Por Octavio Islas y Fernando
Gutiérrez
Número 29
Cada día podemos confirmar
que el calificativo de "gabinetazo" que empleó
el presidente Vicente Fox Quezada para destacar la capacidad de
quienes asumirían los principales mandos en su administración,
en realidad le quedó demasiado grande al amorfo "grupo"
que logró conformar -con o sin la ayuda de los "head
hunters"-, el cual hasta ahora sólo ha exhibido muy
pobre disposición y capacidad para trabajar como un autentico
equipo.
Las mentiras, descalificaciones,
contradicciones y los golpes bajos que se han suscitado entre algunos
de los funcionarios que conforman el ilustre "gabinetazo"
han sido frecuentes -remember the Alzheimer´s disease-. Tal
curricula oculta admite ser designada como "las otras acciones
del gobierno del cambio".
Al interior del gabinete es posible
identificar por lo menos ocho grupos políticos, algunos de
los cuales se encuentran en constante confrontación, agudizando
las precarias condiciones de gobernabilidad que ha venido enfrentando
el presidente Vicente Fox.
Un primer grupo se encuentra constituido
por el reducido número de panistas "de viejo cuño"
que consiguieron ingresar a la administración pública
federal; el segundo grupo lo conforman políticos que han
acompañado a Vicente Fox desde que fue gobernador de Guanajuato;
el tercer grupo aglutina a quienes proceden de la organización
"Los Amigos de Vicente Fox"; en el cuatro grupo es posible
distinguir a los empresarios que recientemente ingresaron a la administración
pública federal; el quinto grupo incluye a los políticos
que participaron en pasadas administraciones priístas; el
sexto grupo reconoce como caudillo a Santiago Creel, responsable
de la Secretaría de Gobernación; el séptimo
grupo admitiría ser designado como "Los amigos de Jorge
Castañeda"; el octavo grupo, definitivamente muy numeroso,
reúne a "los enemigos de Jorge Castañeda".
Castañeda admite ser considerado
como el "primer suspirante" en los tiempos del llamado
"gobierno del cambio" y definitivamente no ha guardado
formas para promoverse, incluso ha conseguido articular un grupo
político propio, el cual definitivamente trasciende al gabinete.
Jorge Castañeda desprecia
al PAN, y la antipatía que genera el "canciller incómodo"
en el partido blanquiazul sólo resulta comparable con la
que produce Pedro Cerisola y Weber entre los panistas de viejo cuño.
El actual secretario de Comunicaciones
y Transportes, de último momento gestionó su ingreso
al PAN, al advertir que podría entrar a las estadísticas
del desempleo, tras su rotundo fracaso en San Salvador Atenco, imputable
en buena medida a su arrogancia y a la pobre capacidad de operación
política que exhibió. Tal situación definitivamente
deja instalado a Jorge Castañeda en el fondo del hit parade
de la popularidad panista.
El gabinete se encuentra fragmentado y dividido, la "precaballada"
se presenta anémica, y el presidente Vicente Fox permanece
renuente a consumar cambios en el "gabinetazo". A pesar
de la insistente propaganda del "gobierno del cambio"
y de sus buenos propósitos, el ciudadano advierte improvisación,
incompetencia e insensibilidad ante los grandes problemas de la
nación. No hay unidad ni cohesión en el "gabinetazo".
La necesidad de realizar algunos reajustes y cambios definitivamente
es inaplazable.
Dr.
Octavio Islas
Mtro.
Fernando Gutiérrez
Investigadores del Departamento de Comunicación
del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado
de México, México |