda-Setting Theory. (Mahwah, NY: Erlbaum, 1997.
18 Tewksbury, p. 459
19 Ibídem, p. 467
20 Ib., p. 467
21 EDWARDSON, Mickie,
Kurt Kent and Maeve McConnell, Television News Information Gain:
Videotex Versus a Talking Head, Journal of Broadcasting &
Electronic Media 29 (1985): 335-51
22 goal-directed, en el original
23 Tewksbury, 459
24 Esta es una cuestión
que incluso los mercadólogos han contemplado ya, aunque nombrándolos
targets, término que aplana la realidad comunicativa por
considerar a las audiencias como cartones esperando a ser impactados.
25 KUBEY, Robert et al.,
Internet Use and Collegiate Academic performance Decrements:
Early Findings. Journal of communication, June 2001: 366-381
26 Resulta inadecuado hablar
de efectos porque ello supondría una causalidad estímulo-reacción.
Debemos entender que si efectivamente hay efectos, se dan en el
mediano o largo plazos, como sugiere la teoría del cultivo.
27 La mayor incidencia de este
fenómeno se da en los estudiantes de las llamadas hard sciences.
28 Kubey, p. 368
29 Ibídem, p. 379
30 Digital McLuhan: A Guide
to the Information Millennium, Journalism and Mass Communication
Quarterly; Columbia; Spring 2000.
31 McLuhan nombraba así
la característica de ciertos medios de proveer luz que antes
brilló en la pantalla, lo que lo vuelve más atractivo
sensorialmente.
32 Bettetini, p. 30
33 Ib., p. 30
34 Ib., p. 194
35 Ib., p. 199
36 Ib., p. 201
37 MALDONADO, Tomás,
Crítica de la razón informática, Paidós
Multimedia 9, 1997: 147
38 Ibídem, p. 148
39 Bettetini, p. 34
40 Ibídem, p. 252
41 Ib., p. 252
42 Ib.,p. 254
43 Ib.,p. 254-255
44 Ib.,p. 255
45 Ib.,p. 255
46 Ib.,p. 256
47 Bettetini,
p. 38
Fuentes
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Lic.
Carlos Franco
Licenciado en Ciencias de la Comunicación
por el Tecnológico de Monterrey, Campus
Estado de México. Ha sido parte diversos talleres literarios;
actualmente es coordinador editorial de las revistas Complot
y Libido. |